México aceptó la propuesta de Estados Unidos de permitir que los migrantes de terceros países permanezcan o retornen a México, mientras las autoridades estadounidenses procesan sus solicitudes de asilo.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México informó este jueves que "por razones humanitarias y de manera temporal" aceptará el ingreso de extranjeros que, bajo ciertas condiciones, tengan pendiente un proceso migratorio en Estados Unidos.
El gobierno mexicano indicó, sin embargo, que reafirma su derecho soberano de admitir o rechazar el ingreso de extranjeros a su territorio, en ejercicio de su política migratoria.
Las autoridades mexicanas tomaron la decisión luego de que el gobierno de Estados Unidos informó a México que el Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) tiene la intención de implementar una sección de su ley migratoria que le permitiría devolver a nuestro país a extranjeros no mexicanos para que aguarden su proceso migratorio.
Actualmente, las personas que solicitan asilo pueden permanecer en Estados Unidos, a veces en detención, mientras su trámite está pendiente en el tribunal de inmigración.
Con la nueva política las autoridades migratorias estadounidenses enviarán a México a esos migrantes, mientras dure el proceso de asilo.
A través de su consejero jurídico, Alejandro Alday, la Cancillería informó que decidió tomar acciones en beneficio de las personas migrantes, en particular a los menores de edad –estén acompañados o no–, y para proteger el derecho de quienes desean iniciar y seguir un procedimiento de asilo en Estados Unidos.
Aclaró que las acciones que tomen los gobiernos de México y de Estados Unidos no constituyen un esquema de "Tercer País Seguro", en el que se obligaría a las personas migrantes en tránsito a solicitar asilo en México.
"Están dirigidas a facilitar el seguimiento de las solicitudes de asilo en Estados Unidos, sin que eso implique obstáculo alguno para que cualquier persona extranjera pueda solicitar refugio en México", aclaró.
El gobierno mexicano especificó que autorizará el ingreso a personas extranjeras provenientes de Estados Unidos que ingresaron a ese país por un puerto de entrada o fueron aprehendidas entre puertos de entrada, o que fueron entrevistadas por las autoridades de control migratorio de ese país y recibieron un citatorio para presentarse ante un juez.
Los migrantes que soliciten su internación a territorio nacional en los lugares destinados al tránsito internacional de personas permanecerán en territorio mexicano bajo la condición de "estancia por razones humanitarias" y podrán realizar entradas y salidas múltiples del país.
También garantizará que las personas extranjeras que hayan recibido su citatorio gocen plenamente de los derechos y libertades reconocidos en la Constitución, en los tratados internacionales de los cuales es parte el Estado mexicano, así como en la Ley de Migración.
La Cancillería además procurará la coordinación entre gobiernos para desarrollar mecanismos que permitan el acceso sin interferencias a información y servicios legales a las personas migrantes con citatorio de audiencia ante un juez migratorio estadounidense, así como para prevenir fraudes y abusos.
El Consultor Jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, @alalday, inicia mensaje a medios sobre la relación bilateral entre México y Estados Unidos. Sigue la transmisión en vivo en: ▶️https://t.co/Qb6cCmYKHO pic.twitter.com/p61YFnkMU9
— SRE México (@SRE_mx) December 20, 2018
Esta es una decisión histórica para México, que hasta ahora se había negado a aceptar el regreso de migrantes no nacionales, y ocurre un día después de que las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores anunciaron la nueva política migratoria en México.
También ocurre luego de que Estados Unidos aceptó sumarse al plan de desarrollo para México y Centroamérica que prevé inversiones por más de 35.000 millones de dólares, como medida para evitar la migración masiva.
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