El juez de instrucción de Río Grande Raúl Sahade declaró la nulidad de los dos dictámenes emitidos por los fiscales Guillermo Quadrini y Pablo Candela, en relación a las denuncias de acoso y abuso sexual contra el intendente de esa ciudad, Gustavo Melella, por ser "contradictorios frente a tres hechos denunciados que resultan muy similares entre sí".
Candela -como fiscal subrogante de su superior Quadrini- había ordenado desestimar las denuncias realizadas por dos presuntas víctimas, mientras que este último presentó la semana pasada un requerimiento de instrucción por la tercera, en la que imputó a Melella por abuso sexual coactivo de una relación de dependencia, de autoridad o de poder.
El magistrado consideró en un escrito al que accedió Infobae que esta situación "genera incertidumbre sobre cómo debe continuar el proceso" y podría redundar en un perjuicio para las partes". Pidió una "unidad de criterio en la Fiscalía" y le volvió a correr vista al fiscal mayor Quadrini para que se expida sobre los tres casos denunciados el 31 de agosto pasado, en base a las testimoniales de los obreros de la construcciones Damián Rivas, Alfredo Suasnabar y Mario Lovera.
El expediente -iniciado por una denuncia del abogado Francisco Giménez por supuestos manejos irregulares en la obra pública local- vuelve así a una suerte de fojas cero en lo que se refiere a las denuncias de abuso sexual.
El abogado de las presuntas víctimas, Giménez, consideró ante este medio que "es una buena noticia para la causa, porque ahora habrá un solo fiscal que dictamine, y si Quadrini mantiene su criterio anterior, debería requerir ahora por los tres casos para que se investigue a Melella".
Por su parte, el letrado de Melella, Francisco Ibarra, informó que habían advertido en una presentación hecha en el Juzgado esta semana que "como ambos fiscales actuaron en representación de la Fiscalía Mayor como órgano acusador, no podían tener opiniones contradictorias sobre hechos similares". Por otro lado, calificó como "una verdadera vergüenza que no se haya respetado la integridad de las personas, tanto de las presuntas víctimas como del acusado" y criticó "el manejo que se hizo de estas actuaciones".
El juez Sahade declaró la nulidad del dictamen de Candela al considerar que no estaba debidamente fundada la desestimación por no haber elemento de valor para acusar de abuso sexual o abuso coactivo. Y en ese sentido, destacó que no se tuvo en cuenta el relato hecho por al menos una de las víctimas, Alfredo Suasnabar.
Respecto del dictamen del fiscal Quadrini, Sahade consideró que en su escrito acusatorio "expuso circunstancias de tiempo, modo y lugar completamente distintos a los narrados por el denunciante Lovera en su declaración testimonial". El magistrado le cuestionó, en ese sentido, que fueran "una reedición exacta de la descripción que efectuó el Dr. Giménez, apoderado de Lovera, en el escrito presentado al solicitar ser tenido como querellante".
Según la lectura del abogado de Melella, "en su resolución, el juez le dijo a Quadrini que incorporó hechos que no habían sido declarados por las propias víctimas". Este fiscal habría confundido, al describir los hechos, el relato de dos de los denunciantes en cuanto al lugar donde habrían sucedido: uno en el despacho del intendente (en el caso de Rivas) y otro en el departamento de Melella (en el caso de Lovera).
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