El Gobierno italiano exigió este miércoles la dimisión de los directivos de la concesionaria Autoestrade per l'Italia, filial de Atlantia y responsable del mantenimiento del puente que se derrumbó el martes en Génova (noroeste), y que ha causado la muerte a al menos 37 personas.
El ministro del Interior, Matteo Salvini, confirmó que el balance provisional es de 37 muertos, entre ellos tres menores de ocho, doce y trece años, y hay también 16 heridos, algunos graves, según cifras de Protección Civil.
El ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, aseguró en un mensaje en la red social de Facebook que "los directivos de Autostrade per l'Italia deben dimitir antes que nada" y avanzó que el Gobierno italiano ha "activado todos los procedimientos para la posible revocación de las concesiones y la imposición de multas de hasta 150 millones de euros".
"Si no son capaces de gestionar nuestras autopistas, el estado lo hará", apuntó.
Toninelli señaló que "en un país civilizado no se puede morir por un puente que se derrumba" y reiteró que los culpables "de esta injustificable tragedia deben ser castigados".
"Las compañías que administran nuestras autopistas se embolsan los peajes más caros de Europa, mientras que pagan concesiones a precios vergonzosos. Ingresan miles de millones, pagan unos pocos millones de impuestos y ni siquiera realizan el mantenimiento necesario para puentes y carreteras", expuso.
El ministro italiano adelantó que "se utilizará el Fondo de Emergencia de Protección Civil para restablecer el sistema ordinario de la zona afectada".
Para "la reconstrucción del puente Morandi", que "necesitaba mantenimiento desde hace décadas, se utilizarán los recursos del Plan Económico y Financiero de Autostrade, que se debatirá en septiembre, y otros recursos procedentes de dos fondos dedicados a intervenciones en infraestructuras".
Toninelli dijo que el Gobierno desarrollará "un verdadero plan Marshall" para garantizar el buen estado de las infraestructuras del país y consideró que es deber del estado "usar dinero público para el mantenimiento de estas arterias vitales del país, en lugar de desperdiciarlo en grandes obras inútiles".
El titular de Infraestructuras reaccionó así después de que en Italia se haya abierto un debate sobre el mal estado de las carreteras.
El suceso ocurrió en torno a las 12.00 hora local del martes, cuando un tramo de unos cien metros del puente Morandi, que tiene un kilómetro de longitud y una altura de 90 metros, se vino abajo y sepultó bajo los escombros a varios vehículos.
Inicialmente se apuntó a que las fuertes lluvias podrían ser la causa del siniestro, pero poco después Autoestrade per l'Italia señaló en un comunicado que estaba trabajando en estos momentos para asegurar el pavimento del viaducto.
La noticia provocó que Atlantia se desplomara el martes en la bolsa de Milán, donde llegó a caer más del 10 % y vio su cotización suspendida, aunque finalmente cerró con un retroceso del 5,39 %.
Con información de EFE
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