El líder mapuche Facundo Jones Huala levantó el miércoles por la noche su huelga de hambre seca y comenzó a hidratarse en el pabellón N° 6 de la cárcel de Esquel, aunque continúa firme en su negativa a ingerir alimentos sólidos.
El lonko desistió de endurecer su protesta en la que reclama que el Sistema Penitenciario Federal (SPF) le permita celebrar el año nuevo indígena, denominado en lengua mapuche Wiñoy Tripantu, junto a 24 miembros de su comunidad con enseres para el ritual como cuchillos.
"Toma agua, querido, no te dejes morir", le había rogado Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo, durante una toma simbólica a la Casa de Chubut junto a miembros de ATE en apoyo a los reclamos del lonko, de 32 años.
Ese día, Bonafini intercedió ante el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, para que Jones Huala pudiera festejar el 29 de junio desde antes de la salida del sol hasta las 14 el rito ancestral en los términos que él y su comunidad exigen. Arcioni se comprometió a garantizar ese permiso, otorgado en 2016 por la Justicia Federal, pero rechazado este mes en tres presentaciones judiciales y también por el SPF por estrictas cuestiones de seguridad.
Fue ante esa mediación política que el lonko depuso su negativa a hidratarse. Desde que comenzó su huelga de hambre, unos 20 días atrás, bajó 10 kg y su salud se deterioró.
El gobernador de Chubut, sin embargo, no tiene potestad sobre las normativas que rigen en el SPF, que depende del Ministerio de Justicia, con lo cual la anuencia para la celebración en los términos exigidos por Huala se mantiene en suspenso.
El último parte médico de anoche indica que se mantiene lúcido, hemodinámicamente estable y que su peso es de 71,5 kg.