El debate sobre el número de desaparecidos que hubo en la Argentina durante la última dictadura cívico-militar se ha vuelto recurrente y suele generar feroces discusiones políticas.
La sensibilidad del tema exige prudencia y cada reflexión que siembra dudas sobre el número de víctimas irrita a quienes sufrieron en carne propia el terrorismo de Estado.
La historia se repitió ayer, luego de que Marcos Peña (jefe de Gabinete) dijera en la Cámara de Diputados que "la cifra de 30 mil desaparecidos tiene un valor simbólico".
En ese contexto, esta mañana, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, fue consultado sobre el asunto y respondió: "El número de desaparecidos sigue siendo indeterminado, lo que tenemos que tener en claro es que el debate no puede estar viciado por intereses partidarios".
El funcionario macrista coincidió con Peña en que se trata de una estadística "simbólica y emblemática que tiene muchísima fuerza en la construcción democrática", por lo que "tiene que ser respetada".
De todos modos, en declaraciones a radio Delta, aclaró que es muy difícil coincidir en una cifra exacta: "Cuando suceden catástrofes de este tipo, el número siempre viene creado, generado y sostenido por las víctimas y el daño que causan los perpetradores de no querer dar la información como corresponde. Entonces se hace una construcción en función de una demanda de Justicia".
Avruj lo fundamentó apelando a una comparación con lo que sucede en torno a otro tema súper sensible: "Como ex presidente del Museo del Holocausto, hablando con académicos que trabajan en el tema de la Shoá, nunca se determinó fehacientemente si (las víctimas) son 6 millones o 5 millones, por la magnitud de lo que representó".
"Son debates académicos, que pueden dar un número más arriba o más abajo, pero no hace a la discusión de la tragedia que realmente sucedió. Creo que lo de los 30 mil desaparecidos hay que respetarlo como un número emblemático", finalizó.