"Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor; segundo, la técnica", esta era la frase de cabecera de Anton Gaudí i Cornet, uno de los exponentes del art nouveau en Europa. A pesar de esto, su estilo "personal" hizo que todas sus obras fuesen difíciles de clasificar en esa época.
El arquitecto Alejandro Alonso explicó a Infobae que los catalanes estaban buscando en ese momento un tipo de arquitectura que los identifique como pueblo. "Este movimiento artístico que se desarrolló a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, se da en distintos lugares de Europa y en cada uno de ellos tiene una característica diferente".
"Además hay una reacción hacia las formas de la arquitectura de la revolución industrial en donde se busca revalorizar lo artesanal, y esa es una de las características de Gaudí. Podemos ver un nivel de detalles muy preciso en los proyectos, lo cual es realmente interesante. Es importante resaltar que esto se puede llevar a cabo gracias al trabajo de distintos artesanos que acompañan los proyectos", agregó.
¿Pero qué es lo que lo distingue de otros artistas? Una juventud marcada por el historicismo, que puede apreciarse en su obsesión por las figuras góticas, más una combinación de elementos que toma del arte árabe, oriental y mudéjar.
Más allá de la cuestión estética, para Gaudí su obras eran un todo y por eso realizaba un extenso análisis previo de cada lugar y ponía un gran énfasis en la naturaleza: la observaba, analizaba y finalmente aplicaba esos conocimientos para cimentar un edificio que además de rupturista habitase de manera simbiótica con su entorno.
Alonso explicó que la carrera del arquitecto catalán pasó por varias etapas y estas, a su vez, evolucionaron de una manera muy particular. "En todos sus proyectos está el tema de la función. Lo que hace es tomar la función en el sentido de entender cómo es el lugar donde va a estar ubicada su creación. Toma nota sobre cada uno de los edificios que van a rodearla. Estudia sobre la historia y la naturaleza del lugar y posteriormente lo materializa".
Sus obras más importantes
Casa Vicens
Su construcción comenzó en 1883 y finalizó en 1888 por pedido del corredor de bolsa Manuel Vicens Montaner. Se caracteriza por una volumetría compleja y una decoración en la que predomina el uso de azulejos, el estilo árabe y mudéjar
El capricho
Esta edificación se caracteriza por tener dinamismo y riqueza cromática. Lo que destaca a esta obra son las líneas horizontales y verticales que rodean toda la fachada, acompañadas de cinturones de base de piedra y azulejos
Finca Güell
Eusebi Güell le encargó a Gaudí el diseño del muro y de las puertas de acceso a la finca. Para la construcción de la reja de entrada utiliza material industrial reciclado.
Palacio Güell
Luego de contratar a Gaudí para la construcción de ciertos trabajos en su finca de veraneo e impactado por su gran trabajo, Eusebi Güell, confía nuevamente en el arquitecto catalán. Lo elije para que lleve adelante el proyecto de un palacio urbano. El mismo se caracteriza por su austeridad en los interiores y exteriores. En el plano ornamental la sobriedad es lo que se destaca. Rejas, ventanas y puertas, muestran rasgos orgánicos, inspirados en la naturaleza.
Casa Botines
El proyecto para la construcción de este edificio de comercio y viviendas se conoce con ese nombre por la castellanización del segundo apellido de uno de los dueños del lugar, Joan Homs i Botinás. En esta obra hace referencia a los construcciones medievales: posee ventanas con pequeñas columnas, torres en las esquinas y un foso rodeado de rejas forjadas en hierro.
Casa Calvet
Gaudí hace un "homenaje" al arte barroco y lo reinterpreta en la Casa Calvet. Las formas y ornamentos de la fachada dan cuenta de eso a través de simbolismos que hacen referencia al linaje.
Catedral de Mallorca
La mayor parte de sus trabajos de restauración, estuvieron centrados en el altar mayor. Además se puede apreciar un exquisito trabajo en detalle en las lámparas, la iluminación y ornamentación.
Casa Batlló
Aquí podemos ver el espíritu creativo de Gaudí en su máximo esplendor. Utiliza tejas de colores con forma de escama, piedras que simulan la forma de los huesos y máscaras, cerámica y vidrio.
La Pedrera
Es considerada una escultura arquitectónica en donde se combina robustez y dinamismo. Esto se logra a través de la mezcla de la solidez de la piedra, con la fluidez de las ondulaciones, lo cual genera una sensación de movimiento.
La Sagrada Familia
Es también conocido como "El último Gaudí". Fue concebido, en el plano de lo simbólico, como una Biblia de piedra, sus fachadas hacen alusión a los tres momentos clave de la vida de Jesús: nacimiento, pasión y resurrección. Todavía no fue finalizada.