La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) destacó la necesidad de reparar y modernizar rutas estratégicas para el comercio nacional. La entidad señaló que el deterioro de las principales vías de transporte afecta la competitividad de las empresas y limita el crecimiento económico en varias regiones del país. Estas consideraciones se presentaron en un documento dirigido al Gobierno Nacional, donde también se identificaron rutas específicas como prioritarias.
Según la CAC, rutas como la Nacional 9, la 34 y la 40 presentan problemas críticos de infraestructura que generan demoras, mayores costos logísticos y riesgos para la seguridad vial. Esta situación, de acuerdo con la entidad, perjudica particularmente a las economías regionales que dependen del transporte terrestre para llevar sus productos a los mercados locales e internacionales. Además, desde la organización subrayaron que estas demandas buscan impulsar el desarrollo del comercio y mejorar la conectividad federal.
La CAC remarcó que una infraestructura vial adecuada resulta esencial para la competitividad del sector privado. En su documento, se argumenta que la falta de inversión en el mantenimiento y ampliación de rutas genera cuellos de botella logísticos que encarecen el traslado de mercaderías y afectan la calidad del servicio. También se advierte que los transportistas enfrentan mayores costos operativos debido al desgaste de los vehículos y el consumo de combustible en trayectos con infraestructura deficiente.
Propuestas de acción
En ese marco relevado, la CAC propuso un plan de acción que incluye la reparación inmediata de las rutas más deterioradas y la implementación de proyectos de ampliación para aquellas que registran altos volúmenes de tránsito. Entre las prioridades se destacan mejoras en la Ruta Nacional 34, que conecta provincias del norte con los principales centros urbanos, y en la Ruta Nacional 40, considerada clave para el turismo y el comercio regional.
Además, la entidad solicitó un mayor compromiso en la asignación de fondos para obras de infraestructura, así como la colaboración del sector privado en la financiación de proyectos. La CAC también instó a las autoridades a fomentar el uso de tecnologías que permitan una gestión más eficiente de las rutas, como sistemas de monitoreo y mantenimiento preventivo.
Impacto en las economías regionales
El deterioro de las rutas tiene consecuencias directas sobre las economías regionales, que dependen en gran medida del transporte terrestre para su funcionamiento. En zonas productoras de granos, frutas y minerales, los costos logísticos pueden representar hasta el 25% del precio final de los productos. Esta realidad limita la competitividad de los exportadores argentinos frente a mercados internacionales más eficientes.
Por otro lado, la falta de conectividad también afecta el desarrollo del turismo, una de las principales fuentes de ingresos en regiones como Cuyo y la Patagonia. La CAC advirtió que sin una mejora sustancial en la infraestructura vial, será difícil atraer inversiones extranjeras y potenciar las cadenas de valor locales.
Un llamado a la acción conjunta
La declaración de la CAC busca generar un debate amplio sobre la importancia de la infraestructura vial para el desarrollo económico del país. La entidad considera que la reparación de rutas estratégicas no solo beneficiará al sector empresarial, sino también a los ciudadanos que dependen de una movilidad eficiente y segura.
El documento concluye con un llamado a la acción conjunta entre el Estado y el sector privado para revertir el deterioro de las rutas y garantizar una red vial acorde a las necesidades del comercio moderno. Según la CAC, solo con un esfuerzo coordinado se podrán alcanzar los niveles de competitividad y desarrollo que Argentina necesita. Seguramente para lograr mejoras, este esfuerzo deberá estar acompañado de una planificación a largo plazo que incluya objetivos de sostenibilidad y aportes tecnológicos para maximizar los resultados.