Con la profesionalización y la adaptación de sus operaciones a las demandas del contexto como norte a seguir, Jorge comparte sus experiencias y miradas sobre el desarrollo de una gestión logística eficiente y alineada con las tendencias medioambientales.
¿Cómo fue la experiencia de crear un departamento de logística desde cero?
Este desafío se produjo en el contexto de una empresa que experimentó un crecimiento rápido, lo que dejó una estructura básica, con pocas personas y un depósito sin una gestión organizada. No había control de indicadores, gestión de stocks, rotación de productos ni de transporte. Por lo que era necesario implementar procedimientos, desde la planificación de demanda hasta el establecimiento de contratos con proveedores y la mejora en el “layout” del depósito.
Para esto, al principio, planteé un plan a cinco años, teniendo en cuenta también los aspectos culturales a transformar.
¿Cómo impactaron estos cambios en la organización?
Implementar indicadores en logística fue clave. Profesionales de otras áreas empezaron a ver cómo la logística influía transversalmente en todos los aspectos del negocio, desde lo financiero hasta lo comercial. Esto permitió una mayor colaboración y un flujo de comunicación más efectivo entre áreas. Hoy, la logística está completamente integrada en la empresa, con procesos definidos, contratos claros con proveedores y una unidad de reciclaje en expansión, contribuyendo a la economía circular.
¿Cuánto del trabajo en este proceso se dedicó al cambio cultural?
Como comúnmente se dice, “a cualquier estrategia la devora la cultura”. Cambiar la cultura fue fundamental, y eso requirió reestructuración y capacitación. Algunas personas no pudieron adaptarse al nuevo enfoque, por lo que hubo que tomar decisiones difíciles y hacer cambios en el equipo.
¿A qué industrias abastecen desde el área logística?
Abastecemos una amplia gama de industrias, que elaboran desde productos pequeños como bolsas de plástico hasta autopartes, insumos médicos, sueros y jeringas. Nuestro mercado es vasto, de hecho, durante la pandemia fuimos declarados una empresa esencial debido a la diversidad de productos que ofrecemos.
¿Cómo gestionás el vínculo con los proveedores de transporte?
El transporte es un proveedor estratégico. Hicimos un esfuerzo por profesionalizar esta relación, implementando contratos, estableciendo niveles de servicio y asegurándonos de que la documentación necesaria estuviera al día. Gracias a este enfoque, las tarifas ya no son un tema recurrente de discusión, incluso en el contexto inflacionario. Además, nuestros transportistas, muchos de los cuales tienen relaciones directas con los clientes, nos ayudan a gestionar entregas, lo que añade valor a nuestro servicio.
¿Cómo es coordinar el abastecimiento de líneas productivas?
Las entregas se realizan en 24 horas, con un nivel de servicio superior al 98%. La coordinación es crucial, ya que en algunos casos estamos abasteciendo a clientes cuya producción podría detenerse si no reciben el insumo a tiempo. A veces, también ofrecemos asesoramiento sobre gestión de stocks para evitar este tipo de situaciones. Cada cliente, ya sea una pequeña fábrica o un parque industrial, tiene una línea de producción que depende de estos insumos.
¿Qué representa la sustentabilidad para la logística en la industria plástica?
En Europa, más del 50% de las empresas están enfocadas en la sustentabilidad y en la economía circular. En nuestro caso, estamos en el proceso de implementar el reciclaje de plásticos, una tarea compleja que aún estamos optimizando. Esto requiere un nuevo enfoque logístico, ya que el material reciclado es menos homogéneo que el material virgen. Con este objetivo, estamos adaptándonos a esta nueva realidad, trabajando para sinergizar ambos tipos de productos en nuestros procesos.
¿Cómo definirías el rol de la logística en la búsqueda de mayor sustentabilidad?
Es fundamental. La logística debe optimizarse para reducir costos y mejorar la operación, asegurando que el flujo de materiales esté bien planificado y ordenado. En el caso del reciclado, esto es aún más crucial, ya que el producto reciclado no tiene la misma rentabilidad que el material virgen, por lo que la precisión en su manejo es esencial para mantener los costos bajos.
¿Cuáles son los KPI o indicadores clave para medir el éxito de la logística?
En nuestro caso, contamos con 15 KPIs, algunos internos y otros corporativos. El principal indicador es el nivel de servicio, que supera el 98% de entregas en 24 horas. También medimos la rotación de productos, lo que compartimos con el área comercial. A pesar de los desafíos derivados de la pandemia, que todavía muestran sus impactos, seguimos ajustando nuestro stock y mejorando la eficiencia de nuestros procesos. La mejora continua es un eje central, por lo que medimos todos nuestros procesos para asegurarnos de que estamos haciendo lo correcto.
¿Te gustaría compartir una reflexión final?
Argentina es un país con desafíos logísticos significativos debido a su tamaño y las condiciones geográficas. La capacidad de adaptación a las particularidades del país y su cultura es esencial para el éxito logístico. Cada país tiene sus propios retos, y en logística, es crucial entender y adaptarse a esas realidades.