Logística de la industria farmacéutica: planificación y adaptación en un sector de primera necesidad

Diego Reverón, gerente de supply chain en la industria farmacéutica, cuenta cuáles son los retos y oportunidades actuales de una especialidad logística que no puede fallar

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Diego Reverón es gerente de
Diego Reverón es gerente de supply chain en la industria farmacéutica (Foto: Movant Connection)

Poniendo el foco en la logística de la industria de los medicamentos, Diego aborda los desafíos que representa optimizar costos y garantizar la disponibilidad, en un mercado en el que proyecta un nivel de competencia creciente.

¿Cuáles son los principales desafíos de tu rol en la cadena de suministro?

El principal desafío radica en la optimización de costos. En un contexto económico más estable comparado con los últimos años, hemos podido enfocar esfuerzos en proyectos que buscan reducir los costos operativos y mejorar la eficiencia. La planificación, en particular, juega un rol clave al minimizar el capital de trabajo inmovilizado, permitiendo que la empresa sea más rentable y líquida. Este enfoque es fundamental para afrontar un mercado cada vez más competitivo.

Otro desafío relevante es mantener un equilibrio entre la anticipación y la flexibilidad. En la logística farmacéutica, los tiempos de respuesta son largos: lo que planeamos hoy puede materializarse en seis meses o más. Esto exige una sensibilidad especial para interpretar las tendencias del mercado y adaptar nuestras decisiones a un entorno cambiante. La clave está en garantizar que los medicamentos estén disponibles cuando los pacientes los necesiten.

¿Qué particularidades presenta la logística del sector farmacéutico?

Es una logística que, aunque sencilla en su estructura, tiene un alto valor y un gran nivel de riesgo. Por legislación, los laboratorios no pueden vender directamente a las farmacias, sino que lo hacen a través de distribuidoras. Esto centraliza el punto de entrega y simplifica la operación. Sin embargo, esta sencillez técnica no elimina la necesidad de una planificación rigurosa y una gestión cuidadosa del inventario.

Además, se trata de un mercado estable, ya que los medicamentos son productos de necesidad, por lo que la gente no elige si seguir comprando o no. No obstante, fundamentalmente las variaciones pueden surgir cuando el Gobierno interviene con compras masivas de medicamentos o programas específicos de determinada droga, lo que exige una respuesta rápida y flexible por parte de los laboratorios.

¿Dónde radican las mayores complejidades de esta industria?

Las principales complejidades están en dos frentes: el punto de venta y la planificación. En el punto de venta, cada laboratorio debe gestionar relaciones con médicos y farmacias para garantizar un servicio ágil y eficiente al paciente final. En cuanto a la planificación, es crucial prever cambios en el mercado y mantener los materiales necesarios para responder a la demanda de forma oportuna.

Históricamente, esta industria ha sido estable, con procesos que no cambiaron durante décadas. Sin embargo, los últimos años han traído cambios significativos, desde restricciones a las importaciones hasta transformaciones culturales en las empresas. Ahora, los laboratorios están incorporando perfiles más diversos y explorando modelos de negocio innovadores, adaptándose a un entorno mucho más dinámico.

¿Cómo han sido los últimos años en este rubro y qué esperas para 2025?

El 2023 fue un año caótico debido a las restricciones económicas y regulatorias, que paralizaron muchas operaciones. En 2024, hemos visto un mercado algo más estable, aunque con una retracción en el consumo debido al retiro del apoyo estatal a las obras sociales y programas como el PAMI. Esto ha llevado a los pacientes a buscar alternativas más económicas, lo que impacta directamente en la industria.

Diego sostiene que la logística
Diego sostiene que la logística de la industria farmacéutica "exige una sensibilidad especial para interpretar las tendencias del mercado" (Foto: Shutterstock)

Para 2025, el panorama será desafiante. La desregulación del mercado permitirá la entrada de medicamentos del exterior, provenientes de países como China o India, donde las escalas de producción y costos son muy diferentes. Esto creará una competencia más agresiva, obligando a los laboratorios nacionales a ser más flexibles y competitivos.

El sector farmacéutico seguramente enfrentará años desafiantes en 2025 y 2026, marcados por cambios en las reglas de juego. La capacidad de adaptación será crucial para enfrentar un entorno competitivo con nuevos jugadores, demandas más exigentes y menor participación estatal.

Más allá de los desafíos, esta transformación también representa una oportunidad para innovar y mejorar. En un sector donde la estabilidad ha sido la norma, abrazar el cambio puede marcar la diferencia entre mantenerse vigente o quedar relegado. El futuro de la industria farmacéutica dependerá de su capacidad para reinventarse.

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