Logística y abastecimiento de bebidas espirituosas: aprendizajes y perspectivas

André Trazzi, director de supply chain en la industria de bebidas espirituosas, analiza las claves logísticas de la industria de este tipo de bebidas

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André Trazzi es director de
André Trazzi es director de supply chain en la industria de bebidas espirituosas (Foto: Movant Connection)

En diálogo con Movant Connection, André comparte su visión sobre la cadena de abastecimiento en el sector de bebidas espirituosas, abordando las particularidades de este rubro, la planificación ante estacionalidades y las proyecciones para el futuro inmediato.

¿Cuáles son los principales desafíos en el sector de bebidas espirituosas?

El mercado mundial de bebidas espirituosas es una industria que mueve aproximadamente 600 mil millones de dólares anualmente, con un crecimiento promedio del 6%. Este crecimiento es impulsado principalmente por regiones como Asia-Pacífico, donde la demanda de productos premium y experiencias únicas ha crecido exponencialmente. Sin embargo, este dinamismo también plantea grandes retos.

Por ejemplo, durante la pandemia, el sector enfrentó un aumento inesperado en la demanda, lo que llevó a inversiones masivas en capacidad. Sin embargo, con la vuelta a la normalidad en 2023, los volúmenes disminuyeron, generando un golpe de normalidad para la industria. A esto se suma la implementación de tarifas en diversos países, decisiones que encarecen los productos. En mercados como Argentina, los desafíos incluyen el impacto de la inflación y la volatilidad cambiaria.

¿Cómo se hace desde un equipo de supply chain para enfrentar los distintos retos del rubro?

Para mantener ese equilibrio, es fundamental gestionar tres aspectos clave: servicio, eficiencia e inventarios. El servicio implica garantizar que los productos lleguen a tiempo y en óptimas condiciones hasta el consumidor final. Esto no solo incluye la logística de entrega, sino también la calidad del producto y su disponibilidad en las góndolas.

En cuanto a la eficiencia, el enfoque está en optimizar costos en manufactura, logística y adquisición de materiales. En un contexto como el argentino, marcado por mucho tiempo por la inflación y restricciones de importación, este aspecto se vuelve crítico para mantener la competitividad. Finalmente, la gestión de inventarios es esencial para garantizar la continuidad operativa y cumplir con los compromisos financieros, así como para permitir inversiones futuras.

El punto de partida para abordar estos desafíos es tener una proyección de demanda bien estructurada. Hoy no basta con mirar datos históricos, también es necesario integrar proyecciones de mercado, estacionalidades y comportamiento del consumidor. Tecnologías como algoritmos predictivos y modelos de consumo permiten anticipar tendencias y preparar a toda la cadena de suministro para responder a ellas de manera eficiente.

¿Qué rol juega la estacionalidad en esta industria?

La estacionalidad es un factor clave en el sector de bebidas. Productos específicos tienen un mayor rendimiento en verano, mientras que otros destacan en invierno. En general, en Argentina se observa un crecimiento en el consumo de bebidas que se suelen consumir antes de la cena. En contraste, el consumo durante las cenas o en horarios nocturnos tiende a estar más estabilizado.

Planificar para estas variaciones requiere una preparación minuciosa. Las proyecciones de demanda deben anticiparse con meses de antelación, especialmente porque muchos insumos provienen de proveedores internacionales.Estas medidas garantizan que los productos estén disponibles en los momentos de mayor demanda, evitando desabastecimientos y sobrecostos.

Andre cuenta que el mercado
Andre cuenta que el mercado mundial de bebidas espirituosas es una industria que, en promedio, crece 6% cada año (Foto: Shutterstock)

¿Qué oportunidades ves para el futuro del sector?

De cara al próximo año, la industria en Argentina enfrenta un panorama de cambios. La eliminación del Impuesto PAIS promete reducir los costos de importación y abrir nuevas oportunidades comerciales con países vecinos como Brasil y Chile. Esto podría favorecer una mayor integración regional y optimizar los costos logísticos, especialmente en lo vinculado al transporte.

Este panorama también permite que el sector se enfoque en mejorar la eficiencia y la productividad. Esto incluye innovaciones, optimizaciones logísticas y desarrollar estrategias como el uso de dual sourcing para diversificar proveedores.

El supply chain es un universo en sí mismo, lleno de complejidad y oportunidades. Pero, si logramos mantener el equilibrio entre servicio, eficiencia e inventarios, estaremos preparados para afrontar los retos que vengan.

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