Los mercados emergentes están experimentando un auge económico que está transformando sus cadenas de suministro y sistemas logísticos. Con un crecimiento significativo en exportaciones e importaciones, estas regiones presentan tanto desafíos como beneficios para las operaciones logísticas globales.
El crecimiento de los mercados emergentes
En 2024, el comercio en mercados emergentes ha mostrado un crecimiento constante, impulsado por el aumento de la producción industrial, la mejora en infraestructuras y el acceso a acuerdos comerciales internacionales. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se estima que estas economías crecerán un 4,6 % este año, en comparación con un 2,5 % en los mercados desarrollados.
Regiones como el sudeste asiático y Latinoamérica lideran este crecimiento. Vietnam, por ejemplo, ha aumentado su capacidad de exportación en un 15 % en los últimos dos años, consolidándose como un hub clave para productos electrónicos y textiles. En América Latina, países como Paraguay y Uruguay están incrementando sus exportaciones de alimentos y bienes agrícolas, abriendo nuevas oportunidades en el comercio global.
Retos logísticos en mercados emergentes
A pesar de las oportunidades, los mercados emergentes enfrentan una serie de desafíos logísticos que limitan su capacidad para competir en el comercio internacional. La falta de infraestructura adecuada es uno de los mayores obstáculos. Muchas regiones carecen de carreteras pavimentadas, puertos modernos y aeropuertos con capacidad para manejar grandes volúmenes de carga. Esto aumenta los costos logísticos y prolonga los tiempos de tránsito.
Las barreras regulatorias son otro obstáculo frecuente. En algunos países, la complejidad de las regulaciones aduaneras y los procesos burocráticos dificultan el movimiento eficiente de mercancías. Esto puede resultar en retrasos y mayores costos operativos.
La adopción de tecnologías avanzadas en la logística, como el seguimiento en tiempo real o el uso de inteligencia artificial para la optimización de rutas, es limitada en muchos mercados emergentes. Esto impide una gestión más eficiente de las cadenas de suministro.
Ciertas implicancias económicas o políticas también se manifiestan como barreras comerciales. Los mercados emergentes suelen ser más vulnerables a la inestabilidad económica y política, lo que puede afectar las inversiones en infraestructura y operaciones logísticas.
Beneficios y oportunidades en mercados emergentes
A pesar de estos retos, los mercados emergentes ofrecen beneficios significativos para las empresas que buscan expandir sus operaciones:
- Bajos costos operativos → La mano de obra más económica y los menores costos de producción hacen que los mercados emergentes sean atractivos para la manufactura y la logística.
- Crecimiento de la clase media → El aumento de la clase media en mercados emergentes impulsa la demanda de productos importados, creando oportunidades para las empresas internacionales.
- Hubs logísticos en expansión → Algunos mercados emergentes están invirtiendo en la creación de hubs logísticos para mejorar su conectividad global. Por ejemplo, Etiopía está desarrollando un nuevo hub en Adís Abeba para fortalecer su posición como puerta de entrada a África Oriental. En Asia, Indonesia está invirtiendo en modernizar el puerto de Tanjung Priok, uno de los más importantes del sudeste asiático.
- Integración en cadenas de suministro globales → Los mercados emergentes se están convirtiendo en actores clave en las cadenas de suministro globales. La proximidad a mercados desarrollados, como el caso de México y Estados Unidos, facilita la integración en estas cadenas.
El futuro de la logística en mercados emergentes
La digitalización y la sostenibilidad son tendencias clave que están moldeando el futuro de la logística en mercados emergentes. La implementación de soluciones tecnológicas, como el blockchain para la trazabilidad y los sistemas de gestión de transporte (TMS), está ganando terreno en estas regiones.
Además, la transición hacia prácticas logísticas más sostenibles, como el uso de vehículos eléctricos y la optimización de rutas, está permitiendo a los mercados emergentes competir de manera más efectiva en un mundo donde la sostenibilidad es cada vez más importante.
Casos destacados: avances y desafíos
En el continente africano, la creación del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) está promoviendo la integración regional y facilitando el comercio intraafricano. Sin embargo, los desafíos logísticos, como la falta de infraestructura y los altos costos de transporte, siguen siendo significativos.
En países como Colombia y Perú se han implementado políticas para mejorar la conectividad logística, incluyendo inversiones en carreteras y puertos. Sin embargo, las barreras regulatorias y la inestabilidad política son desafíos persistentes.
En el sudeste asiático, países como Filipinas y Malasia están invirtiendo en infraestructura portuaria y en zonas económicas especiales para atraer inversiones extranjeras. Estas iniciativas están mejorando la eficiencia logística y posicionando a la región como un hub clave en el comercio global.
En definitiva, la logística en mercados emergentes es un componente esencial para el crecimiento económico y la integración en el comercio global. A pesar de los desafíos, estas regiones ofrecen oportunidades significativas para las empresas que están dispuestas a adaptarse a las condiciones locales y a invertir en soluciones innovadoras.
Con una planificación adecuada y el apoyo de inversiones internacionales, los mercados emergentes tienen el potencial de convertirse en actores clave en la logística global, contribuyendo al desarrollo económico y la sostenibilidad del comercio internacional.