Argentina consolida saldo positivo de su balanza comercial energética

Las exportaciones del sector crecieron un 19,9% en 2024, consolidando al sector como motor clave del comercio exterior argentino

En noviembre, en contraste con el incremento de ventas al exterior, las importaciones de combustibles cayeron un 67,6% (Imagen: Shutterstock)

Argentina alcanzó en noviembre un superávit en la balanza comercial energética de 514 millones de dólares, según datos oficiales recientemente publicados. Este resultado se enmarca dentro de un acumulado de 4.806 millones de dólares en los primeros 11 meses de 2024, consolidando al sector como un motor clave del comercio exterior nacional. La notable combinación de un incremento en las exportaciones y una drástica reducción en las importaciones explica esta performance, que se posiciona como un cambio estructural tras más de una década de déficits consecutivos en el sector.

El crecimiento sostenido de las exportaciones de combustibles y energía alcanzó un incremento interanual del 19,9% en los primeros 11 meses del año, con un total de 8.626 millones de dólares generados. Este monto equivale al 6,7% de las exportaciones totales de Argentina en dicho período. Entre los destinos más relevantes se encuentra Chile, con un registro de 2.430 millones de dólares en exportaciones energéticas, lo que representa un aumento del 64,7% en comparación con 2023.

En contraste, las importaciones del sector cayeron un 49,8% durante el mismo período, totalizando 3.820 millones de dólares, gracias a una menor compra de gas natural licuado (62,5%) y gasoil (52%).

Exportaciones en ascenso

Las exportaciones de combustibles y energía en noviembre fueron especialmente significativas, con un total de 641 millones de dólares. De ese monto, 285 millones provinieron de la venta de aceites de petróleo, lo que posiciona a este producto como el principal impulsor de ingresos en el mes. La diversificación de la matriz exportadora y la recuperación en los precios internacionales explican parte del éxito en el comercio energético, que mantiene una tendencia de crecimiento sostenido a lo largo del año.

El sector energético argentino también se vio beneficiado por la flexibilización de trabas regulatorias impuestas en años anteriores. Estas medidas, adoptadas por el Estado nacional, permitieron a los actores privados del sector operar con mayor libertad y acceder a mercados internacionales estratégicos. En particular, el fortalecimiento de la relación comercial con Chile se convirtió en un pilar fundamental, dado que este país concentró la mayor proporción de las exportaciones argentinas en el sector energético.

Drástica caída de las importaciones

En contrapartida, las importaciones del sector continuaron reduciéndose de manera significativa. En noviembre, las compras externas totalizaron apenas 128 millones de dólares, marcando una caída del 67,6% en comparación con el mismo mes de 2023. Este descenso, que se mantuvo constante a lo largo del año, responde a una combinación de factores, entre ellos, una mayor capacidad de producción local y un ajuste en la demanda interna de combustibles y energía.

Entre los productos que reflejaron la mayor disminución en las importaciones, el gas natural licuado y el gasoil encabezaron las caídas, con descensos acumulados del 62,5% y 52% respectivamente. Este fenómeno no solo evidencia una mejora en la autosuficiencia energética del país, sino que también tuvo un impacto positivo en las reservas internacionales al reducir significativamente la salida de divisas.

Cambio tras 14 años de déficit

El superávit energético registrado en noviembre es particularmente significativo considerando que se trata de la primera vez en 14 años que Argentina logra revertir el déficit comercial en este sector. Este cambio histórico en la balanza energética refleja un punto de inflexión en la estrategia de comercio exterior del país y posiciona al sector como un eje estratégico para el desarrollo económico.

Las importaciones de gas natural licuado y gasoil cayeron 62,5% 52% respectivamente (Foto: Shutterstock)

A lo largo de 2024, la balanza energética mostró una tendencia sostenida hacia el superávit, apoyada en políticas públicas orientadas a fortalecer la competitividad del sector y en la ejecución de proyectos que incrementaron la capacidad exportadora. Además, los precios internacionales de la energía y la creciente demanda de mercados vecinos como Chile fueron factores que jugaron a favor de este desempeño.

En ese marco, el balance del sector energético en 2024 permite observar un potencial aún mayor de cara al futuro. Con políticas que prioricen la estabilidad y la previsibilidad para los actores del sector, Argentina podría seguir fortaleciendo su posición como un jugador relevante en el mercado energético global. En este sentido, el crecimiento de las exportaciones y la disminución de la dependencia de importaciones representan un camino que promete amplias oportunidades para la economía nacional.