En diálogo con Movant Connection, Walter comparte cómo la logística y las certificaciones impactan en los procesos de exportación e importación de esta industria.
¿Qué particularidades vinculadas al comercio exterior tiene esta industria?
Aunque trabajamos en un rubro textil, estamos estrechamente vinculados con el sector médico debido a regulaciones como las de ANMAT. Este organismo regula nuestros productos y nos exige trámites como el certificado de libre venta, que avala la calidad y seguridad de lo que ofrecemos. Este certificado, junto con auditorías periódicas, asegura que nuestros procesos sean aptos para la salud de las personas. Aunque trabajamos con productos de bajo riesgo, el control es fundamental porque refuerza la confianza en lo que producimos, tanto para el mercado local como para la exportación.
Por otro lado, contamos con la certificación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para ingresar al mercado estadounidense. Este proceso garantiza que los productos cumplan con estándares internacionales, y muchos países de Centroamérica también lo exigen como requisito. Esto nos da una ventaja competitiva clave, ya que asegura la calidad y legitimidad de lo que ofrecemos. La certificación es un factor indispensable para diferenciarse en un mercado global cada vez más competitivo.
¿Cómo gestionan la introducción de un nuevo producto en el mercado internacional?
Introducir un nuevo producto requiere varios pasos. Primero, traemos una muestra y elaboramos una descripción detallada, incluyendo su composición química si aplica. Luego, solicitamos el certificado de libre venta, que generalmente se expide en Europa. Este documento debe ser verificado por ANMAT, que chequea todo el proceso y emite un número de registro.
En total, el proceso puede tomar hasta seis meses, incluyendo el tiempo para emitir, apostillar y verificar los documentos. Aunque es un proceso extenso, es esencial para cumplir con los requisitos de calidad y seguridad que exigen los mercados internacionales. Cumplir con estas normativas garantiza que el producto pueda competir en los mercados más exigentes, fortaleciendo la confianza de clientes y socios comerciales.
¿Cómo manejan las importaciones y qué dificultades enfrentan?
Coordinamos el transporte de las importaciones internamente, aunque algunos proveedores pueden cerrarlas desde el exterior. Uno de los principales desafíos logísticos es la congestión en puertos como el de Santos, en Brasil, que retrasa los envíos. A menudo, los buques que deberían ser directos a Buenos Aires hacen escalas imprevistas, lo que genera demoras adicionales. Lo que antes tomaba 30 a 45 días ahora puede extenderse hasta 60 días o más.
En cuanto al transporte aéreo, lo utilizamos solo en casos urgentes, ya que el costo es elevado y afecta los márgenes. Aun así, es una opción viable para situaciones en las que la demanda supera lo esperado o los buques no llegan a tiempo. Este tipo de flexibilidad es clave para mantener el flujo de abastecimiento, especialmente en contextos de alta demanda o de imprevistos logísticos.
¿Cuáles son los principales medios de transporte para exportación?
Para exportar, se utiliza principalmente el transporte terrestre hacia el Cono Sur y el Caribe. El transporte marítimo también es común, aunque presenta menos inconvenientes que en las importaciones. Por ejemplo, los buques para exportación suelen salir directamente cargados, lo que reduce las demoras.
Aún así, siempre tomamos precauciones para evitar problemas. En las importaciones, las demoras son más frecuentes. Si el buque no llega a tiempo y hay una demanda urgente, optamos por transporte aéreo. Esta opción es costosa, pero permite acelerar los tiempos cuando es necesario, equilibrando las necesidades operativas con la satisfacción del cliente.
¿Cuáles son los desafíos actuales para buscar nuevos proveedores?
Uno de los mayores obstáculos es el sistema de pagos. En China, por ejemplo, no aceptan crédito y los cambios constantes en las políticas argentinas dificultan la negociación. Hoy, solo se permite el pago 30 días después de la nacionalización de la carga, lo que complica la apertura de nuevas relaciones comerciales.
A pesar de estas dificultades, seguimos confiando en nuestros proveedores de confianza, quienes valoran que cumplamos con los términos acordados. Explorar nuevos mercados también requiere superar el miedo al comercio exterior, algo que afecta especialmente a las pymes. Muchas no se animan a exportar por desconocimiento, pero con la información adecuada pueden descubrir grandes oportunidades que transformen su negocio.
¿Qué proyecciones tenés para el comercio exterior argentino?
Argentina tiene mucho potencial en comercio exterior, pero las pymes deben animarse más. Si bien el país es complejo, hay oportunidades reales si se apunta a un proceso de modernización, a mejorar la calidad de los productos y optimizar los costos. Importar materia prima de calidad y producir localmente puede abrir puertas a nuevos mercados. Este enfoque no solo mejora la competitividad, sino que también refuerza la confianza de los clientes internacionales.
Es clave que las empresas investiguen, pregunten y apuesten a la capacitación. He visto casos de empresas que tenían miedo de exportar, pero cuando lo intentaron, descubrieron un mercado que les dio grandes beneficios. Salir de la zona de confort siempre da miedo, pero las recompensas valen el esfuerzo. Con el apoyo adecuado y un enfoque estratégico, el comercio exterior puede ser una herramienta poderosa para el crecimiento y la sostenibilidad empresarial.