Sostenibilidad y tecnología: desafíos y oportunidades para la logística del futuro

Marcelo Mattio, vicepresidente de una empresa de servicios logísticos, reflexiona sobre la actualidad de la logística y sobre los retos que determinarán el futuro del sector

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Marcelo Mattio es vicepresidente de
Marcelo Mattio es vicepresidente de una empresa de servicios logísticos (Foto: Movant Connection)

En diálogo con Movant Connection, Marcelo comparte detalles sobre la logística de última milla y sus desafíos vinculados a los avances tecnológicos. Además, propone repensar a las empresas desde una visión en la que el éxito también se mida por su impacto positivo en términos ambientales y sociales.

¿Cuáles son los principales desafíos en la logística de última milla?

La logística de última milla presenta retos diarios que exigen adaptación y eficiencia. Uno de los mayores desafíos es la necesidad de integración tecnológica para responder a las crecientes demandas del e-commerce. Los consumidores esperan rapidez en las entregas, seguimiento en tiempo real y garantías de recepción. Esto ha llevado a la implementación de ruteadores avanzados y aplicaciones de información al cliente, herramientas que son esenciales en un entorno donde las rutas cambian constantemente y los destinatarios varían cada día.

Otro gran desafío es el manejo del territorio. A diferencia de la logística tradicional, donde las rutas pueden planificarse con antelación, en la última milla cada jornada implica nuevas configuraciones y un proceso de organización en tiempo récord. Esto exige una combinación de tecnología y conocimiento territorial para garantizar entregas efectivas, incluso en los contextos más dinámicos.

¿Qué rol juega la sostenibilidad en la industria logística?

La sostenibilidad es un eje fundamental en el futuro de la logística. Esta industria tiene una de las huellas de carbono más altas debido al consumo de combustibles fósiles. Por ello, muchas empresas buscan implementar cambios significativos para reducir su impacto ambiental. Por ejemplo, la adopción de vehículos eléctricos o bicicletas eléctricas es una estrategia clave para disminuir las emisiones. Además, el concepto de “slow delivery”, que permite entregas más espaciadas en el tiempo, podría ser una solución para reducir el tráfico y la polución.

No obstante, la sostenibilidad no se limita al ámbito ambiental. También incluye impactos económicos y sociales. Las empresas deben ser rentables, pero también responsables con sus empleados y las comunidades donde operan. El objetivo es crear un modelo de triple impacto: económico, social y ambiental. Esta visión busca transformar la percepción del éxito empresarial, enfocándose no solo en los beneficios, sino también en el impacto positivo que genera en el mundo.

¿Qué tendencias observás en el e-commerce y su logística asociada?

El e-commerce ha mostrado una evolución constante en el volumen y tipo de productos comercializados. Aunque 2024 fue un año desafiante debido a la recesión, las cuotas de financiamiento impulsaron una recuperación en las ventas. Destaca el crecimiento en la demanda de productos grandes como electrodomésticos y televisores, que además requieren soluciones logísticas específicas.

Otro fenómeno que veo que se va a instalar con fuerza son los envíos internacionales. La eliminación de ciertos impuestos facilitará el acceso a productos de plataformas globales. Sin embargo, este cambio trae consigo nuevos retos, como el proceso de desaduanización, que podría convertirse en un cuello de botella si no se adapta a los volúmenes crecientes.

Según Marcelo, en 2024, con
Según Marcelo, en 2024, con el resurgimiento de las cuotas, creció la demanda de productos grandes como electrodomésticos y televisores (Foto: Shutterstock)

¿Cómo impacta la competencia internacional en los mercados locales?

La apertura a productos internacionales genera una competencia que beneficia a los consumidores al ofrecerles más opciones y mejores precios. Sin embargo, también pone en jaque a intermediarios que no agregan valor significativo al producto. En sectores como el de electrónicos o ropa, la importación directa podría reducir precios sin afectar considerablemente a la industria local, ya que muchas de estas actividades son meramente comerciales y no de producción.

Esta competencia también obliga a las empresas nacionales a innovar y ser más eficientes. Aunque inicialmente puede generar tensiones, es un paso hacia una economía más competitiva y alineada con las dinámicas globales.

¿Qué papel juega la inteligencia artificial en la logística?

La inteligencia artificial (IA) es una aliada crucial para la eficiencia operativa en logística. Herramientas como sistemas de ruteo optimizado y clasificación automática de paquetes han mejorado significativamente los procesos, permitiendo manejar mayores volúmenes sin necesidad de incrementar proporcionalmente la mano de obra.

Sin embargo, el componente humano sigue siendo indispensable. La distribución física de paquetes, especialmente en territorios complejos, requiere una combinación de tecnología y trabajo manual. Aunque existen prototipos de drones y robots para entregas, su implementación masiva está lejos de ser una realidad, especialmente en mercados como el latinoamericano.

¿Cómo ves el futuro de la logística frente a todos estos retos?

El sector logístico enfrenta un futuro lleno de desafíos, pero también de oportunidades para innovar y mejorar. Creo que la clave estará en cómo adaptemos nuestras operaciones a un modelo más sostenible, incorporando tecnología avanzada y una gestión que contemple el impacto social y ambiental de nuestras acciones.

Personalmente, quiero pensar en una industria que sea eficiente y rentable pero que también sea responsable. Es fundamental entender que no se trata solo de ser mejores en lo que hacemos, sino de ser mejores para el mundo en el que vivimos.