México se mantiene como el principal socio comercial de Estados Unidos por segundo año consecutivo, según los datos más recientes publicados por la Oficina del Censo estadounidense. Entre enero y octubre de 2024, las exportaciones e importaciones entre ambos países sumaron un total que representa el 15,9% del comercio internacional de Estados Unidos, superando ampliamente a Canadá (14,4%) y China (10,9%).
Las exportaciones mexicanas hacia su vecino del norte alcanzaron los 424.400 millones de dólares, consolidando su posición en el liderazgo comercial. Por su parte, Canadá se ubicó en el segundo lugar con 343.800 millones de dólares en exportaciones hacia Estados Unidos. Sin embargo, este último país sigue enviando la mayor parte de sus exportaciones a Canadá, con un monto de 293.300 millones de dólares, aunque México le sigue de cerca con 282.500 millones de dólares.
Un liderazgo en construcción
México logró desplazar a China como el principal socio comercial de Estados Unidos en 2019, un hito beneficiado por las tensiones de la guerra comercial entre ambas potencias. Aunque China retomó temporalmente la posición en 2020, la pandemia de Covid-19 afectó su crecimiento económico, lo que permitió a México consolidarse nuevamente en el liderazgo. Desde entonces, el comercio transfronterizo entre México y Estados Unidos ha experimentado un incremento constante, impulsado por el dinamismo de las cadenas globales de valor y la fuerte presencia de industrias de ensamblaje en territorio mexicano.
Los resultados del comercio bilateral entre estos dos países también reflejan el impacto de las políticas económicas de Estados Unidos. El crecimiento sostenido del consumo de los hogares estadounidenses ha sido un motor clave, acompañado de una política monetaria más restrictiva por parte de la Reserva Federal (Fed), que busca controlar la inflación tras un periodo de alta volatilidad.
Desafíos en el horizonte
A pesar de este panorama positivo, la relación comercial enfrenta desafíos significativos. La política económica del presidente electo, Donald Trump, genera incertidumbre debido a sus propuestas de imponer aranceles a México y Canadá bajo pretextos que van desde la migración hasta el narcotráfico. Estas amenazas podrían afectar el flujo comercial y la integración de las cadenas productivas en América del Norte.
Además, aunque la inflación en Estados Unidos ha mostrado una notable disminución, los expertos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advierten que los recientes cambios en la política monetaria podrían frenar esta tendencia. Si bien la Fed redujo su tasa de referencia en 75 puntos base durante 2024, los analistas consideran que un repunte inflacionario podría complicar los acuerdos comerciales entre las principales economías del continente.
México: un socio estratégico
A pesar de las incertidumbres, México sigue siendo un pilar en el comercio norteamericano. Su participación en el comercio con Estados Unidos no solo fortalece a su economía, sino que también subraya su papel como un actor clave en la región. La relación bilateral entre ambas economías es fundamental para mantener la competitividad de América del Norte en un mercado global cada vez más complejo.
En este entorno, es crucial que México adopte estrategias que le permitan mantenerse competitivo. Entre ellas, destacan la diversificación de exportaciones, el fortalecimiento de la infraestructura logística y la inversión en innovación tecnológica. Estas medidas no solo ayudarán a enfrentar los desafíos actuales, sino que también posicionarán al país para aprovechar nuevas oportunidades en el comercio internacional.
El liderazgo comercial de México con Estados Unidos es un reflejo de su capacidad para adaptarse a un entorno dinámico y desafiante. Mantener esta posición requerirá un esfuerzo conjunto entre su Gobierno, su industria y su sector privado, pero los beneficios potenciales para ambas economías hacen que valga la pena el desafío.