Los desafíos logísticos del salmón: cómo garantizar frescura y calidad en un mercado global exigente

El transporte de productos perecederos como el salmón plantea desafíos logísticos únicos que se han intensificado en 2024 debido a la creciente demanda mundial y a las nuevas normativas sobre sostenibilidad y calidad

El transporte del salmón requiere condiciones específicas que incluyen temperaturas controladas, tiempos de tránsito reducidos y monitoreo constante (Ilustración: Movant Connection)

A medida que este sector continúa expandiéndose, garantizar que el salmón llegue fresco y seguro a mercados cada vez más lejanos se ha convertido en una prioridad estratégica para la industria logística.

La creciente demanda del salmón en 2024

El salmón se ha consolidado como uno de los productos pesqueros más demandados a nivel mundial.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el comercio de salmón mostró un incremento constante, registrando un crecimiento medio anual del 10,4% en términos de valor desde 1976. Este crecimiento supera el ritmo medio general observado en el comercio de productos acuáticos de origen animal, que se situó en el 7,2% durante el período 1976-2022.

Este incremento genera una presión significativa en las cadenas logísticas que deben garantizar entregas en tiempo récord y mantener estándares de calidad rigurosos.

En Argentina, el consumo de salmón también ha crecido, con importaciones provenientes principalmente de Chile, uno de los mayores productores del mundo. Esta conexión con el mercado chileno, combinada con la demanda interna, obliga a optimizar procesos de transporte y almacenamiento para evitar pérdidas y mantener la frescura.

Transporte refrigerado: un eslabón crítico

El transporte del salmón requiere condiciones específicas que incluyen temperaturas controladas, tiempos de tránsito reducidos y monitoreo constante. La logística refrigerada, conocida como cold chain, juega un papel fundamental para evitar interrupciones que puedan comprometer la calidad del producto.

Los principales desafíos en este punto incluyen:

  • Fallas en la cadena de frío: Un cambio de temperatura de apenas un par de grados puede afectar la frescura del salmón, generando pérdidas económicas y dañando la reputación de los exportadores.
  • Restricciones en rutas aéreas: El transporte de salmón fresco depende en gran medida del transporte aéreo. Sin embargo, la saturación de vuelos de carga y los altos costos de combustible han complicado los envíos internacionales en 2024.
  • Impacto climático: Fenómenos meteorológicos extremos han interrumpido rutas marítimas y terrestres, obligando a las empresas a reconfigurar sus cadenas de suministro.
Para Argentina, el reto será fortalecer las conexiones logísticas con los mercados internacionales y adaptar sus infraestructuras para manejar volúmenes crecientes de salmón importado y exportado (Imagen: Istock)

Innovación tecnológica para asegurar la frescura

En respuesta a estos desafíos, la industria logística ha adoptado tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia y reducir riesgos. Entre las soluciones más destacadas se encuentran:

  • Sensores IoT: Permiten monitorear en tiempo real la temperatura, humedad y ubicación de los cargamentos de salmón. Si se detecta una anomalía, las alertas automáticas permiten actuar rápidamente para corregir el problema.
  • Blockchain: Esta tecnología garantiza la trazabilidad completa del producto, desde su origen hasta el consumidor final, brindando transparencia y seguridad a toda la cadena de suministro.
  • Embalajes inteligentes: Los envases desarrollados con materiales térmicos y ecológicos ayudan a mantener las condiciones óptimas durante el transporte y almacenamiento.

La sostenibilidad, un reto creciente

En 2024, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para los actores de la logística de perecederos. Las normativas internacionales exigen prácticas más responsables.

Además, la industria enfrenta presiones para minimizar el desperdicio de alimentos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las pérdidas y desperdicios de alimentos en las cadenas de suministro pesquero y acuícola son un desafío importante, aunque las cifras exactas varían según la región y las prácticas logísticas.

La implementación de medidas más estrictas en cada etapa del proceso logístico, como el uso de tecnologías avanzadas para el monitoreo de temperatura y la mejora de las prácticas de manipulación, es esencial para minimizar estas pérdidas y garantizar la calidad del producto hasta el consumidor final.

Proyecciones para 2025 y más allá

A medida que se acerca 2025, se espera que la logística del salmón y otros productos perecederos enfrente mayores desafíos debido al crecimiento del comercio global y a las exigencias de sostenibilidad. Las inversiones en tecnología serán clave para garantizar la eficiencia y la competitividad en un mercado cada vez más demandante.

Para Argentina, el reto será fortalecer las conexiones logísticas con los mercados internacionales y adaptar sus infraestructuras para manejar volúmenes crecientes de salmón importado y exportado. Este esfuerzo no solo beneficiará a los consumidores, sino que también abrirá nuevas oportunidades económicas para el país en el ámbito del comercio exterior.

En un mundo donde la frescura y la calidad son factores no negociables, la logística del salmón se mantiene como un ejemplo de cómo la innovación y la adaptación son esenciales para enfrentar los desafíos del comercio global.