Argentina y Brasil firmaron un Memorando de Entendimiento que habilita la exportación de hasta 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural desde la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta hacia el país vecino. El acuerdo se suscribió en el marco de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, durante una reunión bilateral entre el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, y el ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira.
El memorando establece las bases para desarrollar la infraestructura necesaria que permita el transporte del combustible desde los yacimientos argentinos hasta el mercado brasileño. En una etapa inicial, se utilizarán conexiones existentes como el gasoducto que une Argentina con Bolivia, modificado recientemente para revertir su flujo y facilitar la llegada de gas argentino al país vecino. Posteriormente, se proyectan nuevas rutas de transporte que podrían incluir gasoductos adicionales y transporte marítimo de gas natural licuado.
Primeras exportaciones previstas para 2025
A partir del próximo año, se espera que comiencen las primeras exportaciones con un volumen inicial de hasta 3 millones de metros cúbicos diarios. Estas operaciones utilizarán el gasoducto Bolivia-Brasil, conocido como Gasbol, una infraestructura clave construida en la década de 1990 que conecta a ambos países. Este volumen inicial servirá como prueba piloto para evaluar la factibilidad técnica y económica del acuerdo, mientras se desarrollan alternativas para ampliar la capacidad de transporte.
Entre las rutas en análisis se encuentran opciones como un gasoducto directo desde el norte argentino hasta el estado brasileño de Mato Grosso do Sul y otro que conecte las provincias del noreste argentino con la ciudad brasileña de Porto Alegre. Una tercera alternativa evalúa el tránsito del gas a través de Paraguay, mientras que una cuarta propone el transporte marítimo desde terminales en Argentina hacia las plantas de regasificación situadas en el litoral brasileño. Estas rutas adicionales requerirán inversiones privadas significativas, lo que plantea desafíos en términos de financiamiento y plazos de ejecución.
Impacto económico y energético
Vaca Muerta, una de las mayores reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo, continúa consolidándose como un activo estratégico para Argentina. Con una capacidad máxima de producción estimada en 47 millones de metros cúbicos diarios, el yacimiento no solo abastece el mercado interno, sino que ahora se proyecta como un pilar clave para la integración energética regional. Este acuerdo con Brasil marca un avance en la diversificación de mercados y el fortalecimiento de la balanza comercial energética argentina.
En el caso de Brasil, la importación de gas argentino no solo permite suplir la reducción de los envíos desde Bolivia, sino que también representa una herramienta para reducir los costos energéticos, promover la reindustrialización y avanzar hacia metas de descarbonización. El gas natural se posiciona como una fuente de energía de transición, especialmente en un contexto global donde la sostenibilidad energética se convierte en una prioridad.
Perspectivas y desafíos futuros
La implementación del acuerdo requerirá superar diversos desafíos, desde la concreción de inversiones para la construcción de nuevas infraestructuras hasta la coordinación regulatoria entre los dos países. Sin embargo, en los cálculos de las dos administraciones nacionales el potencial beneficio económico y energético que puede significar justifica los esfuerzos. Argentina se posiciona como un proveedor clave en la región, mientras que Brasil refuerza su capacidad para diversificar sus fuentes de energía.
A medida que avanza el proyecto, el gas de Vaca Muerta podría consolidarse como un recurso central para la transición energética de Sudamérica, aportando competitividad y estabilidad en un contexto energético global en constante transformación. Este acuerdo subraya la importancia de la integración regional como herramienta para enfrentar desafíos compartidos y aprovechar oportunidades económicas estratégicas.