El ingreso de camiones cargados con trigo en los puertos del Gran Rosario alcanzó un nivel máximo en siete años durante la primera semana de noviembre, marcando un inicio destacado para la campaña 2024/25, según se indicó desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Según la última actualización del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), el flujo hacia la zona portuaria se intensificó, con un total de 2.986 camiones en tan solo tres días. Esta cifra rompe el promedio semanal de 450 camiones registrado en el último mes y resalta la importancia de la cosecha que ya avanza en las provincias del norte argentino.
Mientras que a nivel nacional la cosecha de trigo llega al 11% del área proyectada, en provincias como Salta, Jujuy y Corrientes ya se encuentran prácticamente finalizadas. Otras provincias como Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Catamarca y Tucumán superan el 50% del área destinada al trigo, generando un flujo constante de toneladas hacia los mercados de comercialización. Esta tendencia, impulsada en gran parte por el volumen disponible y la necesidad de rotación de stock en el mercado local, ha permitido que el nivel de ingresos de trigo rompa con la estacionalidad normal, según datos del monitor SIO-Granos.
Exportación y bajo volumen de ventas externas
A pesar de la intensidad en la llegada de camiones y la rápida comercialización en el mercado interno, el sector exportador de trigo presenta un panorama menos favorable. Hasta el momento, las declaraciones de ventas externas apenas alcanzan una cuarta parte de las compras acumuladas para la nueva campaña, un nivel de cobertura que se posiciona como el más bajo en los últimos nueve años. Con solo 720.000 toneladas declaradas para exportación en la campaña 2024/25, los márgenes para el sector se ven restringidos.
Además, casi el 50% de estas compras fueron realizadas durante mayo de este año, con precios significativamente más altos que los actuales. La caída en las expectativas de ventas externas podría tener consecuencias en el posicionamiento competitivo del trigo argentino en el mercado global, especialmente considerando la falta de acuerdos a precios más recientes, que podrían dar una ventaja en costos a los compradores de exportación.
Coberturas récord en el mercado de futuros
El volumen de operaciones en el mercado de futuros para la campaña de trigo 2024/25 ha alcanzado niveles sin precedentes ha incrementado notablemente, como respuesta a la inestabilidad en los precios y las incertidumbres respecto a regulaciones y aranceles. Este incremento en el uso de futuros como herramienta de cobertura refleja la precaución de los operadores y productores frente a posibles fluctuaciones.
A lo largo del año, factores como la presión arancelaria, la falta de competitividad internacional y la dinámica fluctuante del mercado han incentivado la cobertura a través de contratos a futuro, en lugar de acuerdos con precios fijos. Solo un 10% del trigo comprometido se pactó con precios fijos, y el restante se canalizó en futuros, lo que da cuenta de una estrategia de reducción de riesgo que podría marcar tendencia en esta campaña.
Oportunidades internacionales y el rol de Argentina en el mercado externo
A nivel internacional, el mercado de trigo se mantuvo estable a pesar de una semana cargada de eventos clave para los commodities agropecuarios. La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y el reciente recorte de tasas de interés por la Reserva Federal, de 25 puntos básicos, no generaron mayores cambios en la tendencia de los precios.
Frente a esta coyuntura, Argentina podría ganar relevancia como proveedor competitivo en la región del sudeste asiático y en el mercado brasileño, donde se espera una menor producción debido a las revisiones a la baja en la cosecha de trigo. Sin embargo, esta mayor competitividad todavía no se traduce en acuerdos concretos, aunque existen indicios de que los precios actuales del trigo argentino podrían favorecer nuevos negocios en mercados regionales.
Con una cosecha en avance, la campaña 2024/25 presenta una serie de desafíos para el trigo argentino. En el frente externo, la competencia y la estabilidad de precios condicionan las exportaciones, pero la posición de Argentina como proveedor en mercados clave podría consolidarse si se mantienen los actuales niveles de competitividad.