Logística y liderazgo: estrategias para la conformación de equipos motivados

En esta entrevista brindada a Movant Connection, Fer resalta la importancia de habilidades como la comunicación y la empatía. Además, analiza el impacto de la tecnología en el trabajo y comparte estrategias para gestionar equipos y promover una cultura de respeto dentro de las organizaciones.

La logística es un sector exigente, donde el trabajo bajo presión y los resultados son indispensables. Para liderar en un entorno así, es fundamental transmitir un propósito claro a todos los integrantes del equipo para que logren conectarse con la tarea que les corresponde. Un ejemplo de esto, es que una empresa de logística fue reconocida tres años consecutivos como “Great Place To Work”, según una encuesta completada por sus empleados. Esta empresa sigue la regla de las dos R: resultados y respeto. Lograr resultados es imprescindible, pero debe hacerse respetando a todos los involucrados: empleados, colegas, clientes y proveedores.

Cuando los trabajadores entienden el propósito de sus tareas, se genera un impacto positivo en el servicio y, en consecuencia, en la satisfacción personal y laboral. En un ambiente tan exigente como el de la logística, esta conexión con el propósito es lo que mantiene a los equipos motivados y enfocados en un objetivo común. En este sentido, liderar es más que solo dirigir, es inspirar y lograr que cada persona sienta que su trabajo tiene un impacto real en el resultado final.

Todo comienza con ser buena persona. Los líderes que recordamos no son aquellos con más títulos o dinero, sino quienes nos inspiraron y nos enseñaron. Mi mantra diario es una frase de la Madre Teresa de Calcuta: “Que nadie venga a ti sin irse mejor y más feliz”. La aplico en todos los aspectos de mi vida, desde una charla con un proveedor hasta un saludo a un trabajador de seguridad o limpieza, y creo que todas las personas que pretendan liderar un equipo deberían tener eso en mente.

Pequeños gestos, como un saludo, pueden cambiar el día de alguien y, con ello, mejorar el entorno laboral y social. Este enfoque no solo mejora la moral del equipo, sino que también fomenta un ambiente de trabajo más saludable y colaborativo. Cuando los líderes muestran empatía y respeto, contagian una cultura de propósito que resuena en cada interacción y proceso dentro de la organización.

En la logística, cuando alguien no cumple con su tarea, se afecta toda la cadena de valor. La interdependencia es una constante en este sector, por lo que una falla en un eslabón puede generar consecuencias en cascada.

En ese marco, creo que la clave está en ser duro con las ideas y suave con las personas, una filosofía que ayuda a mantener la armonía y efectividad en los equipos. Este enfoque permite señalar problemas sin dañar las relaciones interpersonales y asegura que se trabaje en conjunto para resolver los desafíos. En un sector tan dinámico como la logística, mantener esta práctica es esencial para sostener la productividad y la cohesión del equipo.

En lugar de confrontar al otro directamente, siempre recomiendo comenzar por uno mismo al expresar el impacto de las acciones: “Cuando se incumple lo pactado, yo me siento mal y afecta a todo el equipo”. Esto impide la posibilidad de un desafío, porque estoy comunicando lo que yo siento y, a la vez, genera conciencia sobre cómo los actos individuales repercuten en el grupo.

La llegada de la inteligencia artificial (IA) marca la 5º Revolución Industrial, que está transformando nuestra forma de trabajar, vivir y comunicarnos. En mi experiencia, la IA potencia nuestras capacidades, permitiéndonos ahorrar tiempo en tareas repetitivas y enfocarnos en lo que agrega valor, como las interacciones humanas y la creatividad.

Por otra parte, existe la idea de que la tecnología está desplazando a los humanos. Yo estoy totalmente en desacuerdo con esa afirmación. Quien nos va a reemplazar, si no nos adaptamos, va a ser una persona que domine la tecnología.

De hecho, el Foro Económico Mundial predice que, si bien muchos trabajos desaparecerán, surgirán el doble de oportunidades nuevas. Adaptarse y aprovechar la IA es esencial para el futuro laboral. Utilizar la IA de manera estratégica nos permite dedicar más tiempo a tareas que agregan valor y que requieren pensamiento crítico y empatía, elementos que siguen siendo insustituibles por la tecnología. Aquellos que abracen y dominen estas herramientas tendrán una ventaja competitiva en un mundo en constante cambio.