En esta entrevista, Gisela explica cómo se aplican las herramientas del coaching para optimizar la dinámica de los equipos de trabajo en logística, un sector donde la retención de talento es un desafío para las organizaciones, que hoy no deben perder de vista el bienestar de sus colaboradores para poder obtener buenos resultados.
¿Qué es el life coaching?
El life coaching es un proceso de acompañamiento que busca mejorar la calidad de vida de las personas, abarcando tanto aspectos personales como profesionales. Ayudamos a las personas a identificar y resolver aquellas cuestiones que pueden mejorar su día a día. Partimos de la premisa de que sin una base sólida en el presente no podemos construir un futuro significativo. Es un enfoque que nos permite guiarlos en sus decisiones, de manera que puedan alcanzar sus objetivos de forma coherente con sus necesidades y valores.
A menudo, las personas se encuentran atrapadas en ideas, emociones o dilemas que no saben resolver. En esos momentos, el coaching actúa como un recurso para organizar los pensamientos y tomar decisiones que mejoren la calidad de vida.
¿Cuáles consideras que son las competencias personales necesarias en el rubro de la logística?
El ámbito de la logística requiere capacidad para manejar una gran cantidad de variables interconectadas. Esta característica la hace única y, a la vez, cada vez más relevante en la vida cotidiana.
Desde el coaching, vemos una similitud entre el manejo de variables que se lleva a cabo en la logística y el que tiene lugar en la vida de una persona. Ambas áreas requieren analizar situaciones complejas y que se tomen decisiones oportunas que, aunque parezcan pequeñas, pueden modificar todo el curso de un proceso o de una vida. En logística, al igual que en la vida, una pequeña decisión o error puede cambiar el rumbo de un proyecto o de una persona, lo cual resalta la importancia de contar con profesionales capaces de enfrentar esta complejidad.
¿Cuáles son los aportes que desde el coaching se pueden obtener para la optimización de las operaciones logísticas?
Un aspecto clave se relaciona con la necesidad de poner al frente de cada cuestión logística a las personas que verdaderamente puedan estar a cargo de la complejidad de variables que tienen que administrar.
Nosotros trabajamos con la teoría de Elliott Jaques, que no es muy conocida por la gente, y que se enfoca en identificar cuál es la complejidad del funcionamiento cerebral de una persona para poder identificar cuál es la complejidad que puede manejar afuera del cerebro.
Hay que tener muy en cuenta que la cabeza de un logístico debe contar con una complejidad alta.
Esto se trabaja a partir de la herramienta del análisis del discurso, lo que permite identificar cuál es la complejidad cerebral de una persona, para luego poder asignarle las funciones que más se adaptan a sus características.
Cuando vos utilizas el análisis del discurso y empezás a ubicar a las personas en las funciones indicadas, las empresas se vuelven muy exitosas.
¿Qué rol juegan las habilidades blandas en el sector logístico y cómo impactan en el entorno laboral?
Las habilidades blandas son fundamentales para el sector logístico, un ámbito donde la presión, los plazos y la necesidad de precisión son constantes. Estas habilidades, que incluyen la comunicación efectiva, la adaptabilidad, el trabajo en equipo y la capacidad de resolución de conflictos, son clave para mantener la cohesión de los equipos y enfrentar los desafíos del día a día.
La logística no solo requiere conocimientos técnicos, sino también una gran habilidad para gestionar relaciones interpersonales, especialmente en momentos de mucha presión. La habilidad de conectar y entender a los demás ayuda a prevenir malentendidos y facilita un ambiente de trabajo colaborativo, incluso en situaciones complejas.
¿Cómo abordar los desafíos vinculados a la retención de talento?
La retención de talento se ha convertido en uno de los mayores retos para las empresas. Hoy en día, los jóvenes profesionales buscan un equilibrio entre productividad y calidad de vida, algo que no siempre es fácil de proporcionar en un ambiente tan demandante como la logística. Este cambio en las expectativas laborales obliga a las empresas a adaptarse, ofreciendo entornos de trabajo donde el bienestar del empleado sea tenido en cuenta.
Ahora para poder ganar dinero tenés que ocuparte de que la gente sea feliz. Un entorno que promueva un mayor bienestar en el trabajo impacta directamente en la motivación y el compromiso del equipo. A la vez, al fomentar espacios de crecimiento y equilibrio, las empresas tienen más posibilidades de retener el talento y lograr una mayor productividad.
¿Cómo percibís el impacto de la tecnología, en especial la inteligencia artificial, en el mundo del trabajo y en la logística?
La tecnología y, en particular, la inteligencia artificial (IA), han llegado para quedarse, y oponerse a su avance es una batalla perdida. En lugar de resistirnos, debemos aprender a integrar la tecnología en nuestras tareas, enfocándonos en aquellas habilidades que la IA no puede reemplazar, como la empatía, el pensamiento intuitivo y la conexión humana.
La IA puede encargarse de tareas operativas y repetitivas, permitiendo que los profesionales en logística se concentren en aspectos estratégicos y en la toma de decisiones que requieren un juicio humano. Esto no significa que la tecnología sustituya a las personas, sino que las complementa y permite mejorar la eficiencia de algunos procesos complejos.
¿Cómo imaginás la evolución de las empresas del rubro logístico?
Considero que las empresas del sector logístico van a evolucionar hacia modelos cada vez más colaborativos y flexibles. Un cambio clave es la implementación de sistemas de recompensa que promuevan el trabajo en equipo en lugar de enfocarse exclusivamente en logros individuales. Esta transformación impulsa una mentalidad colaborativa, en la que cada miembro entiende que su éxito individual también es el éxito del equipo y, en última instancia, de toda la cadena logística. Este tipo de enfoque es esencial en logística, donde cada etapa del proceso depende de la colaboración eficiente entre todos los involucrados.
Mirando hacia el futuro, esta visión integradora será fundamental para enfrentar los desafíos que plantearán las nuevas demandas del mercado. A medida que la logística se convierte en un sector más complejo y dinámico, la capacidad de adaptación, la cohesión del equipo y la innovación serán claves para mantener una cadena de suministro sólida y flexible.