Las áreas de abastecimiento, donde se alinean el comercio exterior y la logística, cobran cada vez más relevancia gracias a la “mirada integral” del negocio que ofrecen estas actividades. Así nos lo cuenta Fernando en esta entrevista para Movant Connection, desde su amplia experiencia en la gestión de abastecimiento de equipamientos para la industria del agro.
¿Cómo describirías las particularidades logísticas de las maquinarias agrícolas?
El de maquinarias agrícolas es un rubro que no presenta tantos volúmenes, si uno lo compara, por ejemplo, con la industria automotriz. Por eso, su complejidad pasa por el tipo de material que se moviliza, como en el caso de las cosechadoras que pesan más de 15 toneladas.
Entonces, los desafíos no pasan tanto por el volúmen que se gestiona, sino por las diversas problemáticas técnicas vinculadas al movimiento de este tipo de cargas de manera confiable. Son operaciones que presentan un riesgo de seguridad altísimo y hay que saber desarrollarlas bajo las condiciones adecuadas.
¿Qué representa gestionar la cadena de abastecimiento de una industria productiva como la de maquinarias agrícolas?
Significa gestionar logística y manejo de materiales pero, sobre todo, de información, que para mí muchas veces es tan importante como mover productos.
Para eso, uno toca un montón de actores, desde comercio exterior, compras, proveedores, clientes, la misma producción. Por lo que si uno tiene ganas y ojo para interpretar, creo que se puede llevar un pantallazo bastante completo del rubro en el que está y, por lo tanto, puede ser un actor importante a la hora de opinar en la mesa chica de la empresa.
En términos generales, creo que cada vez más la logística y el supply son partícipes del negocio. Antes se las interpretaba como las áreas necesarias para que un producto llegue al cliente, o para que una materia prima llegue a la línea de producción. Pero hoy creo que son claramente actores importantes en la mesa de decisiones de las organizaciones.
Yo trato de interpretar la cadena de suministro como un todo, incluso con la producción dentro. Nosotros somos una cadena que termina cuando le entregamos al cliente el producto final, y una parte importante de esa cadena es el comercio exterior.
¿Cómo es tu vinculación desde supply chain con el comercio exterior?
Hoy creo que en el mundo, pero en Argentina mucho más, el área de comercio exterior es súper importante. La velocidad con la que dicho sector se adapta, o interpreta los cambios normativos que surgen con bastante frecuencia, representa un diferencial entre una empresa y otra.
Qué tan rápido me adapto me va a hacer diferente a mi competencia, por eso hoy, el área de comex, no es solamente necesaria para “cruzar la Aduana”, sino que es un actor más en la toma de decisiones, que puede traer ideas, reducciones de costos y oportunidades de negocio.
Para esto el rol de los equipos de trabajo es clave, y más allá de su expertise técnico, son muy importantes las “soft skills”, las habilidades blandas que marcan la forma en la que las personas se relacionan, tanto dentro del equipo como con las otras áreas.
¿Cómo describirías la articulación del supply chain con las otras áreas de las organizaciones?
En casos como el que me toca, vinculados también al abastecimiento de líneas productivas, mi principal cliente es la manufactura. Pero, a la vez, también el área de supply chain se encarga de hacer la distribución de los productos terminados, entonces, de algún modo su rol se transforma en cliente de la manufactura, que ahora actúa como proveedor.
Entonces, creo que es clave tener muy claro quién es conceptualmente tu cliente en cada caso. Esto ayuda mucho, por ejemplo, en las comunicaciones diarias para no caer en discusiones sin sentido.
El área de supply chain es muy interesante porque brinda una visión bastante integral del negocio, ya que te puede conectar tanto con un proveedor pyme que abastece una pieza pequeña, como con el dueño de la empresa misma y con un cliente que tiene una producción agrícola enorme que está esperando una flota de tractores.
De esta forma, cuando uno toca las dos puntas del proceso creo que entiende bastante mejor el negocio y, en definitiva, donde puede opinar para que el negocio crezca y mejore. Creo que eso es lo más interesante de todo, además de ser estrictamente “el de logística”, ser también el que opine para que el negocio mejore y cambie.
¿Cuáles son tus expectativas sobre el futuro cercano de tu actividad?
Argentina es realmente top mundial en el agro y no solamente en volumen, sino también en desarrollos tecnológicos. Su agroindustria, me atrevo a decir, se posiciona entre las cinco más importantes del mundo.
En este sentido, nuestra actividad está directamente vinculada con la dinámica de los commodities, como la soja y el trigo. Pero es una industria en crecimiento sostenida por la necesidad de abastecer a un mundo que crece en cantidad de habitantes.
Por esto creo que la tendencia a futuro es más que positiva, la demanda está y va a seguir creciendo, incluso, a pesar de las fluctuaciones que puedan surgir.