Las nuevas generaciones y particularmente las mujeres son las grandes cuentas pendientes del sector logístico español, que no logra atraer a estos perfiles hacia la actividad, en tiempos en los que la edad media de los trabajadores logísticos continúa elevándose al no generarse la necesaria renovación generacional. Sobre esto y mucho más nos cuenta Diego en esta entrevista con Movant Connection.
¿Cuál es tu mirada sobre la actualidad del sector logístico español?
Yo creo que no solo en España, sino a nivel mundial y en el mercado globalizado en el que estamos, vivimos con incertidumbre y con preocupación por todo lo que está pasando a nivel geopolítico, que es lo que en cierta medida va a marcar la agenda de la economía en Europa y también en el resto del mundo.
En cuanto a la logística, que es uno de los buenos termómetros que marcan cuando la economía va mal, actualmente se ve afectada por las consecuencias de los dos principales conflictos bélicos que hay en el mundo, los cuales finalmente afectan a los consumidores.
Sin embargo, en España, estamos creciendo a nivel de PIB por encima del resto de países de la Unión Europea y el sector logístico crece por encima del resto de sectores. De igual modo, el empleo en el sector logístico sigue creciendo y aumentando por encima también del resto de los sectores, con lo que el corto plazo es interesante, pero existe una gran incertidumbre sobre el medio y largo plazo.
¿Y en cuanto al conflicto latente que existe con el sector del transporte terrestre de cargas?
Es un tema histórico que sale cada vez más a la luz, y se relaciona con el hecho de que el transporte es probablemente la actividad de la cadena de suministro que más valor aporta y la que menos se valora.
Es decir, si hay que apretar costes, pues se aprieta normalmente por vía del transporte y, sobre todo, del transporte por carretera y esto tiene su impacto. Otro aspecto importante es el nivel de exigencia que las actuales cadenas de suministro tienen a nivel de costes, que impacta directamente sobre las empresas de transporte.
En este sentido, hay que tener en cuenta además que en España, y más que en el resto de Europa, el sector de transporte por carretera está muy atomizado. Estamos hablando de 121.000 empresas de transporte por carretera de mercancías y solamente el 20% de esas empresas son grandes flotistas con más de 200 o 300 camiones. Esto, evidentemente, configura un panorama complejo.
Sin embargo, desde fuera, yo diría que también es un momento de oportunidad, de poder reivindicar aspectos económicos y de coste, porque como ya dije, es transporte carretero es el que más valor aporta y en muchas ocasiones es al que menos valor se le da.
¿Sigue siendo un problema la escasez de talento en la logística?
Hace más de nueve años que desde el Foro Logístico venimos señalando la problemática que tienen las empresas del sector para encontrar talento. De hecho, en el último Estudio de Tendencias de Empleo y Talento en el Sector Logístico, un 85% de los responsables de logística y de recursos humanos, de operadores logísticos y cargadores de empresas del ecosistema, nos dicen que tienen dificultades para encontrar gente.
Es decir, prácticamente todo el mundo en el sector tiene un problema de captación de gente. Hay que tener en cuenta que la edad media dentro del sector supera los 50 años, pero lo realmente preocupante, es que la franja de 25 a 35 representa actualmente un escaso 15%, y este es el relevo generacional.
En este sentido, en España se habla de que existe un déficit de entre 15.000 y 20.000 conductores profesionales. Y es que, si el empleo a nivel nacional en el país está creciendo un 2% mensual, en la logística está creciendo un 5%, lo que significa que el sector sigue funcionando y tenemos que absorber ese crecimiento más la fuga de talento que se registra permanentemente hacia otras actividades, como es el caso del turismo, que también está creciendo fuertemente en España.
¿Qué analisis hacen sobre las causas de esta problemática de talentos que enfrenta el sector?
Tal como lo venimos diciendo hace muchos años, existe un problema de atracción del sector que sigue sin verse como una posibilidad atractiva, como se suele decir, poco sexy, y seguimos sin hacer nada para convertir esta situación.
Ya es momento de empezar a hablar de estos temas porque, además, las nuevas generaciones tienen otras formas de ver la vida y piden una cultura de trabajo de mayor conciliación, con más flexibilidad. Mientras el sector, por su propia idiosincrasia y cultura, no está acostumbrado a este tipo de demandas por parte de la gente joven.
Esta problemática también se refleja en la participación femenina dentro del sector, ya que el mismo tiene un 22,4% de mujeres en todos los niveles, mientras que el resto de los sectores está en un 45%.
Es decir, estamos a menos de la mitad de presencia de mujeres en el sector logístico, y si miramos el transporte por carretera los números son todavía peor, ya que solo registra una participación del 13% en tareas generales y si nos enfocamos en conductoras, solo representan el 3%.
No hemos sabido atraer a los jóvenes y tampoco a las mujeres al sector.
¿La implementación de tecnología puede ser un aporte ante esta falta de talento humano?
La tecnología y la inteligencia artificial no van a resolver el problema, pero tampoco lo van a agravar. Sobre este tema también consultamos a los referentes para nuestro estudio y la mayoría de las empresas piensan que la tecnología no va a tener un efecto directo sobre el empleo.
Puede haberlo en algunas actividades puntuales como le piqueo o el armado de paquetes, pero creo que va a haber una compensación importante con otras operaciones que son imposibles de automatizar.
Además, cuanta más tecnología, más expertos en tecnología necesitaremos. Incluso ya existe una lucha por estos perfiles en todos los sectores, donde todo el mundo está luchando por lo mismo, porque si la logística se está digitalizando, el turismo también, la industria química también y la banca también.
Pero si nos vamos al ámbito del transporte, los camiones y vehículos ligeros autónomos, así como los aviones, barcos y trenes autónomos les queda mucho por desarrollar todavía. Por lo que conductores, pilotos y maquinistas todavía tiene que haber y creo que será así por bastante tiempo, ya que esas tecnologías no están todavía lo suficientemente evolucionadas.
El mensaje que me gustaría dejar es que no podemos seguir hablando de esto permanentemente y no hacer nada. Es el momento de hacer cosas ya.