Minería: actualidad y necesidades de la industria estrella del NOA

La actividad minera es una muy importante fuente generadora de divisas para el país. La cadena de suministro cumple un rol fundamental en esta industria, cuya prioridad es, en primer lugar, garantizar un abastecimiento fluido de materiales y servicios para minimizar los riesgos de paradas de producción o de retrasos de proyectos.

Consideremos que son industrias con mucha tecnología y altos niveles de inversión, con montos que pueden rondar entre 2.000 y 4.000 millones de dólares para poder tener una planta minera metalífera funcionando, en la que trabajan varias centenas y hasta miles de personas en distintos turnos los 365 días del año las 24 horas, con lo cual es importante que estas plantas no paren.

La infraestructura logística actual se ha convertido en un verdadero “cuello de botella” para el desarrollo minero. Las rutas para ir hacia los yacimientos están realmente en un estado muy complicado, donde no hay señalización en muchos tramos, ni iluminación ni conectividad a Internet, por lo que no se recomienda transitar de noche debido a la alta probabilidad de que se produzcan accidentes.

Tampoco se consigue en la zona utilizar completamente la capacidad de carga de los camiones que, en general, no suelen superar las 22 o 24 toneladas. Esto es porque los vehículos completamente cargados no pueden subir las pronunciadas pendientes que caracterizan a La Puna, donde es común que sean muy cuesta arriba. Por razones como esta, es muy usual que los transportistas y los choferes sean de la zona, porque conocen las dificultades de los caminos.

En cuanto a los ferrocarriles, el “ramal minero” C14 del Belgrano Cargas, no está en condiciones óptimas para transitar prestando servicio. El estado de mantenimiento de las vías y de las estaciones es muy deficiente, y la disponibilidad de locomotoras y vagones es insuficiente para la demanda minera.

A todo ello, se suma la falta de una mayor cantidad de operadores logísticos especializados con capacidades para transportar insumos de alto riesgo como ácidos y cianuro. Además, no disponen de infraestructura logística propia en las cercanías de los yacimientos o en las rutas de paso.

Ante esta realidad, se han creado grupos de WhatsApp de los que participa personal de diversas empresas mineras, a través de los cuales nos vamos informando, por ejemplo, acerca del tránsito de los camiones con carga sobredimensionada, de situaciones climáticas extremas, desbordes de ríos o deslizamientos de cerros, así como de camiones que quedaron varados en la ruta debido a algún incidente.

Por su parte, desde la Secretaría de Minería de Salta, han comenzado a generar resoluciones para trabajar en todo lo relacionado a la seguridad. A partir de las cuales, los camiones suben a los yacimientos mineros acompañados con “camionetas escoltas” y se han implementado restricciones horarias de circulación y la señalización con “calcos” en los vehículos para identificar a las compañías mineras a las cuales prestan servicio.

Estos son los grandes desafíos logísticos que tiene la industria actualmente aquí en el NOA.

Desde la Secretaría de Minería de cada provincia nos piden que seamos impulsores del desarrollo local como fuente de trabajo para los pobladores y también mediante la contratación de proveedores locales. Esta industria representa una gran oportunidad de desarrollo para cada provincia donde está instalado un yacimiento, el cual requiere de muchos profesionales y proveedores que estén a la altura, siendo este otro de los desafíos que tenemos en la minería.

Estamos sintiendo la escasez de profesionales locales, con lo cual también se visualiza la captura de personal especializado desde otras compañías colegas, similar a lo que pasó en Vaca Muerta algún tiempo atrás. Y la administración de la cadena de suministro no escapa a esta limitante, ya que necesita profesionales con capacidades de muy amplio espectro, como por ejemplo para:

• Garantizar el suministro de materiales y servicios.
• Desarrollar proveedores locales, nacionales e internacionales.
• Administrar contratos y estar presente durante el gerenciamiento de proyectos.
• Gestionar importaciones y exportaciones.
• Tener conocimientos de gestión de logística operativa con base de ingeniería logística.
• Contar con conocimientos técnicos y del mercado para cerrar compras de alto valor en la industria.
• Negociar acuerdos de mediano plazo y actualizaciones de precios según polinómicas de cada contrato.
• Gestionar conflictos, administrar stocks y entender el impacto de sus decisiones en las finanzas de la compañía.
• Analizar las bases de datos y aplicar “Data Analytics” para obtener información de valor.
• Interactuar con las comunidades originarias y tener conocimiento de leyes y restricciones ambientales.
• Tener dominio del idioma Inglés para conectar con el mundo, así como ser consciente de las diferencias culturales de sus interlocutores.

Sin duda, son grandes desafíos desde el punto de vista de los recursos humanos para con la administración de una cadena de suministros.

Siempre buscamos proveedores locales, de hecho son quienes tienen la prioridad en los procesos de licitación, en tanto y en cuanto estén a la altura en capacidades técnicas. También tenemos casos en los que impulsamos el desarrollo de estos proveedores y los acompañamos durante su crecimiento. Pero lo cierto, es que nos hacen falta más proveedores calificados. Por eso, cuando no los encontramos en Salta, buscamos en otras provincias como Jujuy, San Juan, Córdoba o Buenos Aires, donde también hay buenos proveedores de calidad. En caso de que se trate de insumos estratégicos o de alta tecnología que no encontremos en el país, vamos hacia el exterior a importar.

Las comunidades originarias son un grupo de interés muy crítico para la industria minera. Se trata de contar siempre con la licencia social para garantizar la continuidad de cada proyecto. Solo basta recordar la problemática que una importante multinacional minera tuvo en Panamá, donde debieron detener la explotación de cobre por protestas del pueblo panameño.

Esto representa un buen ejemplo de la necesidad de trabajar e ir de la mano con las comunidades originarias. Nosotros colaboramos con el desarrollo de las localidades de influencia, haciendo inversiones en centros de enseñanza, formación general, sanidad y respetando la flora y fauna silvestre, así como cuidando el medio ambiente en general.

El sector privado suele participar activamente en el mantenimiento de diversas infraestructuras viales, para lo que se crean consorcios entre diversas compañías mineras para aportar fondos, por ejemplo, para el mantenimiento de la Ruta Provincial 27, donde las empresas invierten, en forma proporcional a sus cargas y tránsito de camiones, para costear el trabajo de las motoniveladoras, rodillos y de los camiones regadores.

Esto se debe a que, cuando estas rutas de tierra no son mantenidas, se forman lo que se denomina las “calaminas”, especie de serruchos sobre la superficie que deteriora los camiones por la constante vibración. Esto representa un gasto no menor que las compañías mineras hacen para tener rutas adecuadas.

Independientemente del tipo de producto que explote la empresa minera, es clave y diferenciador que la compañía fortalezca su propia cadena de suministros, desarrollando proveedores, incorporando profesionales calificados, consiguiendo buenos negocios y acompañando al crecimiento de la organización.