El Gobierno anunció que privatizará la empresa estatal que gestiona el tren Belgrano Cargas. Así lo indicó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa en la Casa Rosada.
La medida anunciada se trata de la primera privatización de una línea ferroviaria desde la llegada al poder del presidente Javier Milei. Según señaló Adorni, la medida busca mejorar la competitividad del transporte de cargas y optimizar la infraestructura logística del país.
Durante el anuncio, Adorni resaltó que la distancia promedio de transporte no ha cambiado en los últimos 50 años, lo que evidencia la falta de desarrollo en un sector clave para la economía del país. “La distancia media transportada hoy es de 500 kilómetros, la misma que hace 50 años en Argentina”, detalló el vocero, justificando la decisión del oficialismo de avanzar hacia la privatización.
En ese mismo sentido, el vocero también aseguró que el límite de capacidad de transporte del Belgrano Cargas no ha variado desde 2009, afectando de manera directa la competitividad del sector.
Impacto en el comercio exterior
El Belgrano Cargas, una línea de trenes de 7.600 kilómetros m de extensión, es fundamental para conectar las regiones del Noroeste (NOA) y Noreste (NEA) argentino con los puertos de exportación del centro del país, principalmente en Rosario. La privatización de esta línea podría significar un importante cambio en la estructura logística nacional, dado que históricamente ha sido un elemento vital para el transporte de productos agrícolas, como soja y maíz, desde las economías regionales hacia los mercados internacionales. Este enfoque de concesión a privados busca reducir costos de operación y mejorar la eficiencia, pero también plantea incertidumbres sobre el futuro de los empleos y el impacto en la calidad de los servicios.
Uno de los mayores retos para el transporte ferroviario en Argentina ha sido su capacidad limitada y los elevados costos logísticos, una combinación que ha restado competitividad a los productores locales en los mercados internacionales.
En ese marco, la privatización del Belgrano Cargas podría tener un efecto directo en la reducción de costos operativos y en la mejora de la infraestructura ferroviaria. Sin embargo, el éxito del proyecto seguramente dependa de las condiciones de las concesiones y de la regulación que se aplique para garantizar un servicio de calidad y accesible para los sectores productivos.
En manos privadas, se espera que el Belgrano Cargas pueda aumentar su capacidad de transporte y modernizar su infraestructura, como ya se había planificado en proyectos anteriores que incluyeron la renovación de vías, vagones y locomotoras. Esta línea ferroviaria es vital para mantener la competitividad en el comercio exterior argentino, ya que permite a los productores del norte del país trasladar grandes volúmenes de mercancías a menor costo que por vía terrestre.
Una columna vertebral para la logística en Argentina
El Belgrano Cargas ha sido históricamente la columna vertebral del sistema de transporte de carga para las regiones del NOA y el NEA, regiones clave para la producción agrícola nacional. Conectar estas zonas productivas con los puertos de exportación no solo permite mejorar la eficiencia de la logística nacional, sino también aliviar la congestión en las rutas terrestres y el deterioro de la infraestructura vial, afectada por el tráfico pesado de camiones. La privatización, no obstante, plantea interrogantes sobre el acceso y las tarifas para los productores locales.
En definitiva, la privatización del Belgrano Cargas abre un nuevo capítulo en la logística y el comercio exterior del país, con el potencial de transformar la competitividad del sector ferroviario y de las economías regionales. La medida será un proceso a seguir de cerca para evaluar si logra materializar la eficiencia pretendida y atraer las inversiones necesarias para revitalizar una línea ferroviaria histórica para el comercio exterior argentino.