Recursos humanos y comercio exterior: cambios y permanencias

El impacto de la tecnología, las demandas de las nuevas generaciones y las particularidades permanentes del sector son algunos de los temas sobre los que Jésica reflexiona en esta entrevista brindada a Movant Connection.

Sí, cambió un montón. Hubo muchas cosas que cambiaron a partir de la pandemia. Pero también hay muchas cosas que no cambiaron, como es lo relacionado a las relaciones interpersonales y a la comunicación.

Yo creo que fueron cambiando las formas. Por ejemplo, al momento de hacer una evaluación de desempeño, antes se tenían que imprimir para luego entregárselas al jefe y que él las terminara de completar. Ahora hay otras herramientas más ágiles, pero el fin último de la evaluación sigue siendo el mismo, la charla con la persona con la que estás trabajando para que pueda entender qué es lo que se espera de ella. Ese ida y vuelta es el que hace a la mejora.

Otro cambio, es que las nuevas generaciones no están dispuestas al esquema de estar disponibles las 24 horas de los siete días de la semana, algo que se daba por sentado en este rubro. Pero las nuevas generaciones ponen más límites, buscan darle más lugar a su vida personal.

En este sentido, la tecnología ayuda un poco en la búsqueda de un equilibrio que les sirva a las empresas del sector y a sus integrantes. Hoy, por ejemplo, no hace falta estar después de las seis de la tarde esperando que desde China te manden un mail para imprimir un BL (conocimiento de embarque) porque podés hacerlo desde el celular mientras, por ejemplo, cursás una materia.

Ahora se espera que los trabajadores del comercio exterior puedan responder un mail importante en cualquier momento, que quienes se van incorporando a este rubro entiendan que eso se requiere por las diferencias horarias y que es algo que no va a cambiar porque es inherente del sector.

Para eso, las empresas tienen que poner toda la aparatología a disposición para que estos chicos puedan trabajar 24/7 de una manera en la que su vida no se ponga en juego, que puedan tener sus momentos de dispersión.

La comunicación me parece que es un eje imprescindible, porque la persona que no sabe qué se espera de ella difícilmente puede cumplir con las expectativas. Entonces es importante tomarse el tiempo para explicarlo.

Por otro lado, si la persona no entiende de la cultura organizacional, si no sabe qué espera el jefe en base a su desarrollo, qué perspectivas tiene de crecimiento, etcétera, termina encontrándose en una situación de incertidumbre que lo puede hacer pensar en otras cosas o, incluso, buscar su futuro en otras organizaciones. Para evitar todo ese tipo de malos entendidos, la comunicación es fundamental.

Para empezar, la tecnología ya generó importantes cambios. Por ejemplo, en la facultad me enseñaron a entrevistar teniendo en cuenta la posición corporal, si la persona te mira a la cara, los gestos, etcétera. Y la realidad es que hoy en día muchas entrevistas se hacen de manera virtual y eso te obliga a evaluar otras cosas, como los tonos de voz, las pausas, lo que te fuerza a adquirir nuevas herramientas de evaluación.

Por otra parte, en cuanto a la importancia que puede llegar a tener la tecnología en el rubro, considero que la inteligencia artificial seguramente va a poder reemplazar un montón de tareas del rubro. Sin embargo, creo que no va a poder suplantar el vínculo de las personas, el contacto, el mirarse a la cara.

Se espera dinamismo, se espera una persona resolutiva, flexible y con mirada estratégica del negocio. Hace un tiempo atrás, esto de la mirada estratégica del negocio se pensaba fundamentalmente para buscar un líder, un jefe. En cambio, hoy en día es importante que hasta el cadete cuente con una mirada estratégica del negocio, porque si no entiende el engranaje y la importancia de su tarea, difícilmente el documento llegue a tiempo y el proceso continúe.

El comercio exterior es un rubro muy dinámico, que requiere mucha capacidad para las relaciones interpersonales y donde son pocos los puestos para los que se buscan personas rutinarias. Este sector requiere que las personas salgan rápidamente de los puestos operativos para desarrollar la flexibilidad y que puedan adaptarse rápidamente a los cambios.

El trabajo bajo presión es algo fundamental en este rubro y, otra cosa importante, es estar dispuesto al esquema de disposición 24/7. Las personas tienen que saber que en el comercio exterior hay que estar pendiente todos los días de la semana y en diferentes horarios. Eso no quiere decir que tengan que estar totalmente a disposición en todo momento, pero sí se debe poder contar con esa flexibilidad.

El comercio exterior existe, va a existir y es un mundo que se mueve, donde se puede sentir el impacto de alguna medida que lo complica un poco más o menos, pero en definitiva siempre se va a seguir importando y exportando.

Por eso, este rubro siempre tiene demanda de personal. Pueden ir cambiando los perfiles que se requieren en cada etapa, pero el rubro en general siempre se mueve, genera dinero y puestos de trabajo.

Por lo general, cuando alguna resolución baja hace que caigan las importaciones, suben las exportaciones, y viceversa. Entonces, dependiendo el caso, se suelen buscar coordinadores de exportación o de importación. Cuando es así, muchas veces hay que capacitar porque previamente había más gente capacitada para el otro puesto. Pero en definitiva siempre hay un balance.

Creo que, de cara al futuro, las empresas tienen que trabajar mucho en lo relativo a las relaciones interpersonales, porque puede ser que una compañía no se esfuerce por mantener a alguien que no le está dando los resultados que se buscan, pero el desafío surge cuando se hace necesario mantener al personal valioso.

En ese sentido, creo que el futuro del mercado laboral dentro del rubro del comercio exterior va a tender a mostrar mejoras en lo relativo a la calidad de trabajo, algo que tiene mucho que ver con las relaciones interpersonales.