Actualidad, desafíos y motivaciones profesionales en un nuevo contexto para el comercio exterior

Florencia Racciatti, especialista en comercio exterior para la industria de aditivos e ingredientes, analiza los retos y posibilidades que plantea el renovado panorama del comercio exterior argentino

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Florencia Racciatti es especialista en comercio exterior para la industria de aditivos e ingredientes (Foto: Movant Connection)
Florencia Racciatti es especialista en comercio exterior para la industria de aditivos e ingredientes (Foto: Movant Connection)

Las características del comercio exterior en Argentina, las particularidades de su rol, sus estrategias para abordarlo y un llamado a que las mujeres se integren a este rubro son algunos de los temas que aborda Florencia en esta entrevista brindada a Movant Connection.

Tus responsabilidades abarcan varias industrias. ¿Cómo organizás esa complejidad?

Para lograr organizar todo eso me parece que es fundamental entender los productos que se usan en cada industria con la que una trabaja. Es fundamental ser versátil y flexible para aprender cosas nuevas.

En ese sentido, trato de capacitarme con cada uno de los proveedores para entender qué estoy comprando, eso es clave para poder abordar varias industrias.

Es muy interesante porque, en ese proceso, una va adquiriendo conocimiento. Este es un rubro que te impulsa a aprender cosas nuevas todo el tiempo.

¿Cómo surgió tu interés por el comercio exterior?

Siempre me pareció algo muy interesante. De chica me pasaba que tenía un vaso o un cubierto y me llamaba la atención el “Made in China”. Me quedaba pensando en eso, quería saber qué proceso había detrás para que ese vaso fabricado en China llegue a mi casa.

Por lo tanto, al momento de ir eligiendo cómo encarar mi camino profesional prácticamente no tuve dudas. Y después, cuando pude ver todo el proceso logístico, de compra, de negociación, de precios, me di cuenta de lo increíble que es.

Sabiendo que desde chica tuviste ese interés, ¿qué significa para vos hoy en día ir a comprar y encontrar productos en los sabés que fuiste parte del proceso que permitió que llegue hasta ahí?

Es movilizante, a mí me pone muy contenta saber que con mi trabajo contribuí para que el vendedor de mi equipo pueda vender ese material y que después eso se haya utilizado para la fabricación del producto que terminó en el kiosco y al cual acceden tantas personas.

Es interesante también cuando se llevan a cabo desarrollos, cuando una ve nacer un producto. Me encantan esas situaciones en las que una formó parte de los comienzos de un producto y después puede ver cómo un comercial empieza a ofrecerlo y eso se materializa en un producto que tiene llegada entre la gente.

"Cuando pude ver todo el proceso logístico, de compra, de negociación de precios, me di cuenta de lo increíble que es", destaca Florencia en relación a los procesos del comercio exterior (Foto: Shutterstock)
"Cuando pude ver todo el proceso logístico, de compra, de negociación de precios, me di cuenta de lo increíble que es", destaca Florencia en relación a los procesos del comercio exterior (Foto: Shutterstock)

¿Qué características tiene el comercio exterior en Argentina y qué momento atraviesa actualmente?

El comercio exterior en Argentina es muy diferente a lo que se ve en otros países. En otros lugares todo funciona de manera lineal, obviamente con algunos vaivenes, pero en general de manera regular. En cambio, en Argentina suele ser bastante complicada la operatoria.

Yo siempre me acuerdo que cuando empecé a trabajar nosotros teníamos el régimen de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI). De las DJAI pasamos al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), después pasamos al Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y ahora nos encontramos con el Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI).

Si bien cada sistema apuntaba a informar previamente lo que vas querer importar, cada una actuaba de forma diferente. En Argentina se fueron dando todos esos cambios en un transcurso de diez años.

¿Qué situación atraviesa actualmente el sector?

Hoy en día tenemos la posibilidad de regularizar las deudas que se habían generado en años anteriores. A medida que se vayan regularizando esas deudas que tenemos con los proveedores, se va a ir volviendo a generar confianza y eso va a hacer que empiecen a venir más oportunidades. De esa manera, vas a tener más proveedores y más oferta. Y en ese contexto, resta buscar la forma de ser más competitivo.

La competencia que se empieza a dar en esa situación no es sólo a nivel producto, sino que también tenés diferentes agentes de carga que te están ofreciendo sus servicios, entre otras cosas.

En ese marco, quienes trabajamos en las áreas de comercio exterior ya no estamos atados a centrarnos en hacer todo bien para poder liberar la mercadería y mitigar cualquier tipo de error sino que se abre una etapa más enfocada en la negociación, de sentarse a definir precios y cantidades. Eso está bueno, te permite plasmar una mirada más estratégica y buscar la forma de crecer.

¿Algún mensaje para las personas que pueden estar pensando en comenzar a vincularse con el rubro del comercio exterior?

Siempre me parece interesante poder impulsar a las mujeres a estudiar esta carrera, porque me pasó que cuando empecé a estudiar casi no había mujeres.

Por eso siempre que puedo trato de contarles cómo son las cosas en este rubro para que no tengan miedo, para que se animen a estudiar esta carrera que a veces parece muy masculina pero que no lo es. De hecho, todo lo contrario, somos todos un equipo y es muy lindo poder fomentar esa sinergia entre personas con diferentes formas de hacer y de pensar.

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