Inteligencia Artificial: el salto tecnológico que vino a revolucionar la logística

Optimizar los procesos y eficientizar el pickeo son algunos de los procesos que, según Guillermo, se verán revolucionados gracias a los avances tecnológicos. En ese marco, brinda definiciones sobre el impacto que tendrá en el mundo laboral y el debate sobre la necesidad de regulaciones.

Estamos en una época de aceleración, pero también de confusión. Al final, sólo las mejores soluciones perdurarán, como sucedió con los buscadores. Finalmente este proceso de adopción y aplicación de la inteligencia artificial terminará por asentarse y al final del camino quedará un cambio significativo.

Hoy en día, la inteligencia artificial ya ha cambiado nuestros hábitos de manera drástica. Nos hace pensar menos y nos vuelve más pasivos, decide por nosotros. Además, cada vez cometerá menos errores, lo que seguramente ayude a que siga creciendo.

En lo relacionado a los procesos logísticos, ya se están aprovechando los beneficios de la inteligencia artificial y se están logrando grandes resultados en lo referido a la simplificación de trámites.

Toda la parte burocrática de los procesos puede ser gestionada con la ayuda de una IA. Luego es necesario supervisar y decidir en base a lo que fue haciendo, no hace todo el trabajo sino que te asiste en las partes más tediosas.

Por ejemplo, en nuestro caso, cuando tenemos que planificar manualmente las rutas para mil entregas, esto normalmente requiere de dos o tres personas y unas cuatro horas de trabajo. En cambio, cuando realizamos el ruteo con una IA, el sistema tarda entre dos y cinco minutos. Después revisamos si el resultado es correcto y la decisión final siempre la toma un ser humano.

Ya hay robots con sensores en los dedos que les permite medir tacto, temperatura y presión, y ya están siendo implementados en fábricas. Entonces, mientras pensamos que la ola que viene es la del software y la inteligencia artificial, también se avecina, no muy lejos, la ola de los robots humanoides.

Para que los robots puedan interactuar eficientemente en este entorno diseñado para los humanos, deben ser humanoides y contar con habilidades similares. Esto ya está ocurriendo, y me pregunto: si tengo un depósito con 50 operarios que trabajan 8 horas al día, con todas las regulaciones laborales y el riesgo de juicios o enfermedades, ¿qué pasará cuando pueda contratar un robot que trabaje 24 horas al día, 7 días a la semana, haciendo pickeo a las 3 de la mañana sin quejarse? Puedo mejorar mi eficiencia, pero entonces tendré menos trabajadores humanos.

Lo que pienso, basado en la historia y en conversaciones con otros expertos, es que todas las tecnologías, a lo largo del tiempo, han eliminado puestos de trabajo y han creado otros nuevos. Antes, por ejemplo, había personas que araban el campo a mano, y luego las máquinas las reemplazaron, pero se crearon nuevos trabajos en torno a esas máquinas.

Me parece que ahora la diferencia es que el ritmo de cambio es mucho más acelerado. Mientras en otra época se reemplazaba tal vez un 10% de los trabajos, ahora es posible que se reemplace hasta un 70%.

Aquí es donde surge una advertencia: si no regulamos esto, la automatización podría expandirse tanto que será necesario imponer regulaciones para evitar el colapso del consumo. Si las personas pierden sus empleos, no podrán comprar productos, aunque estos sean más baratos gracias a la eficiencia. Esto podría llevar a una deflación global: los precios bajan debido a la mayor eficiencia y mayores márgenes, pero también hay menos ventas porque hay menos consumidores. Si no se controla, esto podría desencadenar en una gran depresión económica.

Lo que se viene son softwares basados en prompts. Ya no serán esos sistemas con 80 pantallas, sino que serán mucho más simples, con una sola pantalla donde ingresas texto. Estos nuevos sistemas serán más fáciles de operar y mucho más rápidos, generando la información que realmente necesitás, sin necesidad de que la interpretes o adaptes. Serán software más adaptables a las formas de trabajo de cada empresa.

También creo que en el futuro habrá tantas inteligencias artificiales especializadas como personas en el mundo. Ese es el rumbo hacia el que se dirige el mercado. Con el tiempo, los sistemas van alimentándose de información y actualizando su “memoria” o modelo mental. Esto permite que se les pueda hacer preguntas cada vez más específicas y sobre nuevas normativas o detalles operativos.

A medida que aprenda, el sistema va comenzar a actuar de manera más eficiente, tal como lo haría un ser humano. Por ejemplo, si sabe que en zonas de calles de barro es difícil entregar cuando llueve, puede sugerir postergar esas entregas para el día siguiente. Todas esas decisiones que toma un humano en el día a día las va a terminar pudiendo tomar la inteligencia artificial. De esa manera, va a terminar convirtiéndose en un colega más.

Por otra parte, así como hoy se fabrican y venden autos, en el futuro se fabricarán y venderán robots. Seguramente lo próximo que veremos serán depósitos híbridos, almacenes con robots que trabajarán 24 horas al día, 7 días a la semana, realizando tareas de pickeo.

Para prepararse para esta nueva era, es fundamental aprender a utilizar estas herramientas, saber leer y comprender el código, y los que triunfarán serán aquellos que sepan formular las preguntas adecuadas a estos sistemas.