Confederaciones Rurales de Argentina (CRA) es una asociación civil que agrupa a más de 350 sociedades rurales en todo el país. Para señalar la importancia de este sector, Carlos destaca que “de cada 10 dólares que genera el país, 7 provienen del interior del país”. Además, explica que el impacto de las economías regionales en las comunidades es sumamente relevante.
¿Cuáles son los temas que hoy dominan la agenda del campo?
Uno de los más urgentes es la infraestructura, ya que estamos con una gran falta de rutas. Debemos darle más importancia a eso, hay que entender que cada alimento que vemos en una góndola proviene de un camino rural y, en ese sentido, intentar mejorar las condiciones.
Otro tema clave es la conectividad digital. Queremos implementar modelos de modernización, pero sin conexión adecuada, el campo queda desprotegido, lo que provoca el éxodo de familias rurales hacia las ciudades.
Por supuesto, las retenciones también siguen siendo un tema candente. Llevamos 22 años reclamando su eliminación, pero ningún gobierno ha cumplido con esta promesa a pesar de que este impuesto, completamente distorsivo, ha causado un gran daño a la producción nacional.
También somos muy conscientes de que no es posible eliminarlas de un día para el otro, eso está claro. Sin embargo, sería ideal establecer un cronograma de reducción gradual, con una fecha de inicio concreta, que permita llegar a cero retenciones en un plazo prudente.
¿Cómo analizás el estado actual de este sector?
Hoy nos enfrentamos a un escenario complicado, los números ya no cierran para muchos productores, algunos de los cuales están considerando reducir la cantidad de fertilizante, lo que tendrá consecuencias en los rendimientos.
Esta situación afecta en muchos sentidos y no sólo en nuestro sector, porque el campo tiene un gran impacto en la actividad económica de muchas zonas. En algunas localidades llega a representar el 80%, por lo que la baja de la cosecha implica millones de viajes de camiones menos y pérdidas no sólo para los choferes y dueños de las empresas de transporte, sino también para una cadena interminable de actores vinculados directa o indirectamente.
Por otra parte, reconocemos el delicado momento que atravesamos y cómo se recibió el país. Es como si estuviéramos en una carrera de obstáculos, partiendo desde una posición preocupante, en la que todos queremos llegar a la meta con los mejores resultados posibles.
Sin embargo, en el camino puede haber objetivos en los que tengamos una perspectiva diferente a la del Gobierno. Eso no significa que estemos en contra de los propósitos planteados sino que a veces, como productores, simplemente tenemos una visión distinta.
En relación a la sustentabilidad, ¿qué opinás sobre la Agenda 2030 y sus implicancias?
Como entidad, tenemos una posición muy clara y definida. Coincidimos al 100% con lo que expresó el presidente recientemente: no nos dejaremos intimidar por las medidas que se impulsan desde Europa, una región que ha devastado el medio ambiente y ahora pretende imponernos sus normativas.
Argentina es, dentro de América, el país que más cuida su medio ambiente, con buenas prácticas agrícolas que ya están en marcha. Creemos que debemos continuar por ese camino, defendiendo lo que hacemos bien. Si es necesario mejorar, lo haremos, pero no podemos acatar estrictamente lo que nos exigen, ya que muchas de esas demandas son imposibles de cumplir.
En este sentido, CRA ha decidido por unanimidad en su Consejo Superior Directivo, desvincularse de la plataforma VISEC (plataforma de sustentabilidad ambiental y social), lo que marca un punto de inflexión, donde la entidad reafirma su compromiso de defender la producción nacional, sin aceptar injerencias externas que podrían limitar la capacidad de crecimiento y desarrollo del agro argentino.
Además, hemos manifestado el rechazo a la normativa 1115 de la Unión Europea, que impone restricciones adicionales a las exportaciones argentinas. Esta normativa impuesta es vista como una barrera al comercio y al desarrollo productivo. CRA insiste en que el gobierno nacional debe plantear con firmeza esta situación ante las autoridades europeas, ya que el avance de estas medidas generarán un impacto negativo en la economía del país.
¿Cómo ves la situación logística actual vinculada a este sector?
La logística sigue siendo un tema crítico. Es una deuda pendiente tanto de los gobiernos municipales, provinciales como nacionales. Hay rutas nacionales que conectan con los puertos que están en condiciones deplorables, intransitables y peligrosas.
Lo mismo ocurre con las rutas provinciales y los caminos rurales, donde se cobra una tasa al productor pero las vías no se encuentran en el estado que deberían. Además, esa es una deuda no sólo con la producción, sino también con las comunidades. Pensemos, por ejemplo, que eso también afecta en las situaciones de emergencia de salud y en el movimiento diario de las maestras.
¿Qué esperás para el futuro del campo?
Hoy cuando recorrés el interior y conversás con los productores, lo primero que aparece es el momento de catarsis. Pero después, rápidamente surge la necesidad de buscar soluciones. Espero que esa segunda parte cada vez ocupe más nuestro tiempo, porque todos los que formamos parte del campo sabemos que nuestro objetivo es sembrar, obtener mejores rindes y mejorar la genética para lograr los mejores animales.
También es importante que tengamos en claro que tenemos las mejores carnes del mundo y que vivimos en un país con un potencial increíble. Lo que necesitamos es unirnos y avanzar en la misma dirección.