Este megaproyecto, con una inversión de 3.500 millones de dólares, traerá consigo profundas implicaciones económicas y logísticas, no solo para Perú, sino para toda la región sudamericana.
Ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, el Puerto de Chancay está diseñado para manejar más de 5 millones de TEU (contenedores de 20 pies) al año. Esto lo posicionará como uno de los puertos más grandes y modernos de Sudamérica.
Con su capacidad para recibir megabuques de hasta 16 metros de calado, se espera que Chancay no solo compita con el Puerto del Callao, sino que también se convierta en un punto estratégico para el comercio entre América Latina y Asia, reduciendo significativamente el tiempo y costo de transporte.
Impacto regional y económico
El puerto traerá grandes beneficios no solo a Perú, sino a varios países de la región. Este nuevo hub logístico promete convertirse en un eje central para las exportaciones de minerales, productos agrícolas y manufacturas de países vecinos como Brasil, Chile, Ecuador, y Bolivia, optimizando las rutas comerciales hacia Asia.
Además, se espera que Chancay juegue un rol clave en mejorar la competitividad de las exportaciones peruanas, especialmente en sectores como la agroindustria y minería, que son pilares de la economía nacional.
El impacto económico del puerto se verá reflejado en la creación de más de 10.000 empleos directos e indirectos, durante y después de la construcción. Esto impulsará tanto la economía local como la nacional, atrayendo nuevas inversiones extranjeras hacia el país.
Optimización del comercio internacional
Una de las principales ventajas del Puerto de Chancay es la reducción en los tiempos de tránsito entre Perú y China, el principal socio comercial de la región. Con una reducción de hasta 12 días en los tiempos de tránsito hacia Asia, esta infraestructura aumentará la competitividad de las exportaciones peruanas y de países vecinos como Chile y Colombia.
Al estar estratégicamente ubicado fuera de la congestionada zona urbana de Lima, evitará los retrasos y cuellos de botella que afectan regularmente a otros puertos de la zona.
Asimismo, la nueva infraestructura permitirá la diversificación de rutas comerciales, ya que será capaz de absorber parte del tráfico que tradicionalmente ha pasado por el Canal de Panamá o el Estrecho de Magallanes, rutas más costosas y lentas.
En este sentido, se espera que Chancay se convierta en una alternativa viable y competitiva para el comercio con el Asia-Pacífico, atrayendo no solo a grandes multinacionales, sino también a pequeños y medianos exportadores que buscan mejorar sus márgenes y tiempos de entrega.
Desafíos a Corto Plazo
A pesar de las promesas y proyecciones, la construcción y puesta en marcha del Puerto de Chancay no ha estado exenta de desafíos. Retrasos en las obras, conflictos con las comunidades locales y ajustes en los plazos de entrega han marcado el desarrollo del proyecto. Sin embargo, las autoridades confían en que el puerto estará operativo en el plazo estipulado, cerca de fines de noviembre.
A medida que se aproxima la fecha de inauguración, el Puerto de Chancay ya está generando altas expectativas en el sector logístico y comercial.
Su apertura no solo marcará el comienzo de una nueva era para el comercio en el Pacífico, sino que también representa una oportunidad histórica para que Perú se consolide como un actor estratégico en las cadenas de suministro globales.
Si el puerto logra cumplir con sus promesas de eficiencia y competitividad, podría cambiar radicalmente la forma en que las empresas latinoamericanas interactúan con los mercados internacionales, en especial con Asia, la región de mayor crecimiento económico en el mundo.