Crecimiento económico de América Latina en jaque

“Activar” nuevamente la economía de América Latina y el Caribe, una región sumergida además en una crisis de “confianza institucional”, pasa por “recuperar la agenda de productividad y crecimiento”, aseguró el presidente del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Sergio Díaz-Granados

Desde casi 2008, la región ha crecido solo un 1,6 %, una cifra considerablemente menor que el crecimiento registrado entre 1980 y 2008, y apenas un tercio del crecimiento alcanzado entre 1950 y 1980 (Foto: Shutterstock)

“El llamado que hacemos como banco es recuperar la agenda de productividad y crecimiento; aprovechar las transiciones que tiene hoy América Latina en materia digital, energética y ambiental”, aseguró el colombiano Díaz-Granados desde un evento de la CAF con parlamentarios latinoamericanos en Ciudad de Panamá.

Todo ello, continúa, “para activar, nuevamente, el crecimiento económico para generar empleo, para devolver esperanza y confianza en los hogares y en las familias” de la región.

Sergio Díaz-Granados compara a América Latina y el Caribe con una “bicicleta estática” al evaluar el crecimiento económico y productivo de los últimos 50 años. Explica que, desde casi 2008, la región ha crecido solo un 1,6 %, una cifra considerablemente menor que el crecimiento registrado entre 1980 y 2008, y apenas un tercio del crecimiento alcanzado entre 1950 y 1980.

“Es decir, hemos venido bajando por capas de crecimiento económico y eso se traduce, también, en una baja productividad (que a su vez se muestra) en una alta informalidad en América Latina y el Caribe”, explica el presidente del CAF.

Por ello, ese “deterioro acumulado, especialmente en los últimos 15 años, denota un crecimiento de la pobreza y un estancamiento de la clase media, y eso tiene un canal de expresión también en una menor confianza y esperanza en la región, que está debilitando las instituciones”.

"Los principales retos de la región son reducir la pobreza y ampliar la clase media, afirmó Sergio Díaz-Granados (Foto: Galo Cañas /CUARTOSCURO.COMrr)

La fragilidad institucional y la desconfianza

La región, con “dos siglos de historia republicana”, ha avanzado junto a sus “sistemas democráticos, particularmente desde la década de 1970 hasta la actualidad, aunque ahora atravesamos momentos muy críticos, tanto en lo económico como en la crisis de confianza respecto al papel de los parlamentos”.

Díaz-Granados explica que los órganos legislativos no sólo son responsables de aprobar las leyes presupuestarias, sino también de establecer los marcos regulatorios de los países, que deben generar confianza y estabilidad para atraer inversiones y adaptarse rápidamente a las nuevas tendencias globales en las agendas de los gobiernos y congresos.

“Es impensable que América Latina pueda atravesar todos estos desafíos y transiciones sin una buena coordinación al interior de los parlamentos y los congresos. Queremos hacer esa transición y acometer esos desafíos, pero en democracia”, argumenta el presidente.

Inteligencia artificial, reducción de la pobreza y “expansión” de la clase media

Díaz-Granados está en Ciudad de Panamá para apoyar el “Primer encuentro internacional diálogos para el desarrollo”, organizado por la CAF y el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino). Este evento reúne a más de 50 parlamentarios de la región para discutir los principales retos económicos, ambientales y de desarrollo.

“(Tendremos) sesiones con los congresos de la región para hablar de los desafíos a futuros. Entender, por ejemplo, qué significa la inteligencia artificial para América Latina, los compromisos en materia de emisiones en gases efecto invernadero, el aumento en alternativas energéticas y la electrificación de sectores”, dice.

Y así, asegura: “Vemos que en cada agenda, digital, ambiental (o) energética, podrían haber acciones concretas rápidas que depende exclusivamente de nosotros, no necesitamos de terceros ni de países externos para desarrollar nuestras propias agendas”.

Para concluir, a su juicio, los principales retos de la región -actualmente- son “reducir la pobreza” y “ampliar la clase media”; específicamente “poner a la gente en el centro de las soluciones”.