Esto representa el 41,1% de la flota actual, alcanzando su mayor proporción hasta la fecha. Este incremento ocurre a pesar del desarrollo de una nueva generación de buques que utilizarán combustibles verdes alternativos, como parte del esfuerzo global por descarbonizar el transporte marítimo de línea.
Este crecimiento es un reflejo de la importancia que la industria marítima otorga a la sostenibilidad y la conformidad con las normativas internacionales. El uso de depuradores en la flota marítima se aceleró este año con el aumento en la entrega de nuevos buques.
A finales de 2023, el 36% de la flota ya estaba equipada con depuradores, lo que representó un incremento desde el 32% registrado doce meses antes. Sin embargo, en tan solo ocho meses de 2024, se logró un crecimiento adicional del 5%, a pesar de que la flota ha crecido considerablemente.
Esta información coincide con una reciente reducción en el diferencial de precios del combustible para los operadores de depuradores.
El margen de diferencia entre el combustible pesado y el ligero ha mostrado una ligera disminución este año, con un promedio de 91 dólares por tonelada, en comparación con los 101 dólares que se registraron en 2023.
A finales de agosto, los diferenciales alcanzaron su nivel más alto en cuatro meses, con la diferencia entre el Rotterdam IFO 380 (tipo de combustible utilizado principalmente por los barcos, específicamente en motores marinos de baja velocidad) y el VLSFO (tipo de combustible marino con un contenido de azufre muy bajo) llegando a casi 110 dólares por tonelada.
Esta situación es favorable para los propietarios de depuradores, quienes se benefician aún más gracias a las millas adicionales generadas por las desviaciones actuales alrededor del Cabo de Buena Esperanza.
Importancia de los sistemas de depuración
En los últimos años, el sector marítimo experimentó una transformación significativa en su búsqueda por reducir el impacto ambiental del transporte de mercancías. Uno de los avances más destacados en esta lucha es la instalación de sistemas de depuración en los buques portacontenedores.
Estos dispositivos, también conocidos como “scrubbers” o depuradores de gases de escape, tienen el objetivo de minimizar la emisión de contaminantes atmosféricos, particularmente el óxido de azufre (SOx), generado por el uso de combustibles fósiles pesados en las embarcaciones.
A medida que el comercio global sigue en aumento, la flota mundial de portacontenedores se enfrenta a la creciente presión de cumplir con las normativas medioambientales cada vez más estrictas impuestas por organismos como la Organización Marítima Internacional (OMI).
Las medidas, como el límite global de contenido de azufre del 0,5%, establecido a partir de enero de 2020, buscan mitigar la contaminación derivada del transporte marítimo. Ante este escenario, los depuradores se presentan como una herramienta clave en la transición hacia un transporte marítimo más limpio y sostenible.
Qué son los depuradores y cómo funcionan
Los depuradores son sistemas que se instalan en los buques para “limpiar” los gases de escape antes de que sean liberados a la atmósfera. Su principal función es reducir las emisiones de azufre, un compuesto altamente contaminante que proviene del uso de fuelóleos pesados. Estos sistemas pueden ser de circuito abierto, cerrado o híbrido, dependiendo de si utilizan agua de mar, agua recirculada o una combinación de ambos para filtrar las partículas y contaminantes presentes en los gases.
Uno de los beneficios más significativos de los depuradores es que permiten a los operadores continuar utilizando combustibles más económicos con alto contenido de azufre, en lugar de tener que cambiar a combustibles más caros con bajo contenido de este compuesto.
Al mismo tiempo, cumplen con los estándares internacionales de emisiones. Esto convierte a los depuradores en una solución técnica y económicamente viable en un contexto de restricciones ambientales.