Este llamado surge a raíz de una serie de incendios en buques portacontenedores, lo que generó preocupación en la industria debido a la creciente frecuencia de estos eventos y el riesgo que representan para la vida humana y el medioambiente.
Este alerta es para mejorar los mecanismos de comunicación y responsabilidad entre todos los actores involucrados en el traslado de mercancías peligrosas.
En los últimos cuatro meses, se reportaron cuatro incidentes graves en buques, dos de ellos en puerto y dos en altamar. Aunque las investigaciones continúan, las primeras evidencias sugieren que sustancias químicas peligrosas y materiales inflamables, como las baterías de iones de litio, podrían haber sido un factor en al menos dos de estos incidentes.
Frente a esta situación, las aseguradoras subrayan la importancia de que los transportistas y todos los actores de la cadena de suministro adopten una mayor diligencia en la clasificación, embalaje, declaración y manejo de mercancías peligrosas.
Creciente ola de incendios
Desde el incendio de un buque en el Mar de China Meridional en mayo, hasta los más recientes incidentes en Colombo y Ningbo, la industria resultó sacudida por una serie de siniestros que, aunque las causas exactas aún no han sido determinadas, refuerzan la necesidad de mejorar los protocolos de seguridad.
Las consecuencias pueden ser devastadoras, como lo demostró el incendio en el Océano Índico, que cobró la vida de un tripulante y mantuvo al barco en llamas durante varios días.
Esta serie de incidentes evoca la preocupante tendencia observada en 2019, aunque las estadísticas históricas indican que, en promedio, ocurre un incendio grave en buques portacontenedores cada 60 días.
No obstante, cada siniestro que pone en riesgo la vida de las tripulaciones o la carga genera gran preocupación. Dos de los incendios recientes ocurrieron en puerto, lo que permitió una intervención rápida de los servicios de emergencia, reduciendo el daño y el impacto ambiental, aunque se enfrentaron riesgos de contaminación y bloqueos en los muelles.
Por otro lado, los incidentes en altamar presentan consecuencias mucho más complicadas y peligrosas, ya que la capacidad de respuesta es limitada y el fuego puede propagarse sin control.
Falta de control sobre mercancías peligrosas
Uno de los principales retos que enfrenta la industria es la falta de un control preciso sobre la cantidad y tipo de mercancías peligrosas transportadas en contenedores cada año. Gran parte de estos envíos son mal declarados o no se declaran, lo que incrementa el riesgo de incidentes.
En respuesta a este problema, la Organización Marítima Internacional (OMI) revisó en 2022 las directrices para los programas de inspección de unidades de transporte de carga, instando a los gobiernos a intensificar las inspecciones, sin importar la carga declarada.
Sin embargo, los resultados de estas inspecciones, que incluyen datos consolidados de solo ocho países en 2023, revelan que aún existen problemas importantes en la seguridad de las mercancías peligrosas.
De acuerdo con el informe, se inspeccionó aproximadamente el 0,03% del tráfico global de contenedores. Aunque se registró una ligera mejora en el etiquetado y marcado de las mercancías, más del 40% de las cargas examinadas aún presentaron deficiencias en este aspecto crucial.
Estos inconvenientes no solo ponen en peligro a los transportistas y las tripulaciones, sino también a los equipos de emergencia que deben actuar en situaciones de incendios o explosiones.
Estiba, sujeción y documentación: puntos críticos
Otro aspecto crucial en el transporte de mercancías peligrosas es la adecuada estiba y sujeción dentro de los contenedores, regulada por el Código de Unidades de Transporte de Carga (Código CTU). Los informes recientes indican un deterioro en esta práctica durante los últimos cinco años, alcanzando el peor nivel desde el inicio de estos reportes en 2001. Además, los errores en la documentación de las cargas muestran una tendencia preocupante, lo que incrementa aún más el riesgo en el manejo y transporte de estos productos.
La imprecisión en la documentación y la comunicación de los detalles específicos de las cargas a lo largo de la cadena de suministro favorecieron la aparición de “tormentas perfectas” que resultan en incendios o explosiones a bordo de los buques.
Por esta razón, las aseguradoras subrayan la importancia de una mayor diligencia por parte de todos los actores involucrados, desde los fabricantes hasta los transportistas y operadores portuarios. La comunicación efectiva entre las partes y una sólida cultura de conocimiento sobre las mercancías que se manipulan son esenciales para evitar futuros incidentes.