Status y nuevo impulso en el proceso de digitalización del comercio internacional

Si bien queda muchísimo camino por recorrer, “el 80% del comercio global está comprometido en alinearse con el Modelo de Registro de Transferencia Electrónica”, destacó Pamela Mar, Managing Director global de la Iniciativa de Estándares Digitales de la Cámara de Comercio Internacional, durante el encuentro “Iniciativa de Estándares Digitales: una propuesta para avanzar con la digitalización del comercio”, que se llevó a cabo en las instalaciones de la CAC, donde funciona la filial local del organismo internacional.

La apertura del evento estuvo a cargo de Marcelo Elizondo, presidente de ICC Argentina y secretario de la CAC, quien destacó el gran avance que ha tenido la digitalización en el ámbito privado, a la vez que se registra una deuda del sector público, en cuanto a los progresos en lo relativo a la adaptación de las reglamentaciones, certificaciones e instrumentos que aplican en el comercio exterior. En este sentido, abogó por “impulsar un esfuerzo mancomunado entre el sector público y privado”.

En cuanto a la Iniciativa de Estándares Digitales (DSI) que propone ICC, Elizondo señaló, “su primer propósito es la tecnologización a través de la digitalización de comercio internacional. Su segundo propósito, el establecimiento de estándares para permitir la interoperabilidad, ya que de poco sirve que cada país digitalice por su lado y después no los podamos coordinar. Y como tercer propósito, la instauración de seguridad, de certezas y de confianza para que el proyecto pueda alentar el desarrollo de negocios”.

Por su parte, Pamela Mar, precisó que los países ven en el comercio digital un camino para ahorrar dinero, tiempo, y hacer el comercio más rápido, sustentable y sencillo, crear empleo y dar más oportunidades.

En cuanto a los pasos a seguir, destacó en primer lugar la necesidad de establecer estándares, luego, un modo común para pensar sobre las formas de compartir los datos y brindar seguridad y, finalmente, reformas legales, porque muchos gobiernos todavía en sus leyes requieren el uso de papel, “no solo en los mercados emergentes, sino en muchos mercados desarrollados también”.

Precisó que para avanzar en uno de los puntos clave de este proceso, como es la “interoperabilidad”, están trabajando en 36 documentos básicos utilizados en las transacciones y procesos del flujo de productos y servicios en cualquier cadena de suministro, como órdenes de compra, certificados de origen, cartas de crédito, entre otros.

También destacó que como “puente” para acceder a la cadena de suministro, comenzaron trabajando con la versión digital del Bill Of Lading (Conocimiento de Embarque), ya que “si las partes pueden aprender a usar el eBL, básicamente aprenden cómo negociar digitalmente”.

Si bien actualmente el eBL presenta una media de aceptación de entre el 4 y el 5%, el objetivo de ICC es “que el 100% de los compradores globales se adapten a su uso para 2030″.

El análisis del status de digitalización del comercio exterior en Argentina estuvo a cargo de Marina Azzara y María José Llabot, quienes lideran la Iniciativa en ICC el país, a través de un equipo multidisciplinario en el que participan los diferentes actores del comercio exterior, como los bancos, Aduana, Navieras, Despachantes, Agentes de Carga, entre otros.

En base a esto, se elaboró una comparación entre lo que la ley modelo pide y lo que existe actualmente en el Código Civil Argentino, considerando los cambios en el DNU recientemente aprobado y las distintas regulaciones aduaneras, para poder llevar propuestas concretas de avances ante los Poderes Ejecutivo y Legislativo.

En línea con lo presentado por Pamela Mar, también se tomó el “Bill of Lading” como documento modelo ya que tiene un gran camino recorrido en cuanto a su digitalización.

Al respecto, precisaron que si bien hay numerosas iniciativas en la industria para adoptar la versión digital del Bill of Lading, el mismo no tiene todavía una penetración 100% en el país por distintos aspectos. Uno es la falta de interoperabilidad técnica entre los distintos actores del comercio exterior, ya que, si bien hay ensayos, los mismos se desarrollan en “islas digitales” no armonizadas, ya que el mismo no ha sido validado aún por los distintos organismos gubernamentales.

Sin embargo, señalaron que Argentina no se encuentra en una mala posición en comparación con lo que ocurre en el mundo en cuanto a digitalización, por lo que fueron optimistas en el impulso que la misma pueda tomar en línea con los esfuerzos llevados a cabo por diversos organismos, como en este caso la ICC.