Importaciones: cambios, adaptación y proyecciones

En diálogo con Movant Connection, José explica la importancia que tiene la gestión de importaciones en la correcta gestión de las empresas. Además, señala un tema central a resolver dentro del rubro.

Participo en todo el proceso de importaciones, desde la negociación con los proveedores hasta la decisión de cuál es la mejor manera de importar. Esto puede implicar transporte aéreo, marítimo o incluso terrestre, dependiendo de la situación. También me encargo de definir la modalidad de pago y evaluar la urgencia de la importación, además de analizar y estimar los gastos involucrados. Cotizo con diferentes agentes de carga para encontrar la opción más viable para la empresa, teniendo en cuenta la rapidez, la urgencia y los costos.

Cuando la carga llega, comienza una segunda etapa del trabajo, que implica colaborar con el despachante para verificar que toda la documentación esté en orden, presentarla ante la Aduana y resolver cualquier inconveniente que pueda surgir, como un canal rojo, un retraso, la solicitud de documentación adicional o un permiso que deba gestionarse en el momento.

También me ocupo de la logística necesaria para que las mercancías lleguen a la fábrica. No se trata sólo de coordinar la recogida del contenedor en la fábrica del proveedor en China, sino también de gestionar todo el proceso una vez que el transporte llega al país.

El impacto fue positivo y se nota en la abundancia de cargas que manejamos. Hemos visto un aumento significativo en las cargas desde principios de este año en comparación con el año pasado, lo que refleja una desregulación considerable del comercio internacional para los importadores en Argentina. Esto nos permitió retomar el contacto con proveedores con los que no trabajábamos desde hace tiempo.

Empieza a haber una gran fluctuación en el manejo de cargas en todos los aspectos, en lo que respecta a tratar con nuevos clientes, interactuar con nuevos intermediarios y llevar a cabo el proceso de adaptación a las nuevas políticas de pago que se han implementado. Es un desafío para todos los departamentos de la empresa.

La importancia de realizar correctamente la gestión de las importaciones radica en que una falla de este proceso puede afectar a múltiples áreas de la empresa. Si no se importa algo en tiempo y forma, se puede detener el trabajo del ingeniero en planta que debe realizar controles de calidad, porque no dispone del repuesto o del compuesto químico necesario para cumplir con su función.

Esto, a su vez, afecta al departamento comercial, que le ha prometido al cliente final que recibirá el producto a tiempo. Los retrasos pueden generar problemas significativos, e incluso hay contratos que imponen multas por no cumplir con los plazos de entrega.

Por lo tanto, un proceso de importación bien ejecutado tiene un impacto positivo, mientras que cualquier contratiempo puede afectar negativamente a toda la cadena de producción y distribución.

En el comercio exterior, los errores se pagan caro, un solo día de retraso en la liberación de la carga puede generar costos que no estaban previstos y que afectan directamente el costo final del producto.

Las barreras culturales, los husos horarios y los días festivos son factores que también influyen en el proceso de logística y negociación. Algunos países son mucho más flexibles debido a su potencial económico.

Por ejemplo, en China, hay proveedores que están más dispuestos a modificar sus ofertas y adaptarse a nuestras necesidades. Sin embargo, en otros países que quizás no tienen el mismo potencial o crecimiento económico, es más común que te digan no.

La cultura también juega un papel importante en las negociaciones; por ejemplo, los turcos suelen ser firmes en sus reglas y condiciones. Estos factores tienen un impacto significativo en las negociaciones.

Se nota que la economía está comenzando a reactivarse, pero uno de los grandes retos que aún enfrenta el comercio internacional en Argentina es mejorar las condiciones de pago en las importaciones.

Aunque se ha avanzado en la desregulación, persisten dificultades para realizar pagos a los proveedores. No es que no haya dinero para pagar, sino que los plazos de pago siguen siendo un desafío. Por ejemplo, ahora puedo pagarte, pero solo en ciertos plazos, y muchos proveedores, especialmente los que no son lo suficientemente grandes o no tienen un respaldo financiero sólido, difícilmente aceptarán términos de pago que no sean por adelantado.

Sin embargo, veo el futuro con optimismo. Siento que pronto podremos estar a la altura de otros países en términos de condiciones de pago, ya sea pagando por adelantado, cuando la carga llega, o mientras está en tránsito, que es lo habitual en el comercio internacional.