En esta entrevista otorgada a Movant Connection, Juan Ignacio cuenta detalles sobre los centros de distribución destinados a la industria del consumo masivo y sus proyecciones sobre el futuro de la logística y las cadenas de suministro.
¿Cuáles son los puntos críticos de tu trabajo?
Actualmente estamos enfocados en mejorar significativamente la calidad del servicio, asegurando que los pedidos demandados por la red de tiendas sean preparados y enviados en tiempo y forma. En ese marco, logramos alcanzar una efectividad del 99,6% según la norma Quality Search. Este enfoque es esencial para nuestro negocio, que presenta desafíos únicos debido a nuestra red de franquiciados. La calidad y eficiencia son cruciales para nosotros y buscamos maximizar ambos aspectos.
En el ámbito de la logística, es común asociar la productividad con la reducción de costos. Sin embargo, en nuestro enfoque actual, buscamos equilibrar la productividad con la eficiencia sin sacrificar la calidad del servicio. Con ese fin, nos aseguramos de que los pedidos se preparen cuidadosamente en palets bien organizados, utilizando circuitos de picking que optimizan el apilamiento y minimizan roturas.
¿Cómo es el manejo de las temperaturas en los centros de distribución?
En los centros de distribución donde trabajo, se gestionan cuatro tipos de temperatura. La primera es la temperatura ambiente, destinada a productos secos. Luego, los productos congelados se mantienen entre -26 y -22 grados. Los productos refrigerados, como en una heladera doméstica, están a temperaturas más bajas. Finalmente, las frutas y verduras requieren una temperatura específica, entre 10 y 14 grados, lo que es crucial debido a la rapidez con la que estos productos se mueven, desde el Mercado Central hasta estar disponibles en tiendas en menos de 24 horas.
Cuando recibimos productos congelados, realizamos un testeo de temperatura para asegurar la calidad. En caso de cualquier inconveniente, consultamos con nuestro departamento de calidad. La mercadería recibida se almacena de inmediato y, para su preparación, utilizamos isotermos, que son dispositivos similares a una heladera con burletes y una traba de seguridad. Además, se colocan placas especiales para mantener la temperatura, garantizando así una durabilidad de al menos 24 horas, asegurando que la cadena de frío se mantenga intacta durante el transporte.
¿Cómo es la gestión de productos importados?
En las operaciones de comercio con otros países, generalmente todo llega en contenedores. Esta coordinación se realiza con el equipo de Comercio Exterior, ese equipo se encarga de coordinar la recepción en los diferentes centros de distribución, incluyendo la contratación de personal adicional especializado para estas operaciones.
Tras recibir y separar las muestras para el Senasa y el Instituto Nacional de Alimentos (Inal), se procede con la distribución. Es muy valioso poder integrar productos importados en una cadena nacional de supermercados. Se trata de un entorno que es altamente dinámico y depende, en gran medida, de lo que ocurre en el plano externo.
¿Cómo imaginás el futuro de las cadenas de suministro?
En la empresa en la que trabajo, el equipo de supply chain cuenta con un departamento especializado en proyectos y procesos, cuyo enfoque principal es mejorar continuamente los procesos operativos, especialmente a través de la incorporación de tecnología. Buscan constantemente maneras de hacer que estos procesos sean más dinámicos y eficientes. Actualmente, están explorando la integración de inteligencia artificial en las compras online, lo que resalta la importancia crucial que tiene la tecnología en optimizar y mejorar cada aspecto de nuestras operaciones.
Creo que todos debemos adaptarnos a los nuevos procesos tecnológicos. Al contrario, creo que la tecnología está aquí para ayudarnos. Es importante aprender a convivir y trabajar con ella, integrándola a nuestras vidas y procesos.
Desde mi perspectiva, veo esto como algo sumamente positivo. Creo que la inteligencia artificial está comenzando a desempeñar un papel crucial en la logística. Esta tecnología permite tomar decisiones más acertadas, simplifica muchos procesos operativos y, en general, hará que las cosas sean más sencillas.
Hace sólo 10 años, ni siquiera los teléfonos móviles eran lo que son hoy, lo que demuestra cómo la tecnología puede transformar rápidamente nuestras vidas y trabajos. Si somos lo suficientemente inteligentes y visionarios para aplicarla correctamente, los resultados serán excelentes.