AFIP actualizó garantías en busca de mayor cumplimiento de obligaciones aduaneras y fiscales

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) determinó, mediante la publicación de la Resolución 26/2024 en el Boletín Oficial, actualizar y ajustar las garantías de actuación que deben presentar las empresas que participan en los Regímenes de Aduanas Domiciliarias y de Aduana en Factoría.

Estas garantías son fundamentales para asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y aduaneras de las empresas involucradas en operaciones de comercio exterior.

La normativa estipula que las empresas deben constituir una garantía global por un plazo mínimo de un año, cuyo monto y características estarán determinadas por la AFIP en función del patrimonio de la empresa, el volumen de operaciones de importación y exportación del último año fiscal, y el total de tributos pagados. Este ajuste se justifica por la necesidad de proteger la renta fiscal y asegurar que las empresas operen dentro de los parámetros establecidos, adaptando las garantías cuando cambian las condiciones operativas de las firmas.

El impacto de esta resolución en el comercio exterior es notable. En primer lugar, al ajustar las garantías, la AFIP busca fortalecer el control sobre las grandes operadoras del comercio exterior, lo que podría traducirse en una mayor eficiencia y transparencia en las transacciones internacionales. Las empresas deberán estar más atentas a sus volúmenes de operación y al cumplimiento de sus obligaciones fiscales, lo que podría impulsar una mayor profesionalización en la gestión de sus actividades de comercio exterior.

Además, la resolución puede influir en la planificación financiera de las empresas, ya que la necesidad de ajustar las garantías podría requerir una mayor liquidez o la reestructuración de sus garantías financieras. Esto podría afectar particularmente a las empresas con márgenes de operación más estrechos, que deberán asegurarse de que sus garantías estén alineadas con los nuevos requisitos para evitar cualquier interrupción en sus operaciones aduaneras.

Por todo esto, la Resolución 26/2024 representa un esfuerzo de la AFIP para reforzar el control y la transparencia en las operaciones de comercio exterior a través del ajuste de las garantías de actuación. Este cambio obliga a las empresas a mantener un enfoque más riguroso en su gestión financiera y operativa, asegurando el cumplimiento de las normativas y protegiendo la integridad del sistema aduanero argentino.

Por otra parte, este viernes también se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 965/2024, que representa un paso crucial en la regulación de la identificación animal en Argentina, con implicaciones directas en el comercio exterior.

La norma, emitida por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), establece un sistema de certificación de calidad para los dispositivos de identificación animal, alineándose con los estándares internacionales del Comité Internacional para el Registro Animal (ICAR).

Al garantizar que los productos de origen animal estén adecuadamente identificados y trazados conforme a estándares internacionales, Argentina fortalece su posición en el mercado global. Esto es especialmente relevante para las exportaciones de carne y otros productos agropecuarios, donde la trazabilidad es un requisito fundamental para la admisión en mercados internacionales.

La Comunicación “A” 8088, publicada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), introduce importantes modificaciones en las normas que rigen el Sistema Nacional de Pagos, particularmente en relación con las transferencias electrónicas.

Esta normativa elimina ciertos puntos que regulaban las precauciones adicionales en las transferencias, como el control estricto sobre cuentas de destino no previamente registradas o cuentas nuevas, lo que tenía como objetivo minimizar riesgos asociados al lavado de dinero.

Al facilitar las operaciones en moneda extranjera, especialmente en dólares y al eliminar trabas que podían retrasar o complicar los pagos internacionales, esta medida resulta crucial para las empresas que participan en el comercio exterior, permitiéndoles realizar transacciones de manera más ágil y eficiente.

Al simplificar estos procesos, la medida no solo reduce la burocracia, sino que también potencia la competitividad de las empresas argentinas en el mercado global. Las operaciones de importación y exportación se ven beneficiadas, dado que las transferencias internacionales ahora pueden realizarse con mayor fluidez, mejorando la relación comercial con socios internacionales y facilitando el cumplimiento de obligaciones financieras en el exterior.