El desarrollo de la humanidad siempre estuvo relacionado con la evolución de la logística y el comercio, actividades claves para responder a lo que las personas y las sociedades necesitaron a lo largo de la historia para poder subsistir y progresar.
La logística estuvo presente cuando el desafío era satisfacer las necesidades básicas a través de la caza, la recolección y el almacenamiento de alimentos.
La logística hizo posible el desarrollo del comercio internacional, impulsando la construcción de caminos y los primeros medios de transporte.
La logística definió guerras y, más recientemente, hizo posible la globalización que hoy nos permite conectarnos comercialmente con el mundo entero.
La logística es parte indivisible de la vida de todos nosotros y es también protagonista indiscutida de las “últimas” tendencias globales, entre las que podríamos destacar al comercio electrónico, que aunque apenas cuenta con menos de 30 años de existencia, si tomamos el nacimiento de Amazon en 1995, logró transformar las modalidades de consumo de gran parte de la población global.
Hoy la industria logística cuenta con infraestructuras dedicadas, alta tecnología y un reconocimiento público creciente, ganado en gran parte por la visibilidad que tuvo como actividad “esencial” durante la pandemia.
Sin embargo, por sobre todas las cosas, la logística cuenta con logísticos. Personas que día a día coordinan, gestionan y se comprometen para que las mercancías lleguen a sus destinatarios atravesando el mundo entero.
Un mundo de posibilidades
La logística siempre estuvo y estará cada vez más presente en la vida de todos, es por esto que el sector ofrece grandes oportunidades para la empleabilidad y el desarrollo profesional de las personas en todo el mundo.
Curiosamente, a pesar de su gran relevancia, recién en los últimos años surgieron carreras de grado específicas para la actividad logística, incluso la carrera de comercio exterior, directamente vinculada con la logística internacional, muestra en sus programas muy poco contenido sobre esta disciplina.
Es por eso que la actividad logística se nutrió de graduados de disciplinas diversas que demostraron ser eficientes en el sector, como por ejemplo Administración de Empresas, Ingeniería Industrial y Economía, entre otras.
¿Qué tienen en común estas carreras? Que en todas ellas se gestionan y administran recursos buscando la máxima eficiencia, lo mismo que sucede en la actividad logística.
Competencias claves
En gran medida, la industria logística cuenta con muchísimos profesionales que han hecho “camino al andar”, formándose en la práctica y alcanzando altos grados de desarrollo, llegando incluso a liderar o fundar muchas de las compañías que hoy triunfan en el sector.
Y es que más allá de títulos y certificaciones, el mundo logístico exige y, a la vez, abre el juego a todas aquellas personas que cuentan con una serie de competencias personales claves, una base sólida sobre la cual construir y formar a partir del conocimiento y la experiencia.
Entre ellas se destacan el compromiso con los objetivos propuestos, la creatividad para que surjan las ideas más revolucionarias y resolutivas, la comunicación para generar confianza y seguridad entre las partes, la flexibilidad para adaptarse a lo que cada situación demande, la gestión de emociones para surfear cada ola difícil que aparezca y el pensamiento crítico para cuestionar lo establecido buscando la mejor opción.
El mundo está evolucionando continuamente y hoy de manera acelerada con el impulso de la revolución digital. Muchos paradigmas están cambiando, pero la logística siempre estará presente abasteciendo las necesidades de la producción, el comercio y, en definitiva, de toda la sociedad.
Por eso fue, es y seguirá siendo un campo fértil para todos aquellos que, con o sin título, busquen un sector donde poder crecer como personas y profesionales.