Brasil: operaciones con el exterior registraron saldo negativo en junio

Brasil registró saldo negativo de 4.029 millones de dólares en lo que respecta a operaciones con el exterior realizadas durante junio, lo que situó el déficit interanual en cuenta corriente en el equivalente a un 1,41% del Producto Bruto Interno (PBI), informó el Banco Central brasileño.

El resultado superó las previsiones de los analistas del mercado financiero, que, según unas encuestas realizadas esta misma semana, esperaban para junio un déficit de unos 3.000 millones de dólares. Aun así, la variación interanual del déficit en cuenta corriente se redujo en relación al 1,79% del PBI registrado el pasado mes de mayo.

En junio, la balanza comercial de bienes tuvo un saldo positivo de 6.040 millones de dólares, similar al registrado el mes anterior, pero con una variación interanual negativa del 1,8%.

También aumentó el déficit en la cuenta de servicios, que llegó en junio a 4.144 millones de dólares, frente a los 3.700 millones de dólares del mismo mes del año pasado.

Según el balance del Banco Central, en junio aumentaron las inversiones directas en el país, que sumaron 6.292 millones de dólares, cuando en el mismo mes del 2023 habían sido de 1.950 millones de dólares.

Las reservas internacionales de Brasil no tuvieron variaciones importantes y se mantuvieron en el mismo nivel que el mes pasado, en torno a los 355.000 millones de dólares.

El ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, dijo que la propuesta de Brasil para que sea creado un impuesto a los ultra ricos fue aclamada por el G20 y será incluida en un documento a ser divulgado el viernes, cuando concluya la reunión de los ministros de Finanzas del foro.

“Al final de la reunión fue aplaudida la declaración que divulgaremos mañana y que contempla varios asuntos, entre los cuales la propuesta brasileña para que se comience a pensar en la tributación internacional no solo de las empresas sino también de los individuos ultra ricos”, dijo Haddad en una rueda de prensa.

El ministro aclaró que, pese a que ya fue “aclamada” por los ministros de las veinte mayores economías del mundo, la declaración sólo será divulgada el viernes, cuando concluya la cita ministerial en Río de Janeiro, debido a que aún puede ser sometida a una revisión técnica o de redacción.

Haddad admitió que, pese a la “satisfacción” por el apoyo recibido por Brasil, lo aprobado en Río es tan solo el primer paso en un largo proceso, que puede durar varios años, para que ese impuesto sea implementado en un acuerdo internacional.

El ministro recordó que los países del G20 y de la OCDE han tardado más de una década en las negociaciones para un acuerdo de cooperación tributaria que regule los impuestos pagados por las empresas en diferentes países, pese a que enfrenta menos resistencias que el impuesto a los ultra ricos.

El Gobierno brasileño, que preside el foro este año, propuso la inclusión del asunto en el documento sobre ‘Cooperación Internacional en Materia Tributaria’ que, tras la aprobación ministerial, será llevado a consideración de los jefes de Estado en la Cumbre que el G20 tendrá en noviembre próximo en Río de Janeiro.

Haddad dijo que los actuales desafíos mundiales, como el cambio climático, exigen soluciones innovadoras y que la declaración aprobada permite anticipar la elaboración de instrumentos financieros que puedan ser usados cuando sean necesitados.

Aseguró que a pesar de que “obviamente hay preocupaciones, resistencias y hasta preferencias por otras soluciones”, todos los miembros del G20 estuvieron de acuerdo en que la propuesta tenía que constar en la declaración porque merece atención y porque tiene que comenzar a ser analizada por otros foros y organismos.