Actualmente, muchos productos y servicios que solían tener precios excesivamente elevados están comenzando a ajustarse a la nueva realidad y la reaparición de opciones de pago en cuotas, que antes eran prácticamente inexistentes, están marcando una diferencia.
A la vez, ese ajuste de precios está impulsando a las empresas a ser más competitivas, tanto a nivel interno como externo, lo que refleja un cambio de paradigma en el mercado.
En ese marco, Argentina se encuentra ante el desafío de elegir los caminos que le permitan satisfacer, de la mejor manera posible, la demanda mundial sobre sus productos.
Canibalismo empresarial y claves para la diferenciación
La competencia en Argentina no solo proviene del mercado internacional, sino que también se está intensificando a nivel local. En su afán por mantener o aumentar su cuota de mercado, las empresas están entrando en nuevos rubros, diversificando sus ofertas e incluso, en algunos casos, invirtiendo en nuevas adquisiciones.
Sin embargo, la competencia constante ha llevado a un fenómeno de “canibalismo empresarial”, en el que las empresas compiten ferozmente dentro del mismo mercado, sin lograr una diferenciación significativa.
En este sentido, es esencial que las empresas dejen de enfocarse únicamente en lo que hace la competencia y comiencen a centrarse más en las necesidades y deseos del consumidor. La diferenciación es clave para destacarse en un mercado saturado.
En lugar de competir en un mar rojo de precios bajos, las empresas deben buscar nichos de mercado y establecerse en ellos, ofreciendo productos y servicios únicos que atraigan a los consumidores de manera sostenible.
Pymes: el impacto de la competencia y la importancia de protegerlas
Las pymes en Argentina juegan un papel crucial en la economía, representando más del 70% del empleo. Son las primeras en invertir y en adaptarse a las nuevas realidades del mercado. Sin embargo, están enfrentando una situación muy compleja debido a la caída de la facturación y la creciente competencia externa.
Es vital proteger a estas empresas, ya que son el motor del consumo y el empleo en el país. Recordemos que la desocupación se ubica en torno al 8% y se espera que ronde el 10% anual, cifras que seguramente van a generar un fuerte impacto en el consumo. Por lo tanto, atentar contra las pymes es atentar contra la estabilidad económica y social de Argentina.
Los grandes sectores como la agroindustria, la minería y la industria del petróleo no aportan una masa significativa de empleo en comparación con las pymes. Por ello, proteger y fortalecer a las pequeñas y medianas empresas es esencial para el crecimiento económico y la creación de empleo.
Recuperación de la exportación y desafíos logísticos
En ese marco de mayor competencia, empieza a verse una recuperación en la exportación. Muchas pymes que alguna vez exportaron están intentando retomar presencia internacional.
La logística aparece como un desafío importante para ese avance. Se debe a que los problemas en los principales canales de comercio internacional, como el Canal de Suez o el de Panamá, junto con las tensiones geopolíticas, están afectando los costos de flete.
Para una pyme, un aumento en el costo del flete de, por ejemplo, 3.000 a 9.000 dólares, puede significar un duro golpe para su competitividad.
En ese sentido, Argentina necesita tener una marina mercante propia, que es crucial para asegurar el movimiento de la producción y los insumos a costos racionales. Esa decisión también debería ser complementada con una aerolínea nacional que tenga preponderancia en el manejo de carga aérea, asegurando que los productos argentinos lleguen a los mercados internacionales en condiciones óptimas, manteniendo la estructura de costos.
Luz al final del camino: satisfacer la demanda del mundo
A pesar de los desafíos, hay luz al final del camino. Argentina tiene el potencial de convertirse en un jugador importante en el mercado global si trabaja arduamente en mejorar su competitividad, infraestructura y estrategias logísticas.
Los compradores están interesados en los productos argentinos, y es crucial que el país esté preparado para satisfacer esa demanda con productos de calidad y precios competitivos.