Flexibilidad e innovación: claves para el éxito en compras y logística

Fernando Pereyra, Comprador Senior de Logística de una de las principales cadenas de retail en América Latina, analiza las características particulares de los trabajadores argentinos del sector

Fernando Pereyra es Comprador Senior de Logística de una de las principales cadenas de retail en América Latina (Imagen Movant Connection)

Fernando cuenta que hizo su primera incursión al rubro logístico en Nueva Zelanda y que luego siguió ese camino en Argentina. En ese marco, en diálogo con Movant Connection, compara formas de enfrentar desafíos en los diferentes países, con sus pros y contras.

¿Qué particularidades tiene tu área de trabajo y cómo se valora en Argentina?

El sector de procurement es fascinante porque la sinergia comienza con el cliente interno. Es crucial entender qué necesita para abastecerse, qué debe comprar y cuál es el servicio requerido. A menudo, el cliente interno tiene una idea del servicio, pero desconoce los costos y otras herramientas disponibles que nosotros manejamos. Esto es lo que encuentro más interesante: entender qué quiere el cliente interno y aprender en el proceso.

En el caso particular de Argentina, y también en la región, el sector de compras estratégicas o de insumos del exterior no recibe la misma atención que en otros lugares. Aquí se da mucha importancia al ahorro, lo que requiere innovación y creatividad. Pero hay que entender que el ahorro no siempre proviene de elegir el producto más barato, sino de encontrar formas de reducir su costo.

¿Qué diferencias relacionadas a la logística notaste entre Nueva Zelanda y Argentina?

Hay diferencias notables. La logística del transporte y el almacenamiento en otros países es mucho más pragmática, algo que resulta difícil de replicar en Argentina debido a la volatilidad de los precios y los cambios gubernamentales que alteran significativamente las reglas del juego.

Otra diferencia es que, en otros lugares, los contratos son rígidos. En cambio, en nuestro país hay que lidiar con sectores influyentes como los sindicatos, las cámaras empresariales y las familias del transporte que, a menudo, están muy conectadas.

Por otra parte, los argentinos desarrollamos una de nuestras mayores fortalezas: la adaptabilidad. El nivel de crisis que vivimos aquí despierta una capacidad de adaptación que en otros lugares podría no desarrollarse.

Allí se manejan de otra manera, con una estructura y rigidez que les permite estar tranquilos porque saben que no pasa nada grave. En cambio, aquí estamos acostumbrados a adaptarnos constantemente. Sin darnos cuenta, desarrollamos habilidades muy valoradas en el exterior.

Recuerdo una situación en Nueva Zelanda, donde toda la producción de manzanas se paralizó porque una de ellas se atascó un rodillo. Intenté resolverlo, pero me dijeron que debíamos esperar al técnico, a pesar de que mover una manzana del rodillo no requiere conocimientos técnicos. Habiendo vivido tanto tiempo en Argentina, me sorprendió esa reacción.

Fernando cuenta que hizo su primera incursión al rubro logístico en una empresa de producción de manzanas en Nueva Zelanda (Shutterstock)

¿Cómo impacta la adaptabilidad en el sector de compras estratégicas?

En el pasado, en el área de compras el objetivo principal era el ahorro; gastar menos era sinónimo de aprobación. Sin embargo, esta prioridad traía problemas, ya que al enfocarse demasiado en el ahorro y poco en aspectos técnicos, surgían imprevistos.

En mi experiencia, en el exterior se manejaban con menor flexibilidad ante los imprevistos, utilizando estructuras rígidas provenientes de manuales de compras del sector o directrices verticales, que eran inflexibles porque funcionaban bajo ciertos estándares.

A ese tipo de procesos los llamo vicios, ya que lo que se adopta por una repetición en el tiempo no necesariamente es eficiente, sino que puede ser simplemente conveniente para la compañía, el sector o la persona a cargo.

Sin embargo, noté que en Argentina se planifica mucho, a pesar de la volatilidad de precios y la poca estabilidad económica. Aquí, la planificación es esencial para manejar las fluctuaciones constantes, se logra ejecutar proyectos a largo plazo a pesar de los fuertes cambios que hay.

Por ejemplo, trabajé en supermercados manejando envíos a domicilio, transporte entre tiendas y centros de distribución. Noté que, a pesar de las direcciones opuestas que tomaban los candidatos a presidente, logramos planificar y ejecutar proyectos a largo plazo. No podía creer el nivel de análisis y planificación a un año con tanta inestabilidad.

La adaptabilidad también tiene relación con la posibilidad de innovar. Por ejemplo, en mi actual trabajo formamos un equipo relativamente nuevo y, a pesar de que no conocemos en profundidad a la empresa, pudimos implementar algunas novedades como la inclusión de cláusulas gatillo en los contratos para evitar incertidumbre respecto a los ajustes de precios y promover un mejor desarrollo de los proveedores.