Mayor sustentabilidad, eficiencia y capacidad de operar las 24hs, son algunos de los aportes que podría brindar la implementación de esta tecnología al autotransporte de cargas.
Sin embargo, también presenta desafíos, como alcanzar y demostrar altos estándares de seguridad que logren generar confianza y mejoren la situación actual en cuanto a seguridad vial. Además, existe el tema de la empleabilidad laboral de los conductores frente a la posible proliferación de las operaciones autónomas, en tiempos donde en el mundo entero se registra escasez de conductores profesionales.
Una de las compañías líderes de producción de camiones a nivel global anunció que comenzará a utilizar sus vehículos eléctricos, conectados y autónomos, como parte de un plan integral para trasladar carga desde un centro logístico hasta una terminal portuaria en Gotemburgo, Suecia.
La tarea es el resultado de una reciente asociación entre la automotriz, una empresa logística y su dador de carga, con el fin de proporcionar un sistema vinculado que permita un flujo continuo de mercancías.
La idea es poner en marcha un sistema en red que consta de muchos vehículos bajo la supervisión de un operador en una torre de control que supervisa el sistema autónomo y también está a cargo del transporte.
El objetivo es proporcionar un flujo continuo y fluido de contenedores que pueda adaptarse a las demandas de mayor sostenibilidad, flexibilidad y eficiencia.
Para esta solución, los especialistas definieron flujos repetitivos con una velocidad máxima de 40 km/h con un sistema de transporte que incluye ajustes de infraestructura, como puertas terminales automatizadas.
Pioneros de la conducción autónoma
Al otro lado del Atlántico, en los Estados Unidos, anunciaron que en menos de nueve meses terminará un experimento científico de siete años de camiones sin conductor, gracias al que se comenzarán a transportar cargas entre terminales para los principales forwarders globales.
Las pruebas están siendo realizadas con semirremolques autónomos, equipados con 25 sensores láser, de radar y de cámara. El objetivo es que estos camiones, que pueden funcionar prácticamente las 24 horas del día sin interrupciones, aceleren el flujo de mercancías, lo que acortará los tiempos de entrega y tal vez reducirá los costos. A la vez que se proyecta que también recorrerán distancias cortas en carreteras secundarias.
El resultado es que, en menos de un año, los camiones autónomos se convertirán en los primeros vehículos controlados por ordenador que se desplegarán en gran número en las carreteras públicas.
La seguridad como factor clave
Uno de los principales desafíos para los camiones autónomos es garantizar seguridad y lograr la confianza social necesaria para su masificación. Al respecto, las empresas que están desarrollando los sistemas sostienen que años de pruebas demuestran que sus camiones serán en realidad más seguros que los conducidos por humanos.
Señalan que los sensores láser y de radar de los vehículos pueden “ver” más lejos que los ojos humanos. Los camiones nunca se cansan, como lo hacen los conductores humanos. Nunca se distraen ni se ven afectados por el alcohol o las drogas.
¿Un cambio de paradigma?
Desde 2021, los camiones puestos a prueba para este proyecto han transportado mercancías de forma autónoma a lo largo de más de un millón de millas en carreteras públicas, pero con conductores humanos en las cabinas. Periodo durante el que se registraron solo tres accidentes que, de acuerdo con los especialistas, fueron provocados por errores de conductores humanos en otros vehículos.
Mientras tanto, las empresas de semirremolques autónomos afirman que pueden ayudar a resolver la escasez de conductores de camiones, que según la industria asciende a 64.000 solo en los Estados Unidos. Sin embargo, también existe la preocupación de que los camiones autónomos eventualmente sustituyan a los conductores humanos y les cuesten sus medios de vida.