La transferencia realizada por el Gobierno de Argentina asciende a los 100 millones de dólares y se suma a otro pago de 12 millones de dólares efectuado durante el mes de mayo a Paraguay, como pago por la cesión que este país hace de su parte de la energía producida por la hidroeléctrica binacional de Yacyretá.
De acuerdo con un comunicado de prensa emitido por la represa, los recursos fueron remitidos al Tesoro y quedaron a disposición del Ministerio de Economía y Finanzas.
“La suma corresponde a la amortización de la deuda por cesión de energía producida por la central, que por Tratado pertenece a Paraguay, pero es cedida al vecino país”, detalló el comunicado, sobre la deuda de cesión de energía que ascendía a 132 millones de dólares. Tras este pago, resta “un saldo de 20 millones de dólares”.
Además, agregó el comunicado, “queda pendiente el pago por generación de energía, que en estos momentos asciende a 92 millones de dólares”.
Dichos recursos deben “ingresar a las finanzas de la Entidad Binacional Yacyretá, para solventar el funcionamiento de la institución y financiar los proyectos que lleva adelante”, según la información oficial.
La binacional confirmó que “afronta dificultades para saldar compromisos asumidos con proveedores, debido al retraso de transferencia de la Argentina, por el uso de la energía producida”.
No obstante, destacó que “continúan las negociaciones para lograr el desembolso” por ese monto.
Récord de producción y acuerdo con Brasil
La Central Hidroeléctrica Yacyretá registró el jueves 30 de mayo, nuevo récord de suministro diario de energía para el Sistema Interconectado Nacional Paraguayo, desde el inicio de la operación. El valor actual suministrado fue de 23.787 MWh, superando en 1.908 MWh al anterior récord registrado el 04 de diciembre del 2022.
Previamente, la Administración Nacional de Electricidad (Ande) de Paraguay anunció una licitación para la exportación de los primeros 100 megavatios a Brasil, después del acuerdo alcanzado por ambos países que permite a los paraguayos vender el excedente de su energía a ese mercado.
“Para el Paraguay, y principalmente para el sistema eléctrico paraguayo, es un día histórico porque hoy iniciamos la posibilidad de colocar la energía paraguaya al gran mercado eléctrico brasileño”, declaró el presidente de la Ande, Félix Sosa, en una conferencia de prensa desde la residencia presidencial. La licitación permitirá a Paraguay entrar directamente a competir en el mercado del país vecino sin intermediarios.
Sosa indicó que se ofertará un bloque de la energía generada en la central hidroeléctrica Acaray, mediante un contrato de mínimo un año de duración y máximo de seis.
El funcionario confió en que “una infinidad de empresas” brasileñas participe del concurso y anticipó que será el mercado el que fije la tarifa de comercialización. Los términos de referencia de la licitación están disponibles a partir de este viernes y el plazo para la entrega de los sobres de las ofertas cerrará el 1 julio.
La represa de Acaray, ubicada en el departamento de Alto Paraná, fronterizo con Brasil, tiene una potencia total nominal de 220 megavatios, explicó Sosa. Paraguay cuenta igualmente con la represa de Itaipú, compartida con Brasil, y Yacyretá, en conjunto con Argentina.
Acuerdo Paraguay-Brasil: el impacto económico
El pasado 7 de mayo, Paraguay y Brasil firmaron un instrumento de entendimiento que incluyó un principio de acuerdo sobre el Anexo C del tratado de Itaipú, el cual establece que Paraguay puede vender de inmediato y libremente su energía al mercado brasileño.
Sosa puntualizó que el documento no especifica la fuente de procedencia de la energía que Paraguay puede ofertar. Paraguay tiene una capacidad para generar 8.760 megavatios, con un pico de demanda en verano de unos 5.000 megavatios. El excedente, si no se consume internamente, podría ofertarse al vecino país, afirmó el titular de la Ande.
Respecto del acuerdo alcanzado, el presidente de Paraguay, Santiago Peña que la elevación de la tarifa de 16,71 dólares por kilovatio a 19,28 dólares por kilowatio al mes, que los brasileños pagarán por la energía de la hidroeléctrica de Itaipú en los próximos tres años, abre una nueva etapa de relación con Brasil.