Autopistas ferroviarias e intermodalidad: propuestas para el futuro del transporte en España

“Las autopistas ferroviarias pueden ser el gran cambio y revolución logística de las empresas españolas”, concluyó uno de los principales paneles del congreso organizado por la Asociación Española del Transporte (AET). En el evento también surgió la importancia de la intermodalidad y las nuevas fuentes de energía para el futuro del transporte.

En el evento de AET, el “II Congreso AET: Transporte 5.0, innovación disruptiva”, los expertos reunidos analizaron durante dos jornadas el estado de situación, los retos y oportunidades asociadas a los desarrollos tecnológicos en todas las áreas de especialización del sector.

Entre los temas abordados en el congreso, se destacó la falta de personal de transporte que hay en España y la variación interanual existente. En ese sentido, se propuso atraer talento internacional de forma ordenada y con formación previa en los países de origen.

La segunda jornada del encuentro comenzó con el análisis de las nuevas tendencias en movilidad sostenible, con especial hincapié en la nueva legislación que existe al respecto. En ese sentido, se indicó que la ley “quizá no será suficiente”, por haber “medidas que llegan tarde y obsoletas” y por no distribuir de manera equitativa los recursos necesarios para ponerla en marcha.

Asimismo, resaltaron que hay que tener en cuenta que cada ciudad tiene necesidades diferentes, por lo que se debe “abrir la mente y pensar que no podemos aplicar las mismas soluciones en todas partes”.

En la segunda sección, “Sostenibilidad y Transición energética”, los expertos señalaron que al contar con perfiles de usuarios muy distintos en el ámbito del transporte “la intermodalidad es fundamental”.

Recordaron también que las empresas españolas apuestan cada vez más por iniciativas respetuosas con el entorno, pero que ese esfuerzo no se percibe por el cliente final. En cuanto a la implementación de nuevas fuentes de energía, consensuaron que “eliminar el tubo de escape de las ciudades debe ser una de las soluciones más urgentes”. Sin embargo, concluyeron que una misma solución no funciona igual para todos, por los diferentes tipos de trayecto o de vehículos.

En otro apartado se debatió sobre la convivencia entre los diferentes modos de transporte y los principales retos. Uno de los aspectos que se destacó es que “en España las distancias hacen que el ferrocarril no sea competitivo con el camión”, también que “hay que apostar por la robustez del escenario tren-carretera”.

En ese marco, también se indicó que “las autopistas ferroviarias pueden ser el gran cambio y la revolución logística de las empresas españolas”. Sin embargo, se matizó la importancia de dicha propuesta al indicar que para que para que sean eficientes “se necesitan terminales con espacio suficiente para dar cobijo a la avalancha de camiones que operan en intermodalidad”.

Entrelazado con la problemática de falta de personal, se recordó “la falta de maquinistas en conexiones internacionales hará que la demanda requiera de muchos más nodos intermodales”, de ahí que sea esencial que Europa “potencie y dignifique esa profesión”.

Otro de los bloques de intercambio y debate se llamó “Ferrocarril: Intermodalidad Global”. Este espacio sirvió para recordar el gran peso de los puertos que acaparan en la actualidad más del 50% del origen y destino de las mercancías ferroviarias en España. Los participantes explicaron que son “nodos estratégicos para subir mercancías al tren y en los que es muy importante el trabajo conjunto con agentes-operadores para conseguir aumentar su peso específico”.

Asimismo, se detalló la importancia de la simbiosis entre los trenes y los camiones. Indicaron que los primeros cuentan con la capacidad de transportar grandes volúmenes mientras que los camiones aportan flexibilidad y rapidez.

Otro de los puntos que se debatieron fue el objetivo de llegar a la cuota del 10% del transporte de mercancías por ferrocarril para 2030. Indicaron que sólo será posible si se prioriza la sostenibilidad y si desde el Estado se lleva a cabo un esfuerzo en ese sentido.