Porto do Açu, el mayor complejo portuario e industrial privado de Latinoamérica y plataforma de exportación del 40% del petróleo de Brasil, se encuentra en un proceso de inversión para convertirse en una referencia en transición energética.
Localizado en el litoral norte de Río de Janeiro, el puerto está invirtiendo en proyectos de energía eólica, solar e hidrógeno verde, además de apostar a construir la mayor termoeléctrica de ciclo combinado a gas de América Latina, en asociación con varias empresas.
“Desde el punto de vista de la transición energética estamos muy avanzados porque contamos con flexibilidad en varias fuentes”, dijo el director de Administración Portuaria del complejo, Vinícius Patel, durante la visita de un grupo de medios invitados al lugar.
Los responsables del puerto no compartieron cifras de la inversión prevista en renovables, puesto que varios proyectos dependen de otras empresas, pero detallaron que ya hay intereses concretos para la construcción de una planta solar y un proyecto piloto de una fábrica de hidrógeno verde, que deberá estar lista en 2025.
Por otra parte, el complejo portuario está implementando un plan para el desarrollo de al menos catorce parques marítimos de energía eólica, un sector que está a la espera de ser regulado en Brasil. Además, se está construyendo en el puerto la mayor termoeléctrica de Latinoamérica, con una potencia instalada de 3 GW e inversiones previstas de unos 1.960 millones de dólares hasta 2025.
El puerto del petróleo, el gas y el hierro
Porto do Açu es el único puerto privado de Brasil y es resultado de inversiones en infraestructura por cerca de 3.920 millones de dólares. Para la próxima década, se prevén nuevas inversiones por unos 4.275 millones de dólares.
El complejo, con área de 130 kilómetros cuadrados, incluye la tercera mayor terminal de mineral de hierro de Brasil y un área industrial donde actúan 22 empresas y se levantan 11 terminales privados.
Con un crecimiento constante desde su entrada en funcionamiento, el puerto alcanzó 84,6 millones de toneladas de carga movilizadas en 2023, un avance de 27% frente a 2022, con lo que se ubicó como segundo puerto de Brasil, solo por detrás del de Santos.
Una de las grandes razones de su crecimiento es ser una de las principales bases de apoyo logístico para las actividades de gas natural y petróleo del país y es responsable de la exportación del 40% de todo el crudo producido en Brasil.
La idea de los propietarios del complejo es que en un máximo de diez años sea uno de los pocos puertos del mundo donde la industria fósil y renovable funcionen de manera simultánea.
Desafíos y trabas para las exportaciones brasileñas
Las exportaciones brasileñas enfrentan 85 obstáculos comerciales alrededor del mundo, un aumento del 10% respecto al año anterior, informó la Confederación Nacional de la Industria (CNI), la mayor asociación del sector brasileño.
Los países que más restricciones comerciales impusieron a los productos brasileños fueron la Unión Europea, con 18, China y Japón, con siete cada uno, y Argentina, que registra seis pese a ser uno de los principales socios de Brasil y compartir membresía en el Mercosur.
De los 151.000 millones de dólares en productos vendidos a la Unión Europea y a China, más de 79.000 millones se enfrentaron a restricciones, un 23% del total exportado por Brasil en 2023, según el informe de la CNI.
En Argentina, la asociación registró como obstáculos el impuesto sobre la importación de azúcar, las restricciones en materia de etiquetado y un sistema de importaciones que “atrasa” los trámites para comercializar productos.
En Paraguay, otro socio del Mercosur, las restricciones incluyen límites a los contratos con representantes comerciales y distribuidores; y en Uruguay, exigencias de etiquetado y un impuesto adicional a las importaciones.