Magalí Furman es Coordinadora Logística de Comercio Exterior en un frigorífico especializado en la producción y exportación de carne vacuna. En esta entrevista brindada a Movant Connection analiza la actualidad de la industria de la carne, las complicaciones logísticas y los factores que podrían presentar un escenario más prometedor en los próximos meses.
¿Cómo es la logística de la industria de la carne?
Hay todo un proceso que hace que la carne llegue hasta la góndola del supermercado. Todo empieza en la hacienda, después se faena, se realizan los cortes que pueden ir a pedido y los cortes que ya vienen para ser congelados.
Una vez que se termina de faenar, se lleva la carne a las cámaras, donde tenemos los depósitos de congelado y los depósitos de enfriado. Lo que está en depósito de enfriado en 24 horas está listo para exportar. Mientras que el depósito de congelado necesita un mínimo de 48 horas, desde que la carne pasa por los tubos de congelamiento, para llegar a la temperatura requerida.
Los cortes más estándar, que son los que se venden a China, como garrón y brazuelo, se los deja más de 48 horas y son los que pasan más tiempo en las cámaras de congelamiento.
¿Cómo ves la actualidad de la industria cárnica en Argentina?
Desde el punto de vista logístico, la industria cárnica de Argentina está mejor posicionada que el año pasado y el anterior, porque en los últimos dos años el valor del flete por parte de las marítimas disminuyó bastante y eso ayuda en términos de costos.
Las políticas del Gobierno están ayudando, gracias a eso las líneas marítimas están empezando a aceptar el pago en Argentina nuevamente. Eso es un buen indicio de que podemos llegar a tener mejores costos de transporte.
Por otra parte, sabemos bien que el grueso de la exportación de Argentina, así como de los países de Latinoamérica, es a China y que el país asiático tiene sus ciclos y a veces el precio de la carne está alto y en otros momentos el precio cae, porque tienen stock y cae la demanda.
El precio venía de estar bien alto por el contexto de gripe porcina africana que hizo que los chinos dejen de consumir cerdo y empiecen a volcarse a la carne vacuna, situación que hizo que se disparara el precio e incrementaran mucho las exportaciones.
Hoy por hoy ya está completamente erradicada la gripe porcina. Pero China está atravesando sus propias crisis y eso hace que no consuman tanta carne. En ese marco, el precio de la carne argentina no está muy competitivo y los costos de producción tampoco, porque los valores de hacienda siguen subiendo.
¿Qué rol ocupa Argentina como exportador de carne a nivel regional y mundial?
Si bien Argentina está bastante alto en el ranking, sabemos que nuestro principal competidor es Brasil, que es el primer productor y exportador de carne. Australia también está en los primeros puestos, al igual que Estados Unidos.
También quiero mencionar a Uruguay por el increíble crecimiento de exportaciones que registró en los últimos años aprovechando las circunstancias de sus países vecinos.
A ciertos envíos de Brasil hacia China le salieron mal los resultados sanitarios, lo que hizo que el país asiático bloquee durante un tiempo las exportaciones de carne provenientes de ese país. Mientras que en Argentina estaban vigentes los cupos de exportación y había cortes prohibidos, no se podía exportar.
En ese marco, Uruguay aprovechó para exportar y logró aumentar de una manera increíble los volúmenes de exportación.
¿Cómo opera la dinámica de fluctuación de precios en esta industria?
En lo que respecta a la logística, las tarifas están en continuo cambio. En una época podías cerrar un valor y mantenerlo por seis meses, pero hoy en día, sí o sí hay que cambiar los valores cada mes.
El costo del combustible, es donde más se notan los cambios en el costo del flete, sobre todo ahora que el precio del petróleo aumenta. Todos los inconvenientes que están ocurriendo en el Mar Rojo terminan impactando sobre el precio del combustible de los buques a los mismos no atraviesen ese río.
El problema con el cambio de los precios es que los exportadores de carne no saben si la semana siguiente va a convenir exportar, porque realmente quedan muy al filo el margen. Además, puede suceder que el comprador, ante el cambio de precio, cancele porque no le conviene.
Por otro lado, actualmente hay varios desafíos en cuanto a la logística que impactan en el día a día para poder llevar a cabo una exportación que sea just-in-time. En todas las regiones del mundo hay inconvenientes logísticos. Lo que está pasando en el Canal de Panamá, en el Mar Rojo y en Brasil, donde las condiciones climáticas hacen que los buques se retrasen mucho y que no lleguen a cumplir los cronogramas pactados.
En ese marco, es un gran desafío poder contratar un buque que sepas que va a cumplir lo mejor posible el horario, no solamente de arriba a Argentina, sino también con el tiempo de tránsito que se supone que debe tener.
Por ejemplo, un contenedor a China normalmente tardaba entre 40 a 42 días por agua. Pero hace unos años que no se está pudiendo cumplir ese tránsito. Está llegando en 45, 50 o 55 días.
Otro tema a tener en cuenta es que la calidad de los contenedores está en crisis desde hace algunos años. En algunos casos los contenedores refrigerados vienen en condiciones realmente no aptas para lo que considera un exportador sobre la calidad de un contenedor y para lo que considera el cliente.
El problema es que lo que un exportador considera no apto no coincide con lo que la terminal o la línea marítima considera como no apto. Si está operativo y se enfría, para la línea marítima está bien. Sin embargo, a veces puede haber daños que ocasionan costos extra en las terminales de destino y eso puede generar problemas comerciales con el cliente y en reclamos.
También hay casos de contenedores que ya están viejos en el mercado. Lo que ocurre es que puede haber pérdida de gas en el contenedor y si eso ocurre en una mercadería que tiene un tránsito de dos meses, el problema es que al perder frío, si no se detecta en tiempo y forma, puede arruinar los productos.
Entonces hay que tener mucho cuidado y tomar muchísimos recaudos para detectar cuándo un contenedor no está apto, aunque la línea diga lo contrario, y para detectar un buen tráfico que llegue en tiempo y forma y que permita entregar en el plazo que te lo pide el cliente y con la temperatura correspondiente.