En diálogo en el estudio de Movant Connection, Pablo destaca la importancia de establecer un mercado transparente para la formación de precios del litio, un aspecto esencial para aprovechar su potencial como commodity estratégico, subrayando la necesidad de innovación y adaptación tecnológica para impulsar la producción local y su competitividad global.
¿Cuáles son los mitos y verdades de la industria del litio?
Hay una cuestión estratégica y geopolítica. Es importante que la política comprenda la importancia que representa la formación de los precios, ya que no hay modelo económico que resista si no somos capaces de formar precios. Cuando hablamos de esa formación del precio, como economista, creo que el punto principal es la transparencia de lo que representa el litio para Latinoamérica y Argentina, si queremos impulsar concretamente la descarbonización y la transición energética.
El litio, en este caso, todavía no está determinado como commodity. Cuando suceden estas cuestiones, comenzamos a ver diferentes conceptos de cartelización de la industria del litio. En este sentido, desarrollar un commodity es la unificación para que la competitividad se pueda desarrollar.
El mundo está cambiando y también el clima. El punto de partida es que tengamos en cuenta la importancia de la descarbonización. Lo fundamental es la formación del precio para establecer condiciones y también garantías de lo que se está procesando, qué se está tipificando, qué tipo de carbonato de litio se utiliza para la fabricación de baterías y, de esa manera, también tener la estructura de la transformación de las materias primas en las regiones, lo cual impacta directamente en cada uno de los rubros de la economía.
Esto tiene que ver justamente con qué tipo de visibilidad quiere llevar adelante la política y qué tipo de estructura va a darle para que eso se pueda generar, porque básicamente las provincias son las propietarias de los recursos, pero en el caso de Argentina la nación es la que debe resguardar el interés nacional.
El litio es el commodity estratégico para desarrollar la transición energética, junto con el cobre. Ambos deben reflejar correctamente la formación del precio en cada lugar de origen. Muchas veces se dice que tenemos los recursos pero no somos capaces de impulsar o mejorar los niveles que actualmente tenemos de pobreza en Latinoamérica. Tenemos los recursos que el mundo solicita, pero no cambiamos esa variable de pobreza que afecta socialmente y al futuro de los países, no solamente en educación, sino también en formas de adaptabilidad frente a la tecnología, crecimiento e innovación.
¿Qué valor representa actualmente este mineral?
El litio pueda llevar adelante una transformación, no solamente energética, sino también social. Una de las incógnitas, en este sentido, es qué vamos a hacer con las estructuras trazadas sobre una economía que está desarrollada sobre los hidrocarburos. Todo ese escenario que tenemos de hidrocarburos, hay que pensar que va a ir desapareciendo.
A veces escucho a exfuncionarios de diferentes gobiernos decir que la Argentina no es capaz de producir baterías o vehículos eléctricos, que son costosos. Pero creo que es el momento de empezar a liberar la mente y generar, justamente, la innovación para que eso se pueda desarrollar.
¿Cuál es el impedimento para no definir al litio como commodity?
Es un tema político. Escuchamos a determinados funcionarios decir que el litio no es un commodity y, por otro lado, festejan que el precio internacional mejoraría las posiciones de las compañías mineras. La política sigue haciendo de las suyas, sin darle justamente el interés social y nacional que representa.
Ese interés nacional, lamentablemente, no se está logrando y tampoco se le da la transparencia en representatividad de lo que realmente requiere la minería de la Argentina. Hace más de 30 años que seguimos con las mismas políticas y no modificaron absolutamente nada. Si quieren que la minería genere un impacto considerable, que pegue directamente en el producto bruto interno por más de 5 puntos, lo importante es que empecemos a darle visibilidad y transparencia.
Necesitamos que se genere en Argentina la economía, no en el extranjero. Se necesita un mercado mucho más homogéneo en relación a la formación de los precios. La Argentina, Chile, Perú, Bolivia y México, teniendo los recursos de litio en sus diferentes condiciones de pureza, tienen que tener la formación del precio porque es la única manera de poder entender que la transición energética es viable. Ese es el punto básico y elemental si queremos impulsar al cobre y al litio. La industria mineral fue muy cartelizada.
Desde la cámara elaboramos un índice de litio, que en Argentina no se le dio el impacto que se le debería dar para formar el futuro. Se requieren inversiones visibles y transparentes, con una certificación de evaluación económica que tiene el activo minero. Se puede, concretamente, empezar a establecer a través de un mercado la comercialización del futuro de toneladas de carbonato de litio.
¿Qué impacto tuvo la minería en las provincias que cuentan con los recursos?
Encontramos totalmente desencajado el nivel de pobreza.
Cuando no modificamos algo que es obsoleto, como el Código de Minería, y no transcribimos concretamente lo que representa la cadena de valor en la macroeconomía, estamos cometiendo un error.
Chile exporta 200 mil toneladas y Argentina apenas llega a 30.000, producto de este gran conjugado de intereses políticos que no conllevan a una transparencia.
Tener el mineral como commodity obliga a tener un contrato visible y transparente que se comercialice. De esa manera, tenemos un mayor control sobre lo que informan las empresas cuando se comercializa.
Tenemos un mercado cerealero, pero también deberíamos tener un mercado minero. Nación debería establecer una política mucho más amplia en este sentido.
La sociedad actualmente no conoce qué es lo que está sucediendo con el litio o para qué se utiliza. Latinoamérica se debería concentrar en una estrategia geopolítica de generar recursos estratégicos en relación a la transición energética. Sin eso, estamos totalmente desviados del rumbo que está tomando el mundo.
En su momento presentamos al Ministerio de Economía un censo minero que permite saber qué recursos tiene cada provincia y qué potencial económico posee.
El índice de litio que creamos es la hoja de ruta de cómo se va desarrollando el futuro del carbonato de litio en diferentes categorías.
Lo que pedimos es que dejen de mentir con el litio. La Argentina puede exportar mucho más si desarrollamos transparencia en los precios. Chile es el principal ejemplo, porque es un país que se desarrolla en minería. Tiene un grado de adaptabilidad frente a lo que es la transición energética porque es el principal productor de cobre.
¿Qué están desarrollando actualmente desde la cámara?
Somos una cámara que viene luchando y que se integró con profesionales y otras cámaras en base a acuerdos. Tenemos estrategias para poder unificar, por eso estamos trabajando muy fuertemente con el tema del transporte y la logística en relación a toda la parte bioceánica.
Hemos cerrado un acuerdo con Paraguay porque estamos muy ligados al tema transporte con un litio de batería de 96 a 99% de pureza. Este litio, descubrieron, brinda más kilómetros de movilidad, en relación a baterías que contienen litio de menor calidad.