Durante su paso por La Noche, que conducido por Leandro Rud en C5N, Jorge Rial recordó su infancia en la zona trabajadora de Munro, criado en una familia de clase media baja. “Más baja que media”, aclaró. Hijo de un almacenero y un mozo y una ama de casa, contó que hasta los 8 años armaban una cama en el almacén familiar y allí dormía. Y apuntó otros recuerdos para graficar la situación. “Mi vieja me hacía unos sándwiches ‘de aire’, que eran pan y aceite. Y cagábamos en una letrina”.
A pesar de esas carencias, Jorge se observa a la distancia como un chico feliz y marca la infancia como los mejores años de su vida: “Yo vivía en la calle, jugaba a la pelota todo el día”, describió. También en esa cotidianeidad encontró el primer amor: “Se llamaba Graciela, vivía a la vuelta de casa. Estaba embobado con ella, era tres años más grande que yo. Fue la primera que me sentí enamorado y con ella tuve mi primera relación. Debuté con amor, después ya no me acuerdo”, bromeó.
Durante la charla y su viaje por el periodismo, Rial se refirió a su salida de la televisión: “Para mí no fue un fracaso, creo que me fui a tiempo. La tele se fue a la mierda”, sentenció y se refirió a sus últimos meses en el aire. “Te puedo hacer una lista todo lo que me pasó ese tiempo en el aire y tengo 500 excusas para echarle la culpa, pero a mí no me gusta poner excusas. Fue responsabilidad mía, pero para adentro se lo que pasó. Hubo cosas externas e internas. Yo tomé esa decisión porque la necesitaba, no daba más”, recordó, y agregó que no sintió dolor ni angustia: “Tomé la decisión solo, en 48 horas, en el parque de casa: una silla, un habano y el Indio Solari”, graficó.
Consultado por las mujeres que lo habían hecho llorar, Jorge fue elocuente y se manifestó a favor de exteriorizar las emociones: “Todas te hacen llorar por algo, alegrías o tristezas, pero hay que decirlo. Peor es esto que me pasó a mí estos días con la garganta. Lo que no decís, te pasa factura”, afirmó el conductor de Argenzuela, acompañado por una leve disfonía y en medio del anuncio de su separación con Romina Pereiro.
También se refirió a su conducta luego de la separación de Silvia D’Auro, su primera mujer, “Ahora estoy tranquilo. Cuando me separé a los 50, después de 20 de años casado, hice todo lo que todos tienen que hacer: salir con una modelo y me compré un mini Cooper, a los seis meses me di cuenta que no entraba en ninguna de los dos. Entonces vendí el mini Cooper y me separé”, relató en base a su relación con Mariana Loly Antoniale. En ese momento, el Rud, que era el representante de Loly, se emocionó y relató una historia personal de aquellos años que involucraba a ambos.