Quién es el hombre vivo más alto del mundo

Con 39 años y de nacionalidad turca, Sultan Kösen, que mide 2,51 metros, tiene en su haber dos récords Guinness

Hasta sus 10 años tuvo un desarrollo de su estatura normal, pero a partir de esa edad empezó a crecer más de lo común (Instagram @sultankosen47)

El hombre vivo más alto del mundo es también el que tiene las manos más grandes del mundo. Sultan posee una estatura de 2,51 metros de altura, la cual lo hace formar parte del Top 6 de los hombres más altos de toda la historia, aunque el estadounidense Robert Wadlow (1918-1940) continúa en el puesto número 1 por haber alcanzado la increíble estatura de 2,72 metros.

Hasta sus 10 años, el gigante turco tuvo un desarrollo de su estatura normal, pero a partir de esa edad empezó a crecer más de lo común. Años atrás no se tenía conocimiento del por qué se daban estos casos ya que eran muy pocas personas con esta condición. Sin embargo, con el avance de la medicina se logró determinar que en estos casos, el exagerado crecimiento se debe a que estos individuos desarrollan un tumor en la glándula pituitaria, el cual provoca un crecimiento desmedido. Esta enfermedad es conocida como “gigantismo pituitario”.

Su gran altura trajo aparejados muchos problemas físicos (Instagram @sultankosen47)

La vida en estos casos no suele ser fácil. Sultan se vio obligado a abandonar sus estudios y se dedicó entonces a ayudar a su padre como agricultor y a su madre en las tareas del hogar.

Una de las dificultades más comunes que enfrentas estas personas a lo largo de su vida es la de no poder vestirse, ya que encontrar ropa o zapatos de su tamaño o el simple hecho de trasladarse en un auto es todo un desafío para alguien de esas dimensiones

Cuando tenía 21 años, un entrenador del Galatasaray se fijó en él y lo motivó a probar suerte en el mundo del básquet. Pero tener semejante altura, generalmente trae aparejados muchos problemas físicos los cuales hacen que sea imposible practicar cualquier deporte

El año 2010 le fue extirpado el tumor en la glándula pituitaria, deteniendo así su crecimiento. De esta manera, también salvaron su vida, ya que de haber seguido creciendo, su muerte hubiera sido inevitable. Hoy mantiene el récord de ser el hombre más alto del mundo con vida.