Mi nombre es Antonella Ghiglione, tengo 28 años y soy de Buenos Aires, Capital Federal.
Me apasiona el mundo de la moda y lo artístico desde que tengo uso de razón. Trabajo como modelo desde que terminé el colegio hasta el día de hoy, lo cual me enorgullece ya que llevo 10 años viviendo de lo que me gusta. Además estudie asesoramiento de imagen y diseño de indumentaria.
Luego de recibirme, a principios del 2016, lancé mi propia marca de ropa customizada y bordada a mano “AGHIGLI”. Me fue muy bien, mejor de lo que esperaba, armaba showroom en el mismo departamento en el que vivía, y hacía desde la colocación de etiquetas hasta los envíos, todo yo a pulmón, pero muy feliz ya que es mi sueño y me apasiona.
En el 2017 me presenté al casting de bailarinas de Showmatch. Ya había ido a ese casting en el 2014 y cuando me llamaron para decirme que estaba seleccionada para la etapa de casting final, no asistí porque tenía programado un viaje con un ex novio al otro día. Fue una de las tantas veces que prioricé el amor, cosa que ya no hago más porque entendí que primero están mis sueños y luego todo lo demás. Pero siempre estuve convencida de que lo que está destinado para uno, llega, y a veces cuando menos lo esperas. En el 2017 recibí con mucha emoción la noticia de haber quedado seleccionada en el casting, después de varias etapas, y fue un sueño cumplido ser parte de ese programa que miraba desde chiquita en casa, deseando estar del otro lado de la pantalla. Lo viví con mucha pasión y lo pasé increíble.
Ese mismo año, dejé en stand by el proyecto de mi marca ya que no daba a basto. Pasaba muchas horas trabajando en el programa y en campañas de fotos, y el poco tiempo que me quedaba libre lo dedicaba a entrenar y compartir momentos con mi familia.
En el 2018 me separé de una relación de convivencia de 4 años, la cual me costó meses de angustia y depresión, pero finalmente volví a ser yo, con más fuerzas y más ganas que nunca, más adulta y más madura. Renovada y llena de amor propio, seguí con mis trabajos como modelo acá y también en el exterior.
Luego vino la pandemia y mis sueños de trabajar en el exterior se frenaron por el momento. Me encontré encerrada en casa, donde volví a poner el foco en mis pasiones. Volví a tomar las riendas de mi marca y comencé a crear.
El encierro me inspiró, me la pasé viendo documentales de moda y diagramando la próxima colección de camperas de jean customizadas y bordadas, a lo que le estoy poniendo todas mis energías desde el año pasado y espero lanzar pronto, seguramente con venta online a todo el país.
En lo sentimental actualmente me encuentro enamorada de mí y muy feliz. Conocí a alguien a fines del año pasado en Argentina, con quien entablamos una relación a distancia ya que es extranjero. En el verano me fui a pasar el fin de año a Tulum con una valija para quedarme solo una semana y terminé pasando dos meses allá por amor, porque nos veíamos ahí.
Nos hicimos un tatuaje juntos “unum diem ad tempus” jaja (creo que está demás decir que soy muy impulsiva y hago lo que siento), conectamos, y nos enamoramos... aunque no sé cómo continuará esa historia. La distancia es complicada, más en estos tiempos, y yo hoy en día aprendi a amarme de manera tal que ya no acepto menos de lo que me puedo dar yo.
Aproveché también para hacer las fotos de mi marca y algunas campañas en la playa. Viajó luego mi hermana y nos quedamos una semana juntas en Cancún, y después ya regresé a Argentina. Actualmente sigo acá trabajando como modelo y dedicándole todo el amor a mi marca.
Ambiciono seguir trabajando en mi país y en el exterior, y triunfar en el mundo de la moda. Ya no tengo límites mentales porque trabajé mucho el amor propio, dejo que mi vida laboral fluya al igual que lo sentimental. Ya no me preocupa la opinión de los demás como cuando era chica. Siento que, finalmente y a pesar de que no haya sido fácil llegar a sentirme así, hoy puedo decir que estoy en mi mejor momento personal. Sinceramente sufrí mucho por amor pero es más lo que aprendí... la mayoría de los hombres que conocí no están preparados para amar en libertad y sin egoísmo. Así y todo, sigo creyendo en el amor pero estoy muy enfocada en el presente, porque como dicen mis tatuajes el futuro es hoy y quiero vivir un día a la vez.
Siento que estoy en una edad bisagra: recibo mensajes de chicos de 20, de hombres de 50, y de chicas divinas. La clave esta en no ponerme limites, soy fiel a lo que me vibra en el momento. Por Instagram también me escribe más de un deportista reconocido mundialmente, pero no suelo contestar mensajes que no sean de trabajos en mis redes sociales.
Creo profundamente en la ley de la atracción y en que cada uno es artífice de crear su propio destino, por eso mismo hoy mi foco está en mi felicidad por mi presente y el hermoso futuro que me espera al otro lado de mi esfuerzo y ganas de seguir creciendo en lo que me apasiona.
ig: aghigli