Claves para el desarrollo evolutivo de una futbolista según el cuerpo técnico de la Sub 17 femenina

“Si una chica de quince, dieciséis o diecisiete años quiere empezar a manejar, desde lo más básico, neuromuscularmente, no puede coordinar pie izquierdo y pie derecho porque es posible que no haya tenido ese estímulo desde lo motriz durante su etapa formativa. Por eso invitamos e incentivamos a las jóvenes (…) que son o quieren ser parte del fútbol femenino a que puedan intervenir y desarrollar el tren inferior. Es algo que nos hace falta a todos los seres humanos en edades formativas. Y sin dudas, específicamente en nuestro deporte”. Así concluía su exposición el director técnico de la Selección Femenina Sub-15 y Sub-17, Diego Guacci, durante el Webinar que organizó Fundación Salud, Deporte y Educación (FuSaDE) sobre “Desarrollo evolutivo en el fútbol femenino: desde el juego infantil al alto rendimiento”.

Durante este seminario, que tuvo cita el pasado viernes 4 de septiembre y estuvo destinado a las alumnas de la Academia de Fútbol Femenino FuSaDE (AFFF), Diego contó con la presencia de sus compañeros de trabajo: su dupla técnica, Bárbara Abot, el preparador físico Maximiliano Brucoli y la entrenadora de arqueras Vanesa Sarroca.

Al finalizar su presentación, donde los expertos analizaron las etapas sensibles del crecimiento profesional de una jugadora desde el entrenamiento, la preparación física y la mirada técnica/táctica, Matías Barreiro, presidente de FuSaDE, hizo gala de su rol de moderador y arremetió con la primera pregunta, habilitando, posteriormente, a las consultas de las espectadoras.

–¿Qué consejos le darían a una joven que quiere dedicarse profesionalmente al fútbol?

Bárbara: Yo me dediqué al fútbol profesional pero no desde el lugar que viví del deporte ni que el deporte me permitió a futuro vivir de lo que yo jugué; la profesionalidad también se logra por cómo se toma cada uno al deporte. Uno llega a ser profesional si trabaja con compromiso, si se toma las cosas enserio y si sabe qué es lo que quiere. Más allá de si el fútbol te puede dar un salario, si uno no mantiene su labor con trabajo, compromiso y profesionalidad, dentro y fuera de la cancha, no se logra. Hay que entender que ser una jugadora profesional no es solamente ganar dinero, implica entender lo que es entrenar, alimentarse bien, el compromiso, los objetivos individuales y colectivos, que esto es un trabajo en equipo. Eso es ser una jugadora profesional, más allá de lo económico, que hoy es una posibilidad para las chicas que lo practican. Pero para llegar a eso, tenés que atravesar muchas etapas, no solamente lo formativo. Hay que formarse como persona y en el camino que uno transita van a haber momentos buenos y malos pero hace a una jugadora profesional.

–¿Hacen pruebas a jóvenes actualmente?

Diego: En principio, cuando asumimos los cuatro en febrero de 2019, lo que hicimos fue unificar criterios para una jugadora de selección. Como la palabra lo dice, tenemos el compromiso de seleccionar a las mejores que consideremos para representar al país. Para ello, la condición inicial es que pertenezcan a un club afiliado, directa o indirectamente a la Asociación del Fútbol Argentino. Esto nos permite a nosotros tener un seguimiento de esa jugadora: saber dónde está, si se pasó a otro club; en cuanto a los entrenamientos, nos aseguramos que los tiene. También sabemos que una vez al año se va a hacer un chequeo médico porque así lo requiere la Federación para poder ser inscripta. A partir de ahí, hicimos un relevamiento del Sistema COMET, el cual engloba a todas las jugadoras inscriptas. Y empezamos a buscar las edades en las cuales comprendía nuestra categoría. Desde allí, fuimos visitando a todas las instituciones del torneo local de la A, de la B y de la C, generamos un sistema de visorias, dividiendo al país en ocho regiones y generando cuatro turnos donde veíamos a treinta jugadoras. Todo esto estuvo programado con un mes de anticipación. Nosotros lo que hacemos es seleccionar y nos sentimos muy identificados con el proceso que lleva adelante la Selección Juvenil masculina, con Pablo Aymar y Diego Placente, en el cual no solo alcanza con ser una jugadora técnicamente dotada, también buscamos jugadoras integrales, que tengan compromiso, responsabilidad y profesionalismo. Sin dudas después está el otro profesionalismo que es cuando firmas un contrato pero la primera instancia es entender que cuando se toma una responsabilidad, la tenés que cumplir. Que hay respeto, valores por cumplir, hay que entender que primero somos seres humanos y después jugadores. A partir de ahí se pueden enumerar características que hacen a una jugadora de selección. Desde lo técnico, táctico y físico, tiene que tener su nivel superlativo.

–¿Cuál es la edad ideal para arrancar a jugar y entrenarse profesionalmente?

Vanesa: Después de los catorce o trece años podes ser fichada pero obviamente tenés que empezar a formarte mucho antes. Lo ideal, en las etapas de iniciación, desde los cinco o seis años. Igual que pasa con los varones. Hay que arrancar en las etapas formativas, no a los quince años. Y hay que redefinir lo de la profesionalización: que me paguen no me hace más profesional sino cómo me lo tomo. Alimentarse bien, descansar, tener en cuenta que si juego el domingo no voy a ir a una fiesta el viernes o el sábado. Saber que si trasnochan después cuesta un montón recuperarse para el entrenamiento. Saber esto es muy importante.

Claves para la alimentación de una jugadora profesional.

Maximiliano: Es importante que no tiene que ver con la edad. El o la deportista se construyen a largo plazo, deberían llegar en edades iniciales y pequeñas para llegar lo mejor formada posible. Y a partir de la edad mayor, en este caso AFA permite ser fichado a partir de los 15 años. Hay jugadoras que son fichadas a los 18 años porque ahí encuentran su máximo desarrollo deportivo o están habilitadas a competir de igual a igual en una primera división. En cuanto a la alimentación, no soy nutricionista pero me formé, hice varios cursos y materias. Es clave la alimentación: nosotros somos lo que comemos, más allá de nuestro entrenamiento, lo más importante es la comida. Si entrenamos mucho pero después no comemos sano, tiramos por la borda todo el esfuerzo. Hay cuatro pilares del rendimiento deportivo. El entrenamiento, que hay que hacerlo de la mejor manera posible, guiado y con ganas. Después está la alimentación, que es clave para que todo el entrenamiento sea efectivo. Esto va de la mano con el descanso, si yo entreno bien, me alimento bien y hago un buen descanso voy a poder equilibrar mi sistema fisiológico para mejorarlo. Cuando entrenamos rompemos un montón de cosas en el cuerpo y para poder recuperarlo hay que comer bien y descansar bien. El no menos importante: la cabeza óptima. La mente guía nuestro cuerpo y nuestra vida, si no tengo en mi cabeza metido lo que quiero o mi mente perdida, quizás voy a ir a trabar una pelota pensando en un problema que tengo y puede que no coordine el tiempo y el espacio, me doble el pie y genere una lesión. Eso entorpece el período de entrenamiento y en vez de rendir de la mejor manera posible, se sufra un retroceso. Esos cuatro pilares van de la mano y son todos importantes. De nada sirve uno sin el otro. Nosotros somos bastante estrictos con nuestras jugadoras porque sabemos que en estas edades es muy normal quedarte chateado o mirando la tele. La noche se hizo para dormir, distinto a las canciones que se escuchan. Hay que descansar porque el cuerpo sufre un montón de procesos en el período nocturno. No es lo mismo el que descansa de noche que el que lo hace de día. Esos pilares tienen que estar equilibrados. Puede haber días tristes o negativos, hechos ajenos a uno, pero hay que poner el pecho para salir adelante. Todo lo que pueda controlar, tengo que hacerlo para llegar al objetivo de ser profesional.

Durante la hora y cuarto que los disertantes expusieron y luego respondieron consultas, Matías Barreiro estuvo atento a sus testimonios y denominó el encuentro como una clase magistral. “Para FuSaDE es muy importante seguir incentivando el desarrollo en el deporte, principalmente en la mujer. En este caso, en la evolución en el fútbol”, concluía el presidente de la fundación. Además prometió seguir generando espacios para que las mujeres puedan tener el lugar en el fútbol que tanto se merecen.

“Es un gran orgullo para FuSaDE tener a cuatro personas tan importantes del deporte argentino. Formadores, con mucha experiencia en el campo de la formación de los juveniles, que después van a defender nuestros colores internacionalmente”, cerró Matías Barreiro.